EL RAPTO DE LA IGLESIA
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LA DEFINICIÓN DE LA IGLESIA INVISIBLE
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EL RAPTO DE LA IGLESIA

Hay dos asuntos separados concernientes al Rapto de la Iglesia: Primero, Los Eventos del

Rapto en sí: Segundo, el momento del Rapto.

  1. Los Eventos del Rapto

Hay tres pasajes claves que deben ser estudiados para tener un buen entendimiento del

Rapto de la Iglesia.

  1. Juan 14:1–3

No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi

Padre muchas mansiones hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho. Voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo; para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

Este pasaje no da los detalles del evento del Rapto, pero contiene la promesa de que tomará lugar, pues Yeshua prometió regresar por los creyentes. Nada es revelado en

cuanto al momento o las circunstancias, sólo el hecho de que el Mesías vendrá por sus santos. Esta venida exclusivamente por los santos es el asunto de revelación en los otros dos pasajes. Este pasaje nos da un punto clave; la venida por los creyentes con el propósito de llevarlos a donde Él iba en ese momento. Ya que Yeshua iba al Cielo, su venida será para llevar a los santos al Cielo, no a la tierra. Esto es importante porque entre los que creen en la post-tribulación los santos encuentran al Señor en el aire y luego regresan con Él a la tierra. Pero esa no es la promesa aquí, sino que Él promete llevar a los creyentes al Cielo. Este pasaje no dice nada acerca del momento del Rapto, solo dice que el resultado será que los santos de la Iglesia entrarán al Cielo. Esto va de acuerdo con la Pre-tribulación.

  1. 1 Tesalonicenses 4:13–18

Este pasaje describe el programa del Rapto. Pablo responde a una pregunta que había

sido hecha en Tesalónica. ¿Los creyentes que han muerto, se perderán los beneficios del Rapto? En los versículos 13-15 Mas no quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Él a los que durmieron en Jesús. Por lo cual, os decimos esto por palabra del Señor; que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Los creyentes que aún estaban vivos sabían que venía un Rapto, pero no entendían de qué manera, los santos que ya habían muerto, formarían parte del Rapto. Así que, algunos pensaban que sólo los creyentes en vida disfrutarían los beneficios del Rapto y no los creyentes que ya habían muerto. La pregunta se levantó porque algunos creyentes recién habían  fallecido  y  sus  seres  amados,  que  todavía  vivían,  estaban  desalentados,  no sabiendo cuál sería el futuro de aquellos. Aparentemente, mientras Pablo estaba con ellos, les enseñó algunas verdades acerca del Rapto en relación a los creyentes que estaban vivos, pero no en relación a los creyentes que ya habían muerto. En referencia a la muerte de los creyentes, Pablo utiliza el término “dormido”. Cuando se utiliza esta palabra como sinónimo de muerto, es utilizada sólo para el creyente, nunca para el no-creyente. Así, la Biblia ve la muerte del creyente como una suspensión temporal de actividades físicas, hasta que el creyente sea despertado en el Rapto. Así como el dormir físicamente es una suspensión temporal de actividad física, hasta que uno despierta, pero no es una suspensión de actividad mental. Así la muerte es una suspensión temporal de actividad física, hasta que uno despierta en la resurrección. Estos versículos no enseñan “alma durmiente” pues no hay suspensión de actividad del espíritu o del alma, solamente física. Habiendo dicho que los creyentes que duermen se beneficiarán del Rapto antes que los que viven, Pablo narra en siete etapas la secuencia cronológica del evento del Rapto para mostrar por qué esto es verdad; dice en los versículos 16-17: Porque el Señor mismo con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

Primero: el Señor mismo, descenderá del cielo; En algún momento futuro el Mesías vendrá del Cielo de los Cielos y descenderá al cielo atmosférico.

Segundo: Con aclamación. La palabra Griega <keleuma> usada aquí, es la de un comandante militar que viene del comando central, como una orden del comandante en jefe. Un día el comandante en jefe vendrá de su comando central celestial y dará una orden, un mandato para que la resurrección de los creyentes tome lugar.

Tercero:  Con  voz  de  arcángel.  Los  ángeles  comúnmente  son  usados  para  poner  en marcha los planes de Dios. El Arcángel Miguel será utilizado de esta manera en cuanto al Rapto. Lo que dirá esta voz no se nos dice, pero si aplicamos a este evento los procedimientos militares que conocemos, entonces el subcomandante solo repetirá la orden del comandante en jefe. Yeshua dará la voz de mando para que comience el programa del Rapto, y la tarea de Miguel será repetir el mandato para poner todo en marcha.

