El ABC de la Bilia
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18.EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO ES DISTINTO DE LA CONVERSIÓN

Todos los creyentes pueden ser bautizados en el espíritu Santo.

 

Quedó demostrado en el tema anterior que el recibimiento del Espíritu Santo en la fecha de la resurrección era completamente distinto del bautismo en el Espíritu Santo que se produjo cincuenta días después. Lo expuesto nos lleva a la conclusión de que aunque todos los creyentes tienen el Espíritu Santo, pueden recibir además el Bautismo en el Espíritu Santo o ser llenos del Espíritu Santo.

 

Es evidente que el Bautismo en el Espíritu Santo es una operación del Espíritu distinta y adicional en lo que respecta a la regeneración… Un hombre puede ser regenerado por el Espíritu Santo y sin embargo no estar aún Bautizado con el Espíritu Santo. En la regeneración, se le imparte al hombre la vida por el Espíritu, y el que la recibe es salvo: en el Bautismo con el Espíritu Santo, se le imparte poder al creyente, y el que recibe ese poder está mejor capacitado para servir.

 

Debemos de reconocer el hecho de que el tener el Espíritu es una cosa, y el ser bautizado con el Espíritu es otra distinta.

 

Cristo y el Espíritu.

 

Jesús nació del Espíritu Santo del seno de la virgen María. Durante treinta años fue el Hijo de Dios en un sentido que nadie lo ha sido jamás. Luego, en el río Jordán, fue bautizado en el Espíritu Santo. Recibió la unción de lo alto que lo inició y lo mantuvo en un ministerio extraordinario.

 

Observemos que Cristo, el cual es nuestro ejemplo, tanto en esto, como en todo lo demás, no inició su ministerio hasta no haber recibido el Bautismo en el Espíritu Santo… Había sido engendrado del Espíritu Santo en el seno de la virgen, y había vivido una vida santa, pero antes de iniciar su ministerio público, esperó hasta que el Espíritu Santo descendiera sobre él, de la misma manera que había estado en él.

 

Cristo nació del Espíritu y fue más tarde bautizado en el Espíritu.

Jesucristo fue concebido por el Espíritu Santo y durante treinta años fue dirigido y enseñado por el Espíritu divino. ¿No era acaso uno con el Espíritu Santo? Ciertamente que lo era. ¿Por qué entonces necesitaba la unción? Porque su naturaleza humana necesitaba ser fortalecida por el Espíritu, antes de que pudiera realizar con éxito el ministerio en el mundo. Jesús esperó durante treinta años hasta que fue ungido, y sólo entonces fue que dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas ….”. No se debe olvidar nunca que el ministerio del Señor no fue realizado en el poder de la segunda persona de la bendita Trinidad, sino en el de la tercera persona.”(San Lucas 4:14).

Primero, el Señor nació por el Espíritu, (luego de ser bautizado en agua) fue bautizado en el Espíritu y posteriormente inició su ministerio en el poder del Espíritu.

De igual manera nosotros debemos de seguir sus pasos e imitar su vida.

Nacidos del Espíritu, nosotros también debemos de ser bautizados en el Espíritu, y luego vivir la vida de Cristo y repetir su obra en el poder del espíritu Santo.

 

El Espíritu Santo y los Discípulos.

 

Los discípulos de Cristo lo habían dejado todo para seguir a su Maestro.

Habían confesado que el era el Cristo, el Hijo del Dios viviente. (Mateo 16:16);

(Juan 6:68,69). De esta manera Jesús había manifestado que eran limpios, (Juan 15:3) con la excepción de Judas. (Juan 13:10-11). Había declarado asimismo que sus nombres estaban escritos en el cielo, (Lucas 10:20). Luego había soplado sobre ellos y les había otorgado el Espíritu Santo después de su resurrección, (Juan 20:22). Y sin embargo se les ordenó que esperaran para recibir en Bautismo en el Espíritu Santo. (Lucas 24:49). Habían recibido ya el Espíritu Santo, empero necesitaban el Bautismo en el Espíritu Santo.

