¿Hallará Jesús fe en la Tierra? | Tú que piensas al respecto

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero hablarles acerca de la importancia de mantener firme nuestra fe y nuestra esperanza en Jesucristo. Como dice en Hebreos 11: 1, «La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.» Aunque a veces no podemos ver lo que Dios está haciendo en nuestras vidas, podemos tener la certeza de que Él tiene un plan perfecto para nosotros.

En momentos de duda o incertidumbre, podemos recordar las palabras de Jesús en Mateo 21: 22, «Si creen, recibirán todo lo que pidan en oración.» Nuestra fe en Dios y en Su Palabra es lo que nos da la confianza para pedirle a Dios lo que necesitamos y esperar que Él nos conceda nuestras peticiones.

Pero la fe no es solo creer en Dios, sino también confiar en Él en cada aspecto de nuestra vida. Como dice en Proverbios 3:5-6, «Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.» Debemos confiar en Dios en todas las áreas de nuestra vida, desde nuestras relaciones hasta nuestras finanzas, sabiendo que Él nos guiará y nos protegerá.

Y como cristianos, también debemos demostrar amor y bondad a los demás, siguiendo el ejemplo de Jesús. Como dice en Juan 13: 34 35, «Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. Si tienen amor los unos por los otros, todos sabrán que son mis discípulos.»

Pero a veces la vida puede ser difícil y puede ser fácil desanimarse. Es en estos momentos que debemos recordar la esperanza que tenemos en Cristo. Como dice en Romanos 5: 5, «Y la esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha dado.» Debemos tener la esperanza de que Dios tiene un propósito para nuestras vidas y que Él está trabajando en nosotros para bien.

Por último, la meta a lograr en nuestra vida cristiana es llegar a ser más como Cristo. Como dice en Efesios 4: 13, «hasta que todos alcancemos la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, y lleguemos a ser adultos en la fe, es decir, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.» Debemos esforzarnos cada día para ser más como Cristo, siguiendo Su ejemplo de amor, bondad y servicio a los demás.

En resumen, hermanos y hermanas en Cristo, mantengamos firme nuestra fe y esperanza en Jesucristo, demostrando amor y bondad a los demás, recordando la esperanza que tenemos en Él, y esforzándonos cada día por ser más como Cristo. Que Dios los

fortalezca en su camino y les conceda la sabiduría y la gracia para seguir adelante. Recuerden las palabras de Filipenses 4: 13, «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.» Confiemos en que Dios nos fortalecerá en nuestras debilidades y nos llevará a la meta que Él tiene para nosotros.

Que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde nuestros corazones y nuestros pensamientos en Cristo Jesús. Amen.

Padre Celestial, te damos gracias por ser nuestro Salvador y nuestro guía en la vida cristiana. Te pedimos que nos ayudes a mantener firme nuestra fe y nuestra esperanza en Jesucristo, incluso cuando las circunstancias de la vida nos desafían y nos desaniman.

Danos la fortaleza y la sabiduría para confiar en ti en cada aspecto de nuestra vida, sabiendo que tienes un plan perfecto para nosotros y que siempre estás trabajando en nosotros para bien.

Ayúdanos a demostrar amor y bondad a los demás, siguiendo el ejemplo de Jesús. Que podamos ser un reflejo de tu amor y gracia en el mundo que nos rodea, y que podamos llevar tu luz y esperanza a aquellos que nos rodean.

Que nunca perdamos de vista la esperanza que tenemos en Cristo, y que siempre recordemos que tú estás con nosotros, incluso en los momentos más oscuros de nuestra vida.

Finalmente, te pedimos que nos ayudes a ser más como Cristo en nuestra vida diaria. Que podamos seguir Su ejemplo de amor, bondad y servicio a los demás, y que podamos crecer cada día en la fe y en el conocimiento de Él.

Te agradecemos por tu amor incondicional y por tu gracia, y te pedimos que nos guíes y nos protejas en nuestro camino. En el nombre de Jesús, oramos. Amen.