El ABC de la Bilia
Acerca de las clases

ADMINISTRACIÓN DE LOS TALENTOS

Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno y fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Mateo 25:14-18

Los talentos en la parábola que Jesús narró eran sumas de dinero. La lección nos enseña nuestra responsabilidad ante Dios en la mayordomía de la vida.

Entre los bienes que Dios nos ha confiado se hallan los talentos o dotes naturales. Algunas personas, como los siervos en la parábola, han recibido más que otros, pero todos tenemos para algo. Lo hemos recibido de Dios, con la responsabilidad de ponerlo al mejor uso posible para su gloria y para el bien de la humanidad.

El no tener talentos iguales a los de otras personas no es razón para esconder los que tenemos. “Si todos los pájaros callaran por no poder cantar como el ruiseñor, el bosque quedaría muy silencioso”

Algunos tienen talentos para dibujar; otros, buen oído para la música y otro afición para la mecánica. Algunos Macen para enseñar mientras que otros tienen aptitud especial para el comercio. Si preguntamos a escritores, compositores, poetas, hombres profesionales y buenos artesanos: “¿Cuál es el secreto de su éxito muchos nos dirán: Una parte se debe al trabajo incansable, pero otra se debe a la aptitud que Dios nos ha dado.

 

 

El descubrimiento de los talentos latentes.

 

Algunas personas creen que no tienen talentos. Esto es porque les hace falta descubrir los talentos latentes, o capacidades no utilizadas, las aptitudes dormidas, que tienen dentro de sí.

¿Cómo se descubre un talento latente? En primer lugar, reconocemos que Dios tiene un plan para cada uno de sus hijos. Nos ha dado los talentos necesarios para el éxito en las actividades correspondientes a ese plan. El primer paso, pues, es pedirle que nos dirija y nos ayude a descubrir los talentos y consagrarlos a sus propósitos para nuestra vida.

Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparo de ante mano para que anduviésemos en ellas. Efesios 2:10.

El segundo paso es mirar al rededor y ver las necesidades y oportunidades de hacer algo para el Señor. Las oportunidades son un medio que Dios emplea para ayudarnos a descubrir y desarrollar los talentos. También los usa para revelarnos su voluntad para el uso de los talentos.

El tercer paso es aventurarse a probar nuevas actividades. Sin probar, nunca se sabrá si uno tiene talento para la cosa o no. Por ejemplo, una ancianita se puso a entretenerse aprendiendo a pintar el óleo. Era la abuelita Moses, quien alcanzó fama mundial por los paisajes que pintaba cuando tenía más de ochenta años. Durante tres cuartos de siglo había llevado ese talento dormido dentro de sí. Nos enseña que aun en la vejez no es tarde para desarrollar talentos nuevos. Pero cuánto mejor es hacerlo en la niñez o en la juventud para gozar su uso durante toda la vida!

¿Siente usted interés especial en cierta actividad? Puede ser porque Dios le ha dado talento y vocación para ella. Pida la ayuda del Señor y pruébela.

 

El desarrollo de los talentos

“Nadie nació sabiendo.” Si no le sale bien la primera vez que intenta una actividad nueva, no se dé por vencido. Si es algo que le interesa o le conviene en su trabajo para el Señor, siga con paciencia. Por ejemplo, si enseña una clase de niños en la escuela dominical, desarrolle su talento artístico practicando y usando los dibujos para la pizarra que vienen en el expositor.

Si le corresponde dirigir los himnos en un anexo de la iglesia, observe cómo se hace en la iglesia principal y ensaye en su casa para adquirir destreza. Pida la ayuda de los que saben. Tendrán gusto en ayudarle a desarrollar el talento. Bríndese para ayudar como aprendiz y servirá de bendición mientras va aprendiendo.

Aproveche las oportunidades para prepararse. Si hace falta el acompañamiento musical en la iglesia o en sus anexos, y a Usted le gusta la música, ¿Por qué no tomar lecciones de piano o de guitarra?

Hacen falta quienes sepan llevar las cuentas en la iglesia, no sería bueno un curso de contabilidad y teneduría de libros?

Escribir a maquina es una gran ayuda en la obra del Señor y se aprende con facilidad. Aprovéchese la oportunidad de aprenderlo.

Siempre hacen falta más maestros en las escuelas dominicales; vaya entrenándose para hacer su parte. Estudie la Biblia y los libros que pueda conseguir sobre la enseñanza. No se desaliente en los estudios que hace ahora en el CURSO BIBLICO ELEMENTAL. Desarrolle su ministerio.

Procure superarse en su trabajo, ya sea en el empleo o en la iglesia. Con el buen desempeño de las responsabilidades verá que se le confiarán otras mayores. Así va desarrollando su capacidad y su utilidad en el mundo. A la medida que aprovechamos las oportunidades y empleamos bien los talentos que Dios nos ha dado, él nos da habilidades adicionales y responsabilidades mayores en su reino. Nos recompensará también por nuestra fidelidad.

Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talento. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos… Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel;… sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mateo 25:16,19, 21.

 

 

Dedicación de los talentos.

Podemos hacer con los talentos una de estas cuatro cosas:

  1. Esconderlos, tal. como hizo el siervo negligente en la parábola.
  2. Usarlos para el diablo y la perdición de las almas.
  3. Usarlos únicamente para nuestro propio beneficio.
  4. Dedicarlos a Dios para adelantar su causa y servir de bendición a la humanidad.

Las hermanas del Concilio Misionero Femenil dedican al Señor sus talentos: cosiendo para los pobres, orando, enseñando, limpiando y adornando la iglesia, y por el estilo.

Una hermana se afligía pensando que no tenía talento alguno. Al orar sobre el asunto, recordó unos pastelitos deliciosos que sabía hacer. Invitó a una de las maestras de la iglesia para celebrar cultos infantiles en su casa. Luego preparó pastelitos y limonada e invitó a los niños vecinos para una fiestecita. Para la ocasión la maestra ayudó con cantos y una historia bíblica. Fue un éxito. Continuó usando su talento así. Con el tiempo su casa llegó a ser un centro de evangelismo para esa vecindad.

Un cuarteto de jóvenes albañiles acostumbraba celebrar, entre un contrato y otro, campañas especiales en las iglesias pequeñas que estaban en plan de construcción. Los jóvenes trabajaban de día en la construcción del templo, o de la capilla, juntamente con los hermanos de la iglesia. De noche cantaban, testificaban y predicaban en los cultos especiales. ¡Qué buenos administradores de su talento!

En la América Central, muchos de los hermanos que cultivan terrenos siembran granos para el instituto bíblico. Así ayudan a preparar obreros para el Señor.

Capacitación sobrenatural.

Lea Exodo 31:1-11 y 35:30 hasta 36:1. Aquí vemos que Dios llena a sus siervos con el Espíritu Santo para capacitarlos, no solamente para la predicación, sino para cualquier responsabilidad en su obra. Pidamos esta capacitación y usemos nuestros talentos para Dios de tal forma que algún día podamos escuchar su: “Bien, buen siervo y fiel… entra en el gozo de tu señor.”

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