 

Los convertidos Samaritanos y el Espíritu Santo

 

Los discípulos de Samaria recibieron a Cristo al oír la predicación de Felipe.

(Hechos 8:5-13). Había un gozo profundo en la ciudad. “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres”. Versículo 12. Sin duda alguna, el Espíritu Santo estaba presente en el ministerio de Felipe. Se trataba de un hombre lleno del Espíritu Santo, tal como se nos declara en (Hechos 6:3,5). Sus oyentes habían sido llevados a los pies de Cristo por el Espíritu Santo, el cual había efectuado asimismo su regeneración, pues no existe otro método, pero…

 

Posteriormente Recibieron el Bautismo en el Espíritu Santo.

 

En (Hechos 8:14-17) se lee lo siguiente: “Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén, oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; (porque aun no había descendido sobre ninguno de ellos, sino solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús). Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo”. Era el bautismo en el Espíritu Santo lo que los discípulos de Samaria necesitaban, y lo que los apóstoles de Jerusalén se apresuraron a impartir. El Espíritu Santo había operado en sus corazones, y se hallaba presente en ellos pero “aun no había descendido sobre ninguno de ellos.”(No eran llenos del Espíritu o Bautizados en el Espíritu Santo).

 

Lo que experimentaron fue más Maravilloso que los Milagros.

 

El poder del Espíritu Santo, al descender sobre los discípulos por medio de la imposición de manos de Pedro y de Juan, efectuó resultados tan maravillosos en las vidas de estos discípulos que Simón ofreció dinero a fin de que este poder que Pedro y Juan tenían pudiera dársele a él. No trató de adquirir el celo evangelístico de Felipe, ni los dones de sanidades, de milagros o de fe del mencionado evangelista. Empero el poderoso Bautismo en el Espíritu Santo, que descendió sobre los discípulos samaritanos, fue para su mentalidad algo más espectacular y maravilloso. Esto explica por qué ofreció dinero para adquirir este poder, mas nada hizo para obtener las obras previas del Espíritu (antes que fueran Pedro y Juan). Todo esto demuestra que existía una diferencia entre la conversión de los discípulos Samaritanos, y el Bautismo en el Espíritu Santo, y asimismo que este Bautismo en el Espíritu Santo se trataba de un acontecimiento mas poderoso y convincente.

 

Pablo y el Espíritu Santo.(Hechos 9:1-19)

 

 

Cuando el apóstol Pablo oyó la voz de los cielos, y vio la luz que lo encegueció, luz más brillante que la del medio día, dijo lo siguiente: Señor, “¿qué quieres que haga?” como vemos, llamó Señor a Jesús. En la declaración que encontramos en 1 Corintios 12:3, podemos afirmar que no podría haber hecho esto si no era por el Espíritu Santo. Fue este el momento le la conversión. Reconoció a Jesús como el Señor y se rindió completamente a la voluntad del Señor. A su arribo a Damasco, el Señor envió a Ananías al Lugar donde se encontraba Pablo. Ananías, al saludarlo, le dijo: “hermano Saulo”. Era realmente un hermano, porque se había convertido en el camino a Damasco. Ananías le impuso las manos, a fin de que recibiera la vista y fuera lleno del Espíritu Santo. Fue así que hubo un intervalo de tres días entre la conversión y el bautismo en el Espíritu Santo en el caso de Pablo. También Pablo habló en lenguas (1 Corintios 14:18) dice:”Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros”.

 

Los discípulos de Éfeso y el Espíritu Santo. Leer (Hechos 19:1-6)

Pablo les pregunta a estos discípulos: ¿Recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron?

