El Día de reposo y el Cristiano ¿Debemos Guardarlo?

El Día de reposo y el Cristiano ¿Debemos Guardarlo?

El día de reposo en la Ley del Antiguo Testamento se encuentra en el cuarto mandamiento: «Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día es el día de reposo del Señor tu Dios. No harás ninguna obra, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y reposó en el séptimo día. Por eso el Señor bendijo el día de reposo y lo santificó» (Éxodo 20:8-11).

El día de reposo era un mandato muy importante para los judíos, y en su observancia se les recordaba el pacto que tenían con Dios. Sin embargo, en el Nuevo Testamento, la enseñanza cambió y se enfocó en la gracia de Dios y la libertad que tenemos en Cristo. El apóstol Pablo enseña que no estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia (Romanos 6:14).

El día de reposo del Antiguo Testamento era un símbolo del descanso que tenemos en Cristo. En Hebreos 4:9-10 se dice: «Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas». Aquí se está hablando del descanso eterno que tenemos en Cristo, y no del día de reposo del Antiguo Testamento.

Además, en Colosenses 2:16-17, Pablo les dice a los cristianos que no permitan que nadie les juzgue por no guardar el día de reposo: «Por tanto, que nadie los juzgue en cuanto a comida o bebida, o en cuanto a días de fiesta, o de luna nueva, o de días de reposo, que son sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo».

En resumen, el día de reposo del Antiguo Testamento era un mandato importante para los judíos, pero en el Nuevo Testamento se enfatiza la gracia y la libertad que tenemos en Cristo. El descanso que tenemos en Cristo es un descanso eterno y no está limitado a un día específico de la semana. Por lo tanto, los cristianos no están obligados a guardar el día de reposo del Antiguo Testamento.


La Biblia también señala que los días festivos, incluyendo el sábado, eran una sombra de las cosas por venir, y que la realidad se encuentra en Cristo (Colosenses 2:16-17). Es decir, que el día de reposo era una anticipación de la obra que Cristo realizaría para la salvación del mundo, y que cuando él cumplió esa obra, se abolió la necesidad de guardar el sábado.

El apóstol Pablo también habla acerca del sábado en sus escritos, afirmando que no es necesario guardar el sábado para ser justificados por Dios (Romanos 14:5-6). De hecho, dice que el verdadero descanso es el que se encuentra en Cristo (Hebreos 4:1-11).

En resumen, aunque el día de reposo fue una ley importante en la Ley del Antiguo Testamento, su propósito se cumplió en la obra de Cristo, y, por lo tanto, ya no es necesario para los cristianos guardar el sábado como una ley. En cambio, los creyentes deben encontrar su descanso y su justificación en Cristo, quien es el verdadero descanso para nuestras almas.
Además, en el libro de Hebreos, en el Nuevo Testamento, se menciona que Jesús es el Sumo Sacerdote que ha entrado en el santuario celestial, no hecho por manos humanas, y que ha obtenido la redención eterna para su pueblo (Hebreos 9:11-12). Los creyentes en Jesús ya no necesitan seguir los ritos y ceremonias del Antiguo Testamento, incluyendo el día de reposo semanal, porque han sido liberados del pecado y de la esclavitud de la ley.

El apóstol Pablo también enseña que los cristianos no están bajo la ley, sino bajo la gracia de Dios a través de la fe en Jesús (Romanos 6:14-15). Él explica que el día de reposo fue un mandamiento para el pueblo de Israel, pero no para los gentiles o los no judíos (Colosenses 2:16-17). Por lo tanto, el día de reposo ya no es obligatorio para los seguidores de Jesús, porque no están sujetos a la ley mosaica.

En resumen, el día de reposo en la ley del Antiguo Testamento tenía un propósito específico para el pueblo de Israel, pero no se aplica a los cristianos del Nuevo Testamento. Jesús, como Sumo Sacerdote, ha cumplido las exigencias de la ley y nos ha liberado de su esclavitud. Los cristianos tienen libertad en Cristo para adorar a Dios en cualquier día de la semana, no solo en el día de reposo judío.

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