¿Por qué la Iglesia no acepta los libros apócrifos?

TEMA DE DISCUSIÓN EN EL FORO

1. ¿Por qué solo la Iglesia puede establecer el canon de los libros de la Biblia?

2. ¿Por qué la Iglesia no acepta los libros apócrifos?

4 Enoc es padre de Matusalén. Y de la frase ―Enoc caminó con Dios y luego desapareció‖ (Gn 5, 24) se pasó a

varios cuentos y mitos sobre él

5 Donde se cuenta más ampliamente la historia del Génesis, dándole colorido y enseñanza.

6 Contiene leyendas de los tiempos anteriores a los Macabeos y argumentos filosóficos sobre la razón.

7 Escritos de la época cristiana, con interpretaciones bíblicas y exhortaciones apocalípticas

8 Es quizás uno de los escritos más conocidos y fascinantes sobre la infancia de Jesús y de los apóstoles. Ejerció gran influencia en la piedad popular

QUINTA SESION

INSPIRACION Y REVELACION DE LA BIBLIA

Distinguir la diferencia entre inspiración y revelación.

INTRODUCCIÓN

Problemas que tenemos que solucionar en esta lección: ¿Son puramente humanos los libros de la Biblia? ¿Interviene Dios en ellos? ¿Cómo? ¿Cómo puede ser Dios el autor de la Biblia, si no lo vemos ni le oímos, ni le tocamos? ¿Por qué Dios tiene que escogerse a hombres para dar su mensaje? ¿El escritor sagrado es como cualquier escritor que se siente inspirado? ¿Cuánto hay de cosecha de ellos y cuanto de grano de Dios? ¿Y si se equivocaron? ¿La Biblia contiene errores científicos y geográficos?

Hay dos textos en la Sagrada Escritura que nos servirán de hilo conductor:

–   “Toda Escritura es divinamente inspirada” (2 Tim 3, 16).

–   “La profecía no ha sido jamás proferida por humana voluntad, sino que llevados

por el Espíritu Santo, hablaron los hombres de parte de Dios” (2 Pe 1, 21).

Y un texto del Concilio Vaticano II servirá también de referencia: “La Iglesia reconoce que todos los libros de la Biblia, con todas sus partes, son sagrados y canónicos, en cuanto que, escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios como autor y como tales han sido confiados a la Iglesia” (Dei Verbum 11).

Dios sale al encuentro de los hombres con infinito amor, pero lo hace de modo progresivo, revelándose primero a Moisés, después a los Profetas y después por su Hijo y por los Apóstoles. Al querer Dios que su divina Palabra quedase por escrito, tenía que intervenir eficazmente. Y lo hizo escogiendo a unos hombres, a quienes iluminó su inteligencia y movió su voluntad.

OBJETIVO DOCTRINAL: Explicar que la Biblia es auténtica Palabra de Dios y auténtica palabra humana. Distinguir la diferencia entre inspiración y revelación.

OBJETIVO VIVENCIAL: Acercarnos a la Biblia con gran fe, veneración y con el deseo de encarnar el mensaje de Dios en nuestra propia vida.

TESIS:

Al influjo sobrenatural de Dios sobre la inteligencia y voluntad de cada uno de los escritores sagrados se llama INSPIRACIÓN. Dios no sólo hizo y habló, sino que quiso que sus palabras llegaran frescas y vivas a sus hijos de todos los tiempos y para ello inspiró a unos hombres para que escribieran su mensaje de salvación. Todo este mensaje de Dios se contiene en la Biblia. Por tanto, la Biblia tiene como autor principal a Dios Espíritu Santo,

pero se sirvió de unos autores a quienes inspiró9, iluminándoles el entendimiento para que comprendieran lo que Dios quería decirles, moviéndoles la voluntad para que escribieran todo y sólo lo que Dios quería decirles y cuidándoles para que no se equivocaran, en lo concerniente al conocimiento de Dios y a nuestra salvación eterna. En los libros canónicos

se halla toda la verdad que el hombre necesita para salvarse, y por ello están exentos de todo error relativo a la salvación y al designio salvífico de Dios.