Cuarto: Con trompeta de Dios. El sonido de la trompeta era usado para dar la orden de batalla, o de Guerra. La repetición de Miguel y el sonido de la trompeta serán la voz de arranque para el Rapto. Así que la trompeta servirá para poner en marcha el plan.

Quinto: Los muertos en Cristo resucitarán primero. Esta es la resurrección de los santos que han muerto. La razón por la que ellos no se perderán los beneficios del Rapto es porque ellos serán los primeros en disfrutarlos. La expresión en Cristo limita la resurrección del tiempo del Rapto a aquellos que fueron bautizados por el Santo Espíritu en el Cuerpo del Mesías, la Iglesia. Así, la resurrección de los santos que han muerto está limitada sólo a los santos de la Iglesia. Los santos del Antiguo Testamento serán resucitados en un tiempo después, de acuerdo al programa profético de Dios.

Sexto: Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes. La resurrección de los santos ya fallecidos, será seguida por la translación de los santos que estén vivos. Sin excepción, todo creyente será removido de esta tierra y será unido con el Señor en los cielos. La palabra Griega aquí es

<harpazo> que significa “arrebatados”. La raíz de la palabra inglesa viene de la palabra latina, que a su vez equivale a la griega. Los creyentes vivos serán arrebatados y unidos con los que ya murieron.

La séptima etapa será: Para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. El paso final en el evento del Rapto será que los creyentes resucitados y los trasladados vivos, ambos recibirán al Señor en el aire. Enseguida viene la garantía de que los creyentes vivos, que se reunirán con Él en el aire, permanecerán con Cristo y regresarán con Él al Cielo, cumpliéndose así la promesa de Juan 14:1-3. Este pasaje tampoco nos dice el momento del Rapto, sólo nos da la secuencia cronológica de cómo acontecerán los eventos del Rapto. Así que Pablo consuela a los entristecidos creyentes, con la verdad de que los muertos en Cristo no se perderán los beneficios del Rapto; de hecho, ellos serán los primeros en disfrutarlos. Dice en el versículo 18: Por tanto, consolaos unos a otros con estas palabras.

  1. 1 Corintios 15:50–58

El tercer pasaje trata con el cambio de naturaleza del cuerpo. El versículo 50 declara la

necesidad de este cambio en los creyentes vivos que serán arrebatados y en los santos resucitados: Mas esto digo, hermanos; que la carne y la sangre no pueden heredar el

 

reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción. El contexto de estas palabras se encuentra en Génesis 2:17: pero del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. Y más aún, en Génesis 3:17–19: Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu esposa, y comiste del árbol de que te mandé, diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida; espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Por causa del pecado, el hombre está sujeto a corrupción y mortalidad. Todos los hombres, por imputación, son vistos como culpables de participar del pecado de Adán según Romanos

5:12–14: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Porque antes de la ley, el pecado estaba en el mundo; pero no se imputa pecado no habiendo ley. No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán; el cual es figura del que había de venir.

El hombre vive bajo sentencia de muerte, en tanto que su cuerpo esté sujeto a corrupción y mortalidad. La naturaleza pecaminosa está en él, y los resultados del pecado son evidentes en la muerte de su cuerpo. Este cuerpo, que está sujeto al pecado, muerte y corrupción, no puede entrar a un estado Eterno. Así que, este cuerpo necesita ser transformado, ya sea por resurrección, o por translación, antes de poder entrar a la eternidad. El cambio necesario es descrito en los versículos 51-53 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados. En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.

El énfasis está puesto en la rapidez del cambio. Tomará lugar en un momento. La palabra Griega para describirlo viene de la misma palabra moderna <átomo> El énfasis está en que tomará lugar en “un átomo de tiempo,” será así de rápido. Además dice, en un abrir y cerrar de ojos.  Esto no es una referencia a un parpadeo, sino a una repentino destello de reconocimiento.” Será como ver a una persona y de repente reconocer quién es. Un destello de reconocimiento es lo que significa el abrir y cerrar de ojos. Esto también enfatiza lo rápido del cambio.