Si todos los creyentes reciben el Espíritu Santo al creer, ¿por qué motivo Pablo preguntó a los discípulos si ello había ocurrido? La pregunta misma del apóstol Pablo revela que es posible creer y tener el Espíritu Santo sin haber recibido el bautismo en el Espíritu Santo. Este pasaje (Hechos 19:1-6)demuestra en forma concluyente que uno puede ser discípulo sin haber recibido el bautismo en el Espíritu Santo, don(regalo)de Dios para los creyentes”.

En (Efesios 1:13-14) habla de la recepción del Espíritu santo en el momento de la conversión. Habiendo primer oído el Evangelio, luego creído y luego sellados con el Espíritu Santo.

En este pasaje narra que los Efesios se arrepintieron de sus pecados solamente al escuchar la predicación de Juan el Bautista pero no sabían si existía el Espíritu Santo Pablo les predica el evangelio y ellos creen, se convierten y reciben el Espíritu santo (Efesios 1:13) por eso Pablo los Bautiza de nuevo en el nombre de Jesús y luego les impone las manos para que reciban el llenamiento o Bautismo en el Espíritu Santo de la misma manera que el lo había recibido de Ananías.(Hechos 9:17). Y al igual que Pablo

(1 Corintios 14:18) ellos hablaron en lenguas y profetizaron, (Hechos 19:6).

Fue así entonces que los discípulos de Efeso se convirtieron a Cristo, luego fueron bautizados en agua, y más tarde recibieron el Bautismo en el Espíritu Santo.

Todo este pasaje establece con claridad la diferencia entre el creer en Cristo, ser salvo, tener el Espíritu Santo y recibir el Bautismo en el Espíritu Santo acompañado de sus dones,(hablaron en lenguas y profetizaron)  (1 corintios 12:5-10).

 

Los convertidos en el día de Pentecostés y el Espíritu Santo.

 

Cuando Pedro predicó el día de Pentecostés, dio instrucciones a su auditorio para que se arrepintieran y fueran bautizados, diciendo que recibirían entonces el don del Espíritu Santo. El Espíritu Santo les había hecho sentir remordimiento. Cuando se arrepintieran, los bautizaría en el cuerpo de Cristo. Luego se bautizarían en agua, para demostrar en forma pública que eran discípulos del Señor. Después de esto recibirían el bautismo en el Espíritu Santo (Hechos 2:38). Este pasaje demuestra en forma lógica y cronológica que el don del Espíritu Santo se recibe después del arrepentimiento, conversión y salvación.

Por lo tanto es evidente que el recibimiento del Espíritu Santo, del cual se habla aquí, no tiene nada que ver con la operación destinada a procurar que el hombre crea y se arrepienta. Es una operación subsiguiente; es una bendición adicional que se recibe por separado; es un privilegio que se fundamenta en la fe, que opera ya en forma activa en el corazón.

También el don del Espíritu Santo  puede recibirse prácticamente en la misma oportunidad pero no en el mismo momento. La razón que lo explica es muy sencilla. El don del Espíritu Santo se fundamenta en el hecho de que somos hijos por la fe en cristo, creyentes que disfrutan de la redención efectuada por el Señor. Surge con claridad entonces que el Espíritu de Dios nos ha regenerado ya.

 

 

Pedro, Cornelio y sus familiares y amigos. (Hechos 10:44-46)

 

Ellos creyeron, fueron salvos, recibieron el Espíritu Santo y fueron Bautizados en el Espíritu Santo en ese orden en pocos momentos (casi simultáneamente pero en ese orden) y los judíos se dieron cuenta de ello porque los oían que hablaban en lenguas y que magnificaban a Dios Versículo 46. De (Hechos 10:34 al 43) Pedro les predica y luego narra lo dicho anteriormente.

 

En (Hechos 2:4) Hablaron en lenguas

Pablo habló en lenguas (Hechos 9:17);(1 Corintios 14:18)

Los de Efeso hablaron en lenguas (Hechos 19:6)

Cornelio y sus amigos hablaron en lenguas (Hechos 10:46)

 

TODO ESTO ES PARA TI HOY.

 

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