EXPLICACIÓN DE LA TESIS

¿Qué es inspiración?

Inspiración bíblica quiere decir que todos los libros de la Biblia fueron escritos bajo el directo influjo y asistencia del Espíritu Santo. Por eso la Biblia tiene como autor al mismo Dios.

Dios se sirvió, para escribirla, de algunos hombres santos, que se han llamado ―escritores sagrados‖. Para entender la acción de Dios sobre el escritor sagrado se suele comparar a la de un gerente que manda a su secretaria a escribir dándole las ideas.

Por eso, cuando nosotros leemos la Biblia o la escuchamos proclamar, nos emocionamos, porque la Biblia es la Palabra de Dios. Es como una carta de amor, que Dios nos escribe a cada uno.

Podemos decir, entonces, que la Biblia tiene dos autores: el autor principal es el Espíritu Santo, y los autores secundarios son los hombres de quienes Dios se sirvió para escribir cada uno de los 73 libros de la Biblia. Por eso decimos que los libros de la Biblia son

―inspirados‖.

El Espíritu Santo ejerce con los autores sagrados tres acciones:

–    Los ilumina el entendimiento, para que comprendan lo que Dios quería decirles.

–   Les mueve la voluntad, para que escriban todo y sólo lo que Dios quiere.

–    Les cuida para que no se equivoquen en nada de lo concerniente a la salvación.

Este hecho de la inspiración nos lleva a hacer unas reflexiones importantes que hay que tener en cuenta a la hora de comprender el mensaje bíblico:

–    Dios habla en la Biblia por medio de los hombres, con un lenguaje humano. Así lo dice la Dei Verbum: ―Dios habla en la Escritura por medio de hombre y en lenguaje humano‖ ((DV, 12). Sólo la palabra humana puede dar cuerpo y forma a la palabra divina. La mediación es un requisito absolutamente necesario para que la palabra de Dios llegue a oídos humanos e influya eficazmente en su vida, con eficacia salvífica. ¿Qué es lo que hace posible esta

9 Durante mucho tiempo a estos escritores sagrados se les llamó ―Boca de Yavé‖, porque eran hombres

posesionados del Espíritu Divino

mediación de la revelación divina? La presencia activa, dinámica del Espíritu de Dios en los mediadores. Esta misma fuerza divina actúa sobre los oyentes o lectores, de modo que la palabra humana, al entrar en los oídos y en el corazón de los hombres, sufra, bajo la acción del Espíritu, el desnudamiento del lenguaje humano y llegue a la intimidad del alma como Palabra de Dios. Ahora se entiende por qué el mensaje de Dios ha sido escrito con la mentalidad y cultura de cada tiempo y de cada lugar. Este lenguaje, de un país y de un tiempo tan antiguo, es lejano a nosotros en un primer momento, y exige una preparación adecuada para poderlo entender aquí y ahora, para nosotros. Por eso, la Iglesia invita a los cristianos a desconfiar de una interpretación individual10 y a atenerse a la interpretación de la misma Iglesia, a quien ha sido confiada la verdad de la Palabra de Dios11.

–    La mayor parte de los autores que escribieron el Antiguo Testamento son desconocidos. Cosa muy comprensible dado que, antiguamente, especialmente entre los pueblos orientales, no tenían el sentido de propiedad que tenemos hoy. Nosotros componemos una poesía o un libro y lo primero que aparece es el

autor. En cambio, los antepasados, no. Los escritos, más que al individuo, pertenecían a la comunidad y no ponían por lo general su firma.

