EL RAPTO DE LA IGLESIA
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LA DEFINICIÓN DE LA IGLESIA INVISIBLE
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El Momento del Rapto

El Segundo asunto que concierne al Rapto es la pregunta, “¿Cuándo tomará lugar?” Las

Escrituras claramente enseñan que el Rapto tomará lugar antes de la Tribulación, según muchas líneas de evidencia.

La  primera  línea  de  evidencia  es  que,  no  hay  un  pasaje  bíblico  que  hable  de  la Tribulación en el cual se mencione a la Iglesia. El hecho de que santos estarán en la Tribulación no prueba que la Iglesia estará allí, al igual que la existencia de santos en el Antiguo Testamento no prueba que la Iglesia estaba allí.

Ya se ha demostrado que la Iglesia comenzó en Pentecostés, con el ministerio del bautismo por el Espíritu Santo. De esta manera, los santos del Antiguo Testamento no son parte de la Iglesia. De la misma manera, la existencia de los santos en la Tribulación no prueba que la Iglesia estará allí. Que la Iglesia como tal, no es mencionada en ningún pasaje que habla de la Tribulación es una evidencia especial, y aún más significante en el Libro de Apocalipsis. Podemos ver claramente que la Iglesia se encuentra en los capítulos

1-3, que tratan con los eventos previos a la Tribulación. Después, encontramos a la Iglesia en los capítulos 19-22, que tratan con asuntos Post-Tribulación. Pero en los capítulos 6-18, que tratan con el período de la Tribulación, la Iglesia no es mencionada ni una sola vez. Esto es muy inusual a la luz de la preeminencia que se le da a la Iglesia en los capítulos que tratan con los eventos previos a la Tribulación. Aparte del Libro de Apocalipsis, el hecho aún permanece: no hay un solo pasaje que trate con la Tribulación en que la Iglesia sea mencionada. Aunque éste sea sólo un argumento desde el silencio, dentro de la estructura del Libro de Apocalipsis es algo verdaderamente poderoso. Desde el punto meramente expositivo, es imposible ir a un pasaje que hable de la Tribulación y mostrar que la Iglesia estará allí.

La segunda línea de evidencia de indicación temprana del Rapto, Pre-Tribulación, se encuentra en Lucas 21:34-37 Y mirad por vosotros mismos, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre. Y enseñaba de día en el templo; y de noche, saliendo, se estaba en el monte que se llama de los Olivos.

Después de describir los terribles eventos de la Tribulación, Yeshua dice en el versículo 35 que ésta vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. En otras

palabras, ninguno que habite la tierra podrá escapar del juicio de la Tribulación. Las palabras del pasaje no permiten excepciones. Si uno está en la tierra, no podrá escapar al cataclismo de la tribulación. Pero, hay una manera de escapar de todas las cosas que sucederán según el versículo 36, pero no permaneciendo en la tierra. Para poder escapar de estas cosas, es necesario ser un creyente. La manera de escapar es estar en pie delante del Hijo del Hombre, estar de pie, que debe tomar lugar fuera de esta tierra. Eso es exactamente lo que pasa en el Rapto, como lo muestra Juan 14:1-3 y 1 Tesalonicenses

4:13-18. Los creyentes son arrebatados de la tierra y están de pie delante del Hijo del Hombre.

La tercera línea de evidencia está en otro pasaje especifico que enseña la liberación Pre- tribulación, 1 Tesalonicenses 1:9–10: porque ellos mismos cuentan de nosotros de qué manera nos recibisteis; y de cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar del cielo a su Hijo, al cual resucitó de los muertos; a Jesús, el cual nos libró de la ira que ha de venir.

