¿Tuvo hermanos carnales? Los hermanos de Jesús

¿Tuvo hermanos carnales?

Los hermanos de Jesús

Todos son hijos de la misma madre, Gén. 20:12; Deut. 13:6; Jueces 8:19; Cant. 8:1. En el Salmo 50:20 se lee:

«Sentaste para hablar contra tu hermano, y echas deshonra sobre el hijo de tu madre».

En el Salmo mesiánico 69:8 está escrito:

«Fui extraño a mis hermanos, fui forastero á los hijos de mi madre».

En este paralelismo hebreo «mis hermanos» y los hijos de mi madre significan una misma cosa (Scío).

Fue cumplida en la persona de Jesucristo esta profecía.

Para establecer la hipótesis católica debería probarse que sus hermanos eran sus primo-hermanos.

Pero tenemos en la Biblia esta misma relación (de consobrinus, cousin) bajo el nombre de «hijos del tío», Éxodo 6:20; Núm. 36:11 y 12 y Jer. 7:2, traducido en los Setenta por Anepsios, en Tobías 7:2, y en la Epístola de Pablo a los Colosenses 4:10.

Los vecinos de Nazaret consideraban a Jesús como miembro de la misma familia, hermano de cuatro hijos y de todas las hijas de la misma madre, y no como sobrinos y sobrinas de María (Mateo 13:55-57), eran los de su casa que vinieron con la madre a buscarlo. Marcos 3:31. Así lo entiende Tertuliano.

La objeción de A. Loisy es la misma que la de los papistas, es decir, «Si se habla de hermanos de Jesús, no se presentan como hijos de María, sino como hijos de José, del carpintero, como Jesús también». Es porque en las genealogías de los hebreos figuran los padres, y no las madres.

Para sostener la preocupación dogmática de la virginidad perpetua de María, los dogmatizadores, apoyándose en dos apócrifos del siglo II (Evangelio de S. Pedro y Pro-evangelio de Santiago) suponen que José tuvo hijos de su primer casamiento y quedó viudo cuando se casó con María.

Otra hipótesis no menos arbitraria, es la de Jerónimo, quien (contra Helvidius) identificó sin razón, a María, la esposa de Clopas o Alfeo con la hermana de María en el texto Juan 19:25 (según el cual hay cuatro mujeres, dos a dos: María y su hermana; María de Clopas y María de Magdala).

Luego es imposible identificar a los hijos de la madre de Jesús: Santiago, José, Judas y Simón, con Santiago y José (hijos de Alfeo), y Judas, hijo de Jacobo, y Simeón el cananeo ó Zelota, o Simeón hijo de Clopas (2ndo obispo de Jerusalén, según Eusebio, Hist. Eccl. 3:32). Esta identificación hoy admitida por P. Didon, A. Crampon, H. Lesetre (Dict. de Vigouroux), P. Scío y otros maristas, carece de base histórica.

Otra objeción de que si hubiera tenido hermanos, Jesús no hubiera dicho á María: «He aquí tu Hijo» sino hijo (sin el artículo) no es demostración de ser él su unigénito. Al perder por la muerte a su hijo, María recibió a Juan por hijo. Por estar ausentes y no creer en el Cristo, no eran los hermanos carnales de Jesús sus remplazantes.

La preocupación dogmática de la Iglesia católica es inconciliable con el hecho de que «los hermanos de Jesús no lo seguían, no pertenecían al círculo de sus discípulos, Juan 7:5, y no pueden identificarse con los apóstoles que llevaban los mismos nombres de Santiago (hijo de Alfeo) y Judas (hijo de Jacobo).

Si no creían en él, ¿cómo suponer a otros hermanos que creían en Jesús como en el Cristo? Después de la resurrección del Señor, todos se convencieron del carácter mesiánico de Jesús. 1 Cor. 9:5.

La tradición primitiva cita a Santiago, hermano del Señor, Gál. 1:19, a quien apareció Jesús resucitado, 1 Cor. 15:5, distinguido de los Doce Apóstoles, columna y anciano de la Iglesia de Jerusalén, Actos 12:17; 15:13; 21:8; Gálatas 1:19; 2:12 autor de la carta a las doce tribus (en el N. T.), hermano de Judas en otra carta. El historiador Josefo (Ant. XX) habló de este Santiago, el hermano de Jesús, dicho el Cristo».

Egesipo nombró a Santiago, el hermano del Señor, el Justo «como anciano de la Iglesia de Jerusalén, sin confundirlo con los Apóstoles, ni con un hijo de Clopas, (tío del Señor,)» esto es, primo hermano del Señor, llamado Simeón. Es solamente desde la enseñanza de Agustín y de Jerónimo a favor de la virginidad perpetua y del celibato de María, y no desde la tradición apostólica, que fue interpretado el vocablo hermano como primo-hermano (contra Helvidius y los antidicomantes).

S. Tomás buscó razones teológicas «de alta conveniencia» papal contra la maternidad de María, (1) esto es contra la verdad histórica.

Victoriano Pictavio habló todavía «de los hermanos del Señor».

Joviniano y sus discípulos en España fueron excomulgados por el papa Siricio (año 390), y el obispo de Sardica (en Iliria) Bonoso fue condenado por el Concilio de Capua por haber negado la virginidad de María, después del parto.

Los concilios de Letrán (669), y el papa Paulo IV (1565 contra la Reforma) decretaron el nuevo dogma de la virginidad antes, en, y después del parto.

Después de haber tenido hermanos y hermanas según la carne, Jesús no se avergonzó de llamarlos hermanos y hermanas, según el espíritu, en vez de vivir en el egoísmo y en el unicato como el papa romano. Salm. 22:22; Hebreos 2:11-14; Rom. 8:29.

La verdadera fraternidad; por ser espiritual supone la inferior, la familiar como típica. Mantengamos la una y la otra.

Autor: Pablo Besson

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