Consecuencias de la Inspiración

a)  La primera es la Revelación: es decir, que Dios se abre, se revela, se manifiesta a cuantos abren la Biblia y la leen con fe.

b)  Otro efecto es la Unidad de toda la Biblia: aunque haya sido escrita en un largo tiempo, y por diversos autores sagrados, es producto de la sabiduría de Dios, un solo autor, que quiere revelar al hombre un mensaje central: “El misterio de Dios,

preparado en el pueblo de Israel y manifestado en Cristo Jesús”.

c)  Sacramentalidad de la Biblia: es decir, la Biblia es un signo visible de Dios y ofrece la oportunidad de encontrarse con Dios en Cristo.

d)  Inerrancia de la Biblia, es decir, la ausencia de todo error. Esto conlleva dos verdades: que siendo toda la Biblia inspirada por Dios, toda su doctrina es Palabra de Dios y en ella no puede haber error o falsedad en lo concerniente a la salvación; que entre la Biblia y las ciencias naturales no puede haber oposición, porque tienen al

mismo Dios como autor y creador12.

10 ―En relación con esto, sabed que ninguna profecía de la Escritura puede ser interpretada por cuenta propia…‖ (2

Pe 1, 20)

11 ―Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder del abismo no la hará perecer. Te daré las

llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo‖ (Mt 16, 18-19).

12 Hay en la Biblia aparentes contradicciones entre algunos datos bíblicos y lo que dice la ciencia. Por ejemplo, en la

creación del mundo, en la creación del hombre, en datos de geografía y de historia antigua. Son ―aparentes‖ errores, porque la Escritura no intenta darnos enseñanza científica, sino que quiere darnos un mensaje religioso. Por eso es que, cuando los escritores sagrados hablan de asuntos de ciencias, se acomodan al común sentir de la gente de su tiempo.

Veamos algunos de esos errores ―aparentes‖: la Biblia habla de la creación del mundo en siete días, mientras que la ciencia nos dice que el Universo se formó en muchos miles de años; la Biblia nos dice que el hombre fue creado por Dios, la ciencia nos dice que probablemente provenimos del mono; en el libro de Jonás se cuenta que el profeta pasó tres días y tres noches en el vientre de una ballena, y esto es humanamente inverosímil. O el episodio del diluvio universal (Gn 6), la torre de Babel (Gn 11).

No olvidemos que la Biblia no es un libro donde se pueda buscar y encontrar datos de la historia o geografía13, o datos científicos del origen del Universo. Al autor sagrado no le interesa la verdad histórica o geográfica, sino una enseñanza religiosa sobre el sentido de la vida humana, en relación con Dios, a fin de que el hombre llegue a la salvación.

Estos son los principios fundantes de la verdad bíblica:

1.  El objeto formal de la verdad bíblica es la salvación del hombre, y no tanto el hecho histórico.

2.  Para acceder a la verdad bíblica es indispensable el conocimiento y el buen uso

de los géneros literarios.

3.  La verdad bíblica es históricamente progresiva y tiene su culminación y plenitud en Jesucristo, camino, verdad y vida. Dios desvela su designio, su doctrina como

lo hace un padre con su hijo, poco a poco. Dios sigue una pedagogía. Cada siglo

nos da una nueva luz que se proyecta sobre las verdades escondidas desde toda la eternidad. La verdad de la Escritura es por tanto fruto de la totalidad de los textos sagrados.

¿Qué es la Revelación?

Es la manifestación por la que Dios hace conocer a los hombres verdades que por sí mismos serían incapaces de conocer. Literalmente revelación quiere decir quitar el velo que oculta algo. Entre estas verdades está la verdad profunda de la Creación, la verdad de la Santísima Trinidad, las relaciones entre Dios y el hombre a través de la gracia que nos capacita para hablar con Dios y entrar en diálogo amoroso con Él, Dios como Padre lleno de misericordia,

el destino del hombre a unirse a Dios en el cielo, las postrimerías o novísimos14.

Dios se ha revelado, ha hablado para que lo conozcamos. Y el único motivo ha sido el amor a nosotros, el querer compartir con nosotros su vida divina y trinitaria.

Si la Revelación es la manifestación de Dios mismo y de su amor, nosotros, los hombres, no podemos quedar indiferentes; hemos de acoger a Dios, recibirlo, abrirle las puertas de nuestro corazón, corresponder a su amor. Como expresa san Agustín: “Para que, escuchando, crea, y creyendo espere, y esperando ame”. Sólo conociendo y creyendo en la Sagrada Escritura como Revelación divina, tendrá nuestra lectura bíblica un verdadero sentido y sólo así podremos escuchar con fe el mensaje que hoy Dios nos quiere decir a

cada uno de nosotros.