 

Las palabras finales de este pasaje son cruciales. La Iglesia de Tesalónica esperaba el regreso del Mesías, que vendría a librarlos de la ira venidera. La palabra ira generalmente es usada como la ira de Dios contra el pecado, como vemos en Romanos 1:18 y también en la ira de la Gran Tribulación, en Apocalipsis 6:17; 14:10,19 15:1,7 y 16:1. Aquí la ira es en tiempo futuro; así que no puede referirse a la común ira de Dios contra el pecado, la cual es una realidad presente. Sabemos que el Infierno y el Lago de Fuego son futuros, así que este pasaje no se refiere a estos. Debido a su salvación, el creyente ya ha sido redimido del Infierno. Yeshua no vendrá para salvar del Infierno o del Lago de Fuego a la Iglesia, pues ya lo hizo en la cruz. Así, la ira de la que será librada la Iglesia, es la ira de la Gran Tribulación. Él viene con el propósito específico de librar a la Iglesia de la ira que ha de venir, esto es, el período de la Tribulación. El creyente tiene la garantía de la liberación de ambas, de la ira general contra el pecado (Rm 5:9) y de la ira de la Tribulación (1 Ts 1:10).

 

La cuarta línea de evidencia está en otro pasaje que trata con el tiempo del Rapto, 1

Tesalonicenses 5:1–10 “Pero acerca de los tiempos y de los momentos, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer que da a luz; y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios. Porque los que duermen, de noche duermen; y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, vestidos de la coraza de fe y amor, y de la esperanza de salvación, como un yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para obtener salvación por nuestro Señor Jesucristo; quien murió por nosotros, para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con Él.” En el versículo 9, Pablo le dice a la Iglesia en Tesalónica: Porque no nos ha puesto Dios para ira. Lo que antecede a la palabra ira en el versículo 2 es, el día del Señor, término que siempre se refiere a la Tribulación. Así, en cuanto a la ira de Dios, el día del Señor o la Tribulación, la Iglesia no ha sido puesta para ese día. La discusión acerca del día del Señor o la Tribulación es seguida inmediatamente por la discusión acerca del Rapto en el capítulo 4:13-18. Así, el consuelo del versículo 18 incluye el hecho de que los creyentes, que pertenecen a la Iglesia, no tendrán necesidad de pasar por el tiempo del Día del Señor.

 

Hay varias palabras Griegas que se traducen “sino, pero” la que encontramos aquí son en realidad dos, <peri de> Esta frase Griega se usa en contraste. Significa que hasta este momento ha estado hablando de un asunto, pero ahora introduce un nuevo tópico, el cual es el día del Señor del versículo 2, el período de la ira en el versículo 9. El versículo 9 especifica que la Iglesia no ha sido puesta para la ira, sino para obtener salvación.

 

En el versículo 8, se refiere a la esperanza de salvación. La salvación de la que se habla es futura, así que no puede ser soteriológica (del alma), que es una realidad presente. La salvación aquí es escatológica, refiriéndose a la redención del cuerpo que tomará lugar en el Rapto. Esta es la salvación para la cual la Iglesia ha sido puesta, no para la ira del día del Señor. Una cosa más por considerar en este pasaje se encuentra en los versículos 4-8, donde hay un contraste dirigido a mostrar el por qué la Iglesia, siendo los hijos de luz, no debe temer al Día del Señor que viene. En Sofonías 1:14–18 y Joel 2:1–2 y 10–11, el Día de Jehová al que se refiere es el período de tinieblas y oscuridad. El Día del Señor, caracterizado por tinieblas, vendrá sobre los hijos de las tinieblas, los no-creyentes. Mas porque los creyentes son del día, el Día del Señor no vendrá sobre ellos.

 

La quinta línea de evidencia está en un versículo clave que trata con el tiempo del Rapto, Apocalipsis 3:10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre todo el mundo, para probar a los que moran sobre la tierra.

En este pasaje, a la Iglesia se le da la promesa de que será guardada de la hora de la prueba que ha de venir sobre la tierra. En este contexto del Libro de Apocalipsis, se encuentra la Tribulación; capítulos 6–19 Este es el tiempo de prueba que caerá sobre toda la tierra. Es de este tiempo de prueba que la Iglesia será guardada. Este versículo nos dice que la Iglesia será guardada no sólo de la prueba, sino que inclusive del tiempo mismo. Esto requiere que la Iglesia sea removida antes de que la Tribulación acontezca. Si Apocalipsis 3:10 significa que la Iglesia será guardada a salvo durante la Tribulación, entonces algo está terriblemente mal, porque en la Tribulación santos serán muertos en escala masiva (Ap 6:9–11; 11:7; 12:11; 13:7, 15; 14:13; 17:6; 18:24). Si estos santos son los santos de la Iglesia, entonces no son guardados a salvo en Apocalipsis 3:10, de nada sirve la promesa. Sólo si los santos de la Iglesia y los santos de la Tribulación son distintos, la promesa tiene sentido.

