PALABRAS FINALES

Muchas veces se ha hecho la pregunta: ¿Es eficaz y permanente la conversión de
los niños?
Quizá la mejor respuesta es recordar la experiencia de nuestra propia conversión.
Miles de misioneros y de líderes nativos que hoy llevan la responsabilidad de la obra de
Dios en muchas naciones recibimos el conocimiento del Evangelio de labios de nuestros
propios padres, en edad muy temprana, cuando todavía no teníamos facultades mentales
para medir todo su alcance, ni para tropezar con la dificultades y dudas, que no han
faltado después. De no haber dado el paso de fe en los días de nuestra primera infancia es
muy probable que tales dificultades habrían aumentado al llegar la edad juvenil y quizá se
habrían convertido en montañas inaccesibles al llegar a la madurez. Por ello damos
gracias a Dios de que nuestra decisión por Cristo tuviera lugar en los días de nuestra
primera juventud, y que la fe que entonces pusimos en el Salvador se desarrollara por un
camino ya iniciado y trazado.
La conversión de los niños es algo más importante y serio de lo que parece. El
lector habrá observado que el autor de este libro lo trata como seria labor personal. No se
trata de que cien niños levanten la mano o digan al unísono “yo acepto a Jesús como mi
Salvador”, sino que lo diga un niño o un pequeño grupo tras una seria labor de enseñanza
y persuasión. No conviene apresurar la conversión de los niños hasta el momento en que
el maestro o preceptor empeñado en sus conversión tenga la absoluta seguridad de que
han comprendido bien el mensaje de salvación y no se trata de un asentamiento a la ligera.
Aún después es conveniente no abandonar la labor empezada, sino atender al
recién nacido espiritual con el mismo esmero con que el jardinero atiende al crecimiento
de una tierna planta, después de depositada la semilla en la tierra.
Este MANUAL DE EVANGELISMO INFANTIL tiene como finalidad
presentar algunas ideas y sugerencias que nos permitan, tanto a los maestros y
evangelístas, así como a los niños, trabajar en forma sencilla y organizada, en el
aprendizaje de la Palabra de Dios.
Tengamos en cuenta siempre los intereses propios de cada edad, brindando el
mensaje apropiado a cada pequeño para conducirlo a la decisión de aceptar a Cristo como
su Salvador Personal.
Nuestra vida en el ministerio del Evangelísmo Infantil es un eterno desafío a la constante
preparación y la absoluta dependencia de Dios. Muchos niños aún esperan escuchar y conocer del
amor de Dios y el llevarles el mensaje, depende de nuestra creatividad, disciplina, constancia y
buena disposición.
Es mi deseo que el Señor les bendiga y ayude en ésta hermosa tarea.

Rafael Serrano
Agradeceríamos mandar un correo a
la dirección de Rafael
Serrano, [email protected] par
a informar el periodo y lugar donde
darás uso al Manual de Evangelismo
Infantil que acabas de descargar.
http://clubdeltictac.blogspot.com