El ABC de la Bilia
Acerca de las clases

RESULTADOS DE LA REGENERACIÓN. 

¿Qué es lo que realmente sucede cuando una persona nace de nuevo?  Primero, la persona comprende que es un pecador perdido y que merece pasar la eternidad en el infierno. (Solamente el Espíritu Santo puede hacer comprender esto). Luego se arrepiente de sus pecados, es decir, reconoce ante Dios que es un pecador y necesita un Salvador. Acepta a Jesucristo como su Señor y Salvador, y en ese momento nace de nuevo, sus pecados le son perdonados y recibe vida eterna de Dios.

Pero esto es sólo una pequeña parte de la historia. Es únicamente el comienzo. Aprendemos de la Biblia, que cuando Dios salva a un hombre, ocurren muchas otras cosas maravillosas. He aquí otra diez asombrosas realidades:

 

  1. El creyente es hecho acepto en el Amado (Efesios 1:6).

Esto significa que está ante Dios en toda la aceptabilidad de su Hijo Amado: Dios lo ve en Cristo (II Corintios 5:17). También significa que el cristiano es “bienvenido” a la presencia de Dios todo el tiempo que lo es Cristo y esto, claro está, significa para siempre (Efesios 2:5-7).

 

  1. También es hecho hijo de Dios (Juan 1:11,12). ¿Puedes imaginarte cuan honrado te sentirías si fueses el hijo de algún gobernador famoso de la tierra? ¡Cuánto mayor honor es ser hijo del Poderoso Hacedor del Universo, ante quien se inclinan los ángeles! (Gálatas 3:26,27-29).

 

  1. Es justificado por Dios (Romanos 5:1, 8:30, 33). Dios el Juez declara “JUSTIFICADO” al pecador que cree y lo mira como si nunca hubiera pecado. Puede hacer esto porque Cristo ha muerto como substituto y ha cargado todo el castigo que debiera haber sufrido el cristiano. De esta manera el cristiano se presenta sin culpa a la vista de Dios y jamás será castigado eternamente por sus pecados (Romanos 8:1).

 

  1. Se convierte en templo del Espíritu Santo (I Corintios 6:19). La Biblia nos enseña claramente que Dios, el Espíritu Santo, realmente mora dentro de cada creyente (I Juan 4:13). El cuerpo del cristiano es el templo del Espíritu Santo. Es por este tremendo privilegio que el hijo de Dios debe vigilar lo que dice, lo que hace y a dónde va.

 

  1. Se convierte en miembro de la verdadera iglesia (Corintios 12:13), “se nos dió a beber de un mismo espíritu”.

La iglesia es denominada el “cuerpo de Cristo” (Colosenses 1: 18, 24). (Hay una sola Iglesia) y está compuesta por todos los creyentes verdaderos en el Señor Jesús (Hechos 2:47).(aunque ellos pertenezcan a distintas iglesias u organizaciones visibles). No hay mayor honor en la tierra que ser miembro de la verdadera Iglesia.

 

  1. Se convierte en un heredero de Dios (Romanos 8:17). Dios es el Creador del Universo y es dueño de todas las cosas. Ha sido prometido a los hijos de Dios que un día reinarán con Cristo sobre la tierra, y entonces poseerán todas las cosas.

 

  1. Se convierte en Santo (Romanos 1:7; Filipenses 1:1). La Biblia llama “santos” a los que son salvos. Un santo es uno que ha sido puesto aparte para Dios por el Espíritu Santo (Romanos 8:33; Col 3:12; 2 Timoteo 2:10; Tito 1:1). Ante la vista de Dios todo creyente es santo, porque Dios lo ve en Cristo, y Cristo es absolutamente santo

(I Corintios 1:2).

 

  1. Está completo en Cristo (Colosenses 2:10).

El cristiano tiene un grado de perfección ante Dios. Está tan cerca y es tan amado por Dios como lo es Cristo. Cuando una persona tiene a Cristo, tiene todo lo que necesita para una vida y eternidad felices.

 

  1. Recibe la naturaleza divina (II Pedro 1:4). El cristiano se dará cuenta pronto de que tiene nuevos deseos, nuevas ambiciones, un nuevo rechazo hacia el pecado y un nuevo amor por los demás cristianos. Cuando la naturaleza divina es estimulada por el mismo creyente, éste se irá asemejando más y más al Señor Jesús (Colosenses 3:10; II Corintios 3:18). Este es el plan de Dios para con cada uno de sus hijos.

 

  1. Inmediatamente comienza a disfrutar de la protección constante de Dios (Romanos 8:28). Nada Puede ocurrirle a un cristiano sin el Permiso de Dios. En otras palabras, no hay accidentes en la vida del creyente. Todo lo que le sucede a un hijo de Dios es para su propio bien. Aún las pruebas, tribulaciones y disciplinas obran para su beneficio espiritual (Romanos 5:3-5). De este modo el cristiano verdaderamente lleva una vida singular.

En vista de estas maravillosas provisiones de Dios, todo cristiano debe mostrar su aprecio por lo menos en dos maneras.