 

Este evento tomará lugar en el tiempo de la final trompeta (1 Ts 4:16). Ambos,  Los que creen en la Mid-tribulación y los que creen en la Post-tribulación tratan de identificar esto con la séptima trompeta del Libro de Apocalipsis. Pero esto no es lo que Pablo quiso decir con la final trompeta; porque en el tiempo en que fue escrita su primera carta a los Corintios, Juan aún no había escrito el Libro de Apocalipsis. Los Corintios no podían tener conocimiento de las siete trompetas. Sin embargo, por el hecho de que Pablo usó el artículo definido la final trompeta, es evidente que él esperaba que los Corintios supieran de lo que él hablaba. El único conocimiento que ellos tenían acerca de las trompetas, es del que se habla en el Antiguo Testamento, especialmente en la fiesta de las trompetas. La final trompeta se refiere a la fiesta, a la práctica de los judíos de sonar trompetas en la fiesta cada año. Durante esta ceremonia, hay una serie de sonidos de trompeta cortos, concluyendo  con  un  sonido  largo  llamado  <tekiah  gedolah>,  que  significa  “el  gran sonido de trompeta” A éste es al que Pablo se refería cuando dijo la final trompeta. Así

que, no nos dice nada acerca del momento en que sucederá el Rapto de la Iglesia, sólo que cuando éste tome lugar se cumplirá La Fiesta de las Trompetas. Esta trompeta, es la misma trompeta de Dios encontrada en 1 Tesalonicenses 4:16. En este pasaje, al sonido de la trompeta, los santos que han muerto serán resucitados incorruptibles y los santos vivientes serán transformados. Así, en el versículo 53, el problema de corrupción, que mantiene a los cuerpos muertos fuera del Cielo, será solucionado a través de la resurrección y vendrán a ser incorruptibles. El mortal, el que esté con vida, se vestirá de inmortalidad por la traslación. No hay mucha revelación acerca de la naturaleza de este cuerpo glorificado, pero muchas cosas son dichas respecto a ella. Lo que claramente es revelado acerca del cuerpo resucitado lo encontramos en 1 Corintios 15:35-49. Seis cosas son señaladas acerca de los cuerpos resucitados, en los versículos 42-49 y 53.

Versículos 42–49 dicen: Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción,  se  levantará  en  incorrupción;  se  siembra  en  deshonra,  se  levantará  en gloria; se siembra en flaqueza, se levantará en poder; se siembra cuerpo natural, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo natural, y hay cuerpo espiritual. Y así está escrito: El primer hombre Adán fue hecho un alma viviente; el postrer Adán, un espíritu vivificante. Mas lo espiritual no es primero, sino lo natural; luego lo espiritual. El primer hombre, es de la tierra, terrenal; el segundo hombre que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales Y así como hemos llevado la imagen del terrenal, llevaremos también la imagen del celestial.

 

Versículo 53 dice: Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.

En primer lugar, es un cuerpo incorruptible, versículo 42. En segundo lugar, es un cuerpo glorificado, versículo 43a, al igual que Filipenses 3:21. En tercer lugar, es un cuerpo en el poder  de  la  resurrección,  versículo  43b.  En  cuarto  lugar,  es  un  cuerpo  espiritual, versículos 44–46. En quinto lugar, es un cuerpo celestial, versículos 47–49. En sexto lugar, es también un cuerpo inmortal, versículo 53.

Es posible que alguna información acerca de la naturaleza del cuerpo nuevo pueda ser extraída de un estudio sobre la naturaleza del cuerpo resucitado del Mesías. Pero aquí, cierta cautela debe ser aplicada. Esta clase de información tiene un gran detrimento: no siempre es fácil determinar si lo que era verdad en cuanto al cuerpo del Mesías se debía a su resurrección o a su deidad. Así que, algunas de las siguientes observaciones, que tienen que ver con Su cuerpo, pueden ser verdad en todos los cuerpos resucitados. Quizá no todas sean verdad, y algunas serán verdad sólo por causa de Su Divinidad. Es sabido que la voz del Mesías fue reconocida como la misma que tenía antes de Su muerte y resurrección (Jn 20:16). También, Sus cualidades físicas fueron reconocidas, aunque no siempre inmediatamente (Jn 20:26–29; 21:7). Era un cuerpo real, de carne y hueso, no meramente el cuerpo de un fantasma; era uno que se podía abrazar (Jn 20:17, 27). El Mesías resucitado podía desaparecer repentinamente (Lc 24:31) y pasar a través de las paredes (Jn 20:19). Era un cuerpo que podía ingerir alimentos (Lc 24:41–43). Una vez más, muchos de estos factores quizá sean verdad para todos los cuerpos resucitados, pero si todas estas cosas sean verdad en cuanto a los cuerpos de todos los creyentes, no lo sabremos sino hasta que el Rapto haya tomado lugar.

 

Finalmente, en los versículos 54–58, el cambio de la corrupción a la incorrupción y de la mortalidad a la inmortalidad será el resultado de la victoria final sobre la muerte: Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

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