Cuando esa manifestación de Dios se pone por escrito, tenemos la inspiración. En resumen, inspiración es la acción divina sobre la mente y la voluntad de unos hombres para

13 La observación astronómica fue descubriendo poco a poco unas leyes que no estaban en conformidad con los enunciados de la Biblia. Tarde o temprano había de crearse el conflicto entre la posición de los teólogos y la orientación de la ciencia. El caso Galileo constituye la punta de iceberg de este conflicto con su teoría sobre la traslación de la tierra en torno al sol. La mentalidad escolástica, formada a base de la lectura lógica de los textos bíblicos, no estaba capacitada para una conversión mental, como la exigida por el problema suscitado por Galileo. No ha de olvidarse, con todo, que Galileo no fue condenado por exponer su teoría (se le permitió seguir manteniéndola en privada, y como teoría y no como afirmación), sino por no obedecer el mandato de la Inquisición Romana de no exponerla ni defenderla públicamente de palabra o por escrito.

14 Se llaman postrimerías a esas verdades eternas que se meditan en los Ejercicios Espirituales: muerte, juicio, cielo, infierno y purgatorio

que fijen en libros esa Revelación de Dios, transmitida de boca en boca. El concilio Vaticano II lo dice bellamente así: “La revelación que la Sagrada Escritura contiene y ofrece ha sido puesta por escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo. La santa Madre Iglesia, fiel a la fe de los apóstoles, reconoce que todos los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, con todas sus partes, son sagrados y canónicos, en cuanto que escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios como autor, y como tales han sido confiados a la Iglesia” (Dei Verbum, 11).

La Revelación tiene su plenitud en Jesucristo, el Hijo de Dios, hecho hombre que nos ha comunicado toda la verdad. Ya no habrá más revelaciones. Con Cristo se cerró la revelación. Él es la última palabra del Padre.

CONCLUSIÓN

Por todo lo dicho concluimos: la Iglesia siempre ha afirmado que la Biblia no es un libro meramente humano, sino que hay en ella un valor superior, por estar inspirada por Dios, y así lo ha declarado en cuatro grandes concilios: Florentino, Tridentino y Vaticano I y II. Por tanto, es una verdad de fe revelada, que hay que creer.

Resumamos el significado de revelación15

–   ¿Qué es? La Revelación es la manifestación de Dios mismo, de su intimidad.

–   ¿Cómo se revela? Con palabras y hechos progresivos.

–   ¿Por qué se revela? Por amor

–   ¿A quién se revela? Al hombre. Primero, al pueblo de Israel y después a todos.

–    ¿Para qué se revela? Para invitarnos y recibirnos en su compañía, ofreciéndonos la salvación.

–    ¿A través de quienes se revela? A través de los autores sagrados, a quienes les inspiró que escribiesen su mensaje de salvación. Ahora bien, la palabra divina pasa por la palabra humana, pero no se identifica con ella, como la gracia pasa

por los sacramentos. En ella pone Dios su morada y desde ella dialoga y entabla el encuentro de salvación con los hombres. En su mensaje, revelado en la Biblia, no hay ningún error concerniente a nuestra salvación, aunque haya imprecisiones de carácter histórico o científico, pues los autores sagrados no eran historiadores,

ni querían hacer historia en el sentido del positivismo moderno. La inspiración ha sido concedida al autor humano en vista de un determinado mensaje que ha de comunicar en orden a la salvación del hombre.

Nuestra respuesta a la revelación de Dios es la fe. Para que el hombre se haga partícipe de los bienes divinos, que superan totalmente la inteligencia humana, debe escuchar para creer, para que creyendo espere, esperando ame y amando viva, y llegue a la salvación eterna, y así gozar de la presencia de Dios.

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