 

I.- Nunca deberá dejar de alabar a Dios por la salvación que tiene en el Señor Jesucristo.

 

II.- Debe entregar su vida en servicio voluntario a aquel que dió su vida en la Cruz del Calvario (Romanos 12:1).

 

 

 

7.LA SEGURIDAD DE LA SALVACION 1

 

¿Cómo puede una persona saber con seguridad que es salva? Lee y medita los puntos señalados a continuación hasta que los hayas comprendido perfectamente:

 

  1. La Biblia es la Palabra de Dios. Es absolutamente verídica. Puedes confiar plenamente en ella.

 

  1. La Biblia dice que si te arrepientes de tus pecados y crees en el Señor Jesucristo, eres salvo.

 

  1. El asunto es éste: ¿Has ido alguna vez a Cristo como un pecador perdido para pedirle que te salve? ¿Lo has aceptado alguna vez como el Substituto que llevó la culpa de tus pecados?

 

  1. Si lo has hecho, Dios te dice en la Biblia que eres salvo.

 

En otras palabras y es muy importante que esto se entienda bien, la seguridad de la salvación se sabe por medio de las Escrituras. Esta verdad se enseña claramente en I Juan 5:13 un versículo que todo cristiano debiera memorizar: “Estas cosas he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.”

Note el significado de la palabra en letra cursiva. San Juan escribió a aquellos que habían creído en Cristo para que supiesen que tenían vida eterna. Si tú has creído en Cristo, eres salvo. Así lo afirma la Biblia.

El inconveniente con muchas personas es que se apoyan en sus sentimientos en vez de confiar en la Biblia. Dicen: “Yo no me siento salvado”. Esperan alguna misteriosa experiencia emocional, y cuando no la reciben, dudan de haber sido salvados. La persona que basa la seguridad de su salvación en sus sentimientos sin duda tendrá dificultades porque éstos cambian de un momento a otro. Lo mismo si sigue confiando en tradiciones religiosas que contradicen las escrituras. La Palabra de Dios, sin embargo, nunca cambia. Confía en la Biblia y no en tus sentimientos, ni en tradiciones religiosas.

Pero tal vez alguien pregunte: “¿No debería sentirse feliz una persona que es salva?” sin duda alguna, la, respuesta es un “Sí”. Sin embargo, uno debe saber que es salvo antes de poder sentirse contento. Primero viene la seguridad, luego las sensaciones. Sabemos que somos salvos porque la Biblia así lo afirma. Estamos contentos porque sabemos que somos salvos. Además de las Escrituras mismas, hay otras pruebas de la salvación para el creyente: He aquí tres características que denotan que una persona es salva:

 

  1. La persona que es salva ama a los cristianos (I Juan 3:14).

 

  1. La persona que es salva tiene el testimonio del Espíritu Santo en sí misma (I Juan 5:10, Romanos 8:16). El testimonio del Espíritu es el gozo y paz de corazón, dados a los que creen la afirmación bíblica que todos los que creen en Cristo son salvos. El Espíritu da testimonio a los creyentes por medio de la palabra de Dios.

 

  1. La persona que es salva aborrece el pecado y ama la rectitud. A pesar de que el cristiano puede cometer pecado y lo hace, el pecado ya no se enseñorea de su vida (Romanos 6:14). Ya no vive en la práctica continua del pecado.

 

A medida que el creyente crece en la vida cristiana, el sentimiento de seguridad se tornará cada vez más fuerte. Hay por lo menos tres pasos bien definidos que puede dar en ese sentido:

 

  1. Leer la Biblia con regularidad y crecer con ella de todo corazón.

 

  1. Rogar al Señor que fortalezca su fe mientras que lee su Santa Palabra.

 

  1. Hablar a otros de Aquel que lo ha salvado de sus pecados.

 

 

Finalmente, hay un pequeño consejo para aquellos que no están seguros si alguna vez fueron salvos y que realmente lo desean ser. Tal vez pienses tú que en el pasado has confiado en el Salvador pero no estás absolutamente seguro y deseas saber sin duda alguna que eres un hijo de Dios. He aquí lo que debes hacer. Dile al Señor que no estás seguro si alguna vez antes fuiste salvado, pero que ahora mismo deseas ser salvo. Dile que sabes que eres un pecador perdido y que de morir en tu condición actual irás al infierno. Luego recibe al Señor Jesucristo como tu Salvador, creyendo que El murió en la Cruz del Calvario para purgar la culpa de tus pecados y que El puede y quiere salvarte.

Ahora lee en Los Hechos 16:31. ¿Qué dice allí que sucederá si crees en el Señor Jesucristo? Dice que “serás salvo”. Es la Palabra de Dios CREELA. Cuando el diablo venga a ti y trate de hacerte dudar de tu salvación, vuelve a leer en Los Hechos 16:31, o Juan 1:12, 3:36, 5:24; o Romanos 10:9. Muéstrale que DIOS dice que eres salvo porque has creído en Cristo. Si le muestras las escrituras no te molestará más con dudas.

 

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