El ABC de la Bilia
Acerca de las clases

EL NUEVO NACIMIENTO II

(Continuación)

 

I ¿Como puede una persona nacer de nuevo?

Cristo indica la forma triple en que este nuevo nacimiento se produce.

 

  1. Por creer la palabra de Dios (Juan 3:5). El “agua” es un símbolo bien conocido de la palabra de Dios (Efesios 5:26; Juan 15:3 y Salmo 119:9;Juan 17:17). No tiene nada que ver con el bautismo.

Otros pasajes muestran muy claramente que el nuevo nacimiento viene por medio de la palabra de Dios (1 Pedro 1:23-25; Santiago 1:18; Santiago 1:18).

 

Así como el agua aplicada a nuestros ojo los limpia de aquello que de otra manera obscurecería la visión, de la misma manera la palabra de Dios, cuando se lee y se cree, lava de la mente del pecador Sus idea equivocadas acerca de Dios y su salvación. La palabra de Dios arroja luz sobre la condición perdida del hombre (Romanos 3:10-19); muestra el amor de Dios tal como se ve en su provisión para salvación del hombre (Juan 3:16); y el camino por el cual el pecador puede salvarse (Romanos 10:1-17).

 

  1. Por actuar el espíritu de Dios en la persona.

Al ascender al cielo Cristo envió al mundo al Espíritu Santo, la tercera persona de la trinidad, para convencer a los hombres de su pecado por medio de la palabra de Dios; para guiarlo a poner su confianza en Cristo; para morar en cada persona que cree; para comunicar al creyente una naturaleza divina, es decir capacitarlo para percibir las cosas espirituales; y para guiarle a toda verdad. (Tito 3:5;Juan 16:7-15. Efesios 1:13;

4:30; 2 Pedro 1:3,4; Gálatas 5:22-26).

 

Al leerse o oírse la palabra de Dios, el espíritu santo aplica la verdad al corazón con fuerza convincente, mostrando al pecador su culpabilidad, su condición perdida y desesperada; y acto seguido le revela, mediante la palabra, el camino de salvación por medio de la fe en Cristo y su obra acabada a la perfección. Tan pronto como el pecador confía en Cristo, instantáneamente el espíritu Santo, viene a morar el le sella como la posesión adquirida de Cristo. No se trata de una sensación sino de un hecho. El nuevo nacimiento no se siente.

 

 

  1. Por fe en el sacrificio substituyente de Cristo (Juan 3:14-16). En estas palabras Cristo mostró con claridad meridiana como el pecador puede adquirir esta vida nueva. En respuesta a la pregunta de Nicodemo: “como puede esto hacerse” (3:9), Cristo hizo referencia a un incidente relatado en el Antiguo Testamento para ilustrar el nuevo nacimiento. Léase Números 21:4-9. En siete palabras resume este incidente. Consideremos cuidadosamente esta narración por cuanto es una ilustración escogido por Cristo mismo para mostrar como el pecador puede nacer de nuevo.

 

 

  1. Pecado (Números 21:5). Como Israel pecó, así toda la humanidad a pecado contra Dios en pensamiento, en palabra y en hecho (Romanos 3:23).

 

  1. Juicio (Versículo 6). De la manera que su pecado trajo el merecido juicio de Dios sobre ellos, así Dios ha revelado su ira contra pecado (Romanos 1:18; Job 36:18; Romanos 6:23).

 

  1. Arrepentimiento (Versículo 7). Israel reconoció, confeso y busco el perdón de su pecado.

Esto es el arrepentimiento el cual consiste en un cambio de pensamientos, lo que a la vez resulta en un cambio de actitud, que por parte es expresada en un cambio de las acciones. Dios demanda el arrepentimiento del pecador.

(Lucas 13:3; Hechos 17:31; 20:21; Marcos 1:15).

 

  1. Revelación (Versículo 8). “Y Jehová dijo.” Dios revelo a Moisés el camino de la salvación para estos israelitas mordidos por las serpientes; así también Dios ha revelado en la Biblia su camino el camino de salvación para nosotros (2 Timoteo 3:15-17; Romanos 10:8,9).

 

  1. Provisión (Versículo 8, 9). Una serpiente de metal fue preparada y levantada en un poste, a la plena vista del campamento del Israel. Compárese con Juan 3:14. Como Moisés levanto la serpiente de metal., de la misma manera Cristo debió ser levantado en una cruz para proveer salvación para la humanidad mordida por el pecado. En la cruz El llevo nuestros pecados, tomo nuestro lugar, soporto todo el juicio que nuestro pecado merecía y por su muerte satisfizo todas las demandas de Dios contra el pecador. Dios ha indicado su aceptación del sacrificio substituyente de su hijo al levantarle de los muertos (Isaías 53:5,8; Corintios 15:1-4; Romanos 5:7,8).

 

  1. Condición (Versículo 8). “Cualquiera que miraré” El hecho de que la serpiente de metal ha sido levantada por si solo no salva. Cada israelita que había sido mordido debía mirar para vivir. El hecho de que Cristo ha muerto por nuestros pecados y ha completado la obra de nuestra salvación no habrá de salvar a ningún pecador, a menos que este personalmente crea en Cristo, confíe en El como su Salvador y le reconozca como el Señor y dueño de su vida. Esto es lo que nuestro Salvador quiso significar cuando dijo: “Todo aquel que en El cree… tenga vida eterna” (Juan 3:16). Así como no se les pedía a los israelitas que habían sido mordidos que orasen, hicieran buenas resoluciones, pagasen o hicieran buenas obras para merecer la salvación, así los pecadores son exhortados a reconocer su necesidad y confiar completamente en la obra de Cristo y recibirle por fe como su propio Salvador (Juan 1:12; Hechos 13:38,39; Efesios 2:8,9).

 

  1. Resultado (Versículo 9). “vivía.” Tan pronto como israelita mordido (que era contado ya como hombre muerto) miraba, recibía nueva vida. ¡Se pude decir que había nacido de nuevo!

De la misma manera, en el mismo momento que un pecador culpable y perdido cree que Cristo murió por sus pecados y le acepta como su propio salvador, recibe vida espiritual o vida eterna.

El espíritu Santo viene a morar en el y se transforma en un participante de la naturaleza divina y es así nacido de lo alto, regenerado. Esto es el nuevo nacimiento que Cristo declara ser absolutamente esencial para ver y entrar en el reino de Dios.

 

 

 

II ¿Cuando puede una persona nacer de nuevo?

 

La respuesta puede obtenerse al mirar su reloj. El nuevo nacimiento tiene lugar en el mismo momento que un pecador perdido mira a Cristo y confía en El como su Señor y Salvador. Ahora mismo donde tu te encuentras, tal como eres, ¿Por que no abandonas tus propios esfuerzos para salvarte y pones tu confianza implícita en la persona y obra del hijo de Dios, quien hizo todo para ti?

(2 Corintios 6:1,2; Hebreos 4:7;4:16;10:12,14,17,22,24).

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