Evangelismo Familiar
En la estrategia del evangelismo familiar, “Cada Familia Gana a Otra”, en que una
familia cristiana trabaja para ganar a otra, es muy importante no descuidar, menospreciar
o impedir a los niños de la nueva en la presentación del Evangelio, en la consolidación y
en el discipulado permanente.
Muchas veces el método es demasiado adulto-céntrico: los niños no reciben el
mensaje del Evangelio a su nivel o aún los adultos les piden salir a jugar, sin considerar su
necesidad de Cristo.
Es necesario enfocar la estrategia en toda la familia reparando una presentación
especial evangelística y un programa de consolidación y discipulado para los niños.
Principios Importantes
1. Los métodos y estrategias adultos no son adecuados para los niños.
2. Los niños merecen y necesitan su propio programa evangelístico y de discipulado.
3. Es necesario tener un equipo de dos o más para trabajar con los niños. Este equipo
puede ser de los jóvenes y niños de la familia evangelizadora.
4. Es importante que en toda la obra infantil familiar se utilicen los métodos de Jesús.
El Culto Evangelístico Familiar
1. Llega la familia nueva, y se reúnen todos juntos para la bienvenida, presentaciones, la
apertura, etc.
2. Los niños salen para otra parte de la casa para su programa especial.
3. Los niños y jóvenes cristianos presentan la minicampaña evangelística infantil.
4. A los adultos se les da un mensaje evangelístico adecuado a ellos.
Cuatro cosas que Dios quiere que tu sepas:
Primera: Tu necesitas ser salvo: Romanos 3:23; Isaias 53:6
Segunda: Tu no puedes salvarte a ti mismo: Proverbios 14:12; Juan 14:6; Hechos 4:12
Tercera: Lo que nuestro Señor Jesucristo ha provisto para tu salvación: Juan 3:16; 2ª de
Corintios 5:21
Cuarta: Nuestro Señor Jesucristo es poderoso para salvar y guardar: Hechos 16:31; 1ª
Timoteo 2:5; Hebreos 2:18
8. EL CULTO INFANTIL
El culto infantil por sus características es especialmente para niños; cuenta con
todos los elementos tradicionales del culto cristiano convencional sólo con un enfoque y
una orientación esencialmente niño-céntrico.
El culto es un componente principal en el discipulado de los niños, en un sentido
dirigido hacia Dios y en otro hacia el niño.
Elementos de un Culto Infantil.
1. El tiempo. El culto infantil dura desde 40 minutos hasta una hora debido
principalmente a dos razones:
a. Por lo fugaz de la atención del niño (1×1). Cada actividad debe durar 10 minutos o
menos.
b. Por acomodarse al tiempo del sermón y la conclusión del culto para adultos.
2. La participación de los niños en el culto principal.
El culto infantil puede empezar con una rápida participación de los niños en el
culto adulto general. Puede abarcar de 10 a 20 minutos antes del sermón. Los niños
presentan un programa sencillo. Guiados por sus discipuladores, pueden participar en
unos minutos de alabanza, cantar un himno especial, repetir coralmente un texto bíblico,
hacer una serie de oraciones, testificar o repetir la lección de la semana anterior. Durante
este tiempo el pastor puede presentar un sermón infantil o una lección objetivo.
Una vez que los niños hayan concluido su participación, abandonan la nave para
continuar con su culto infantil en otro lugar.
3. El lugar. El lugar donde se realiza el culto infantil debe reflejar todo lo positivo del
Padre Celestial en cuanto a los niños. Sacar a los niños, después de su participación,
de una hermosa y bien cuidada nave para llevarlos a un lugar inadecuado o
descuidado es menospreciar a los niños, una causa del fracaso en el ministerio
infantil.
El lugar destinado para el culto infantil debe ser confortable y apto para los
niños y sus actividades.
4. Todo niño-céntrico. Las características del culto infantil deben regirse por las reglas
generales del ministerio infantil:
a. La regla del Salmo 122:1. Yo me alegré con los que me decían: a la casa del
Señor iremos.
b. La regla de 1 x 1.
c. La regla de variedad en las actividades. Por ejemplo, no se debe tener 20 o 30
minutos de canto continuo, sino dos o tres bloques de 10 minutos espaciados por
un buen número de otras actividades intermedias.
d. La regla de la participación de los niños. El culto infantil es también útil para
iniciar y capacitar a los niños en varias áreas del liderazgo cristiano, tales como
dirigir un culto o un coro.
e. La regla del cambio rápido. Variar las actividades.
5. Componentes. Debe incluir algunos de los elementos enlistados a continuación,
según la planeación semanal del equipo. Es importante mantener una variedad de
semana en semana.
himnos visualizados e ilustrados ( 1 por semana)
coros visualizados e ilustrados de nuevo aprendizaje (1 por semana)
coros visualizados e ilustrados ya conocidos
lectura bíblica alternada
oración de gratitud
oración especial por una necesidad urgente
ofrenda general
ofrenda misionera
un minuto sobre misiones: un informe visualizado con mapas, gráficas, recortes
y fotos acerca de la obra misionera mundial
sermón infantil
trabajo manual, basado en el sermón infantil
texto bíblico visualizado e ilustrado para memorizar
testimonios
números especiales
descansos
6. El Equipo. En la reunión semanal se decidirán los discipuladores responsables para
el próximo culto. Es posible que el equipo se divida y varios grupos se hagan
responsables por el culto infantil durante determinados períodos de tiempo o
alternadamente. El número de discipuladores presentes en un culto debe ser
proporcional al número de niños asistentes: un discipulador por cada 12-15 niños.
La ofrenda.
Los niños a esta edad ya tienen un concepto más definido de lo que es ofrendar. Se
sugiere que el maestro tenga un objeto que se use exclusivamente para este acto. Siendo
conocido por los pequeños, ellos por sí solos llegando a su clase, se dirigirán a depositar
su ofrenda. Este hábito de dejar su ofrenda antes que hacer otra actividad, ayudará al
maestro a mantener el orden, evitar que los niños pierdan el dinero, lo están tirando, o lo
lleven a su boca.
El objeto que se destinará para la ofrenda puede ser:
(1) Una casita en forma de templo con una ranura en la parte de arriba.
(2) Una casita de forma cuadrada pintada con alegres colores.
(3) Un vaso de cartón decorado con una cara sonriente.
Aunque depositan la ofenda antes de la lección, planee un tiempo durante las
actividades de adoración para dedicarla. Se puede hacer pidiendo a un niño que sostenga
el receptáculo en sus manos mientras el maestro explica lo que están haciendo. Después,
los niños pueden cantar algo apropiado como “Oye mi Señor, las gracias te doy”, o
“Aunque solo un niño soy” ( los dos se encuentran en “Melodías para Niños”). También,
pueden orar.