Todos estos pasajes de las Escrituras nos dicen que la Iglesia será removida antes de que venga la ira del día del Señor, la Tribulación. Eso significa que la Iglesia será removida en el Rapto. Hay mucha evidencia que prueba que el Rapto será Pre-tribulación, y lo trataremos en otro contexto.

Otra pregunta que necesita ser discutida es: “¿Cuánto tiempo habrá entre el Rapto y la venida de la Tribulación?” Las Escrituras nos enseñan que la venida del Mesías por los suyos es inminente, esto es, Él puede venir en cualquier momento. Por ejemplo, es claro que el Mesías podía haber regresado en el tiempo de Juan el Apóstol, según leemos en Juan 21:20-23: Entonces Pedro, volviéndose, ve a aquel discípulo al cual Jesús amaba,

 

que los seguía, el que también se había recostado en su pecho en la cena, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te va a entregar? Cuando Pedro lo vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y éste qué? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Tú  sígueme.  Salió  entonces  este  dicho  entre  los  hermanos,  que  aquel  discípulo  no moriría. Pero Jesús no le dijo: No morirá; sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga ¿qué a ti?

 

En Romanos 13:11–12, la redención del cuerpo es vista como algo muy cercano: Y esto, conociendo el tiempo, que ya es hora de despertarnos del sueño; porque ahora está más cerca nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y el día está por llegar; desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de luz.

La salvación aquí, debe ser vista como escatológica no como soteriológica (del alma), porque la salvación mencionada aquí es futura. Cada día que pasa, trae al creyente a un día más cercano al tiempo cuando el Rapto tomará lugar. Por causa de lo inminente de Su venida, es tiempo que los creyentes despierten del sueño y vivan una vida consistente con la posición de ser hijos de luz.

En Santiago 5:7–9, Su venida es vista como algo que está a la puerta: Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso  fruto  de  la  tierra,  aguardando  con  paciencia,  hasta  que  reciba  la  lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros; afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí el Juez está a la puerta.

La venida del Señor está cerca, y el Juez está a la puerta. La aparición del Mesías es vista como algo inminente.

Las palabras finales de Yeshua en Apocalipsis 22:20 también apuntan a esta inminencia: “El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente vengo en breve. Amén, así sea. Ven: Señor Jesús.”

Mientras que los pasajes anteriores claramente enseñan que el Rapto precederá a la Tribulación, los últimos cuatro pasajes nos enseñan que el Rapto es inminente. Él puede venir en cualquier momento. Esto puede ser cierto sólo si el Rapto viene antes de la Tribulación. Entre los que creen en la Mid-tribulación, el Rapto está a no menos de tres años y medio; entre los que creen en la Post-tribulación el Rapto está a no menos de siete años de distancia. Así que para ellos no es inminente.

 

Por tanto, en lo que concierne a la pregunta de cuándo ocurrirá el Rapto, dos cosas deben ser subrayadas. Primero, El Rapto viene antes de la Tribulación. Ya que la Tribulación comienza con la firma del pacto de los Siete-Años, el último momento en el que el Rapto puede ocurrir es en el tiempo de la firma del Pacto de los Siete Años. Segundo, el Rapto es inminente. Puede suceder en cualquier momento, y no necesita esperar hasta la firma del pacto de los Siete-Años. Debe quedar claro que inminente no significa “pronto”, solo significa que no hay nada que lo demore y que puede venir en cualquier momento.

 

Combinando esta información, la conclusión es que el Rapto ocurrirá en algún momento entre ahora y la firma del pacto de los Siete-Años. Significa que el periodo especifico del ntiempo durante el cual el Rapto puede ocurrir es en cualquier momento, entre ahora mismo y la firma del pacto de los Siete-Años. Por tanto, la Iglesia quizá alcance a ver algunos eventos de Pre-tribulación, como ya los ha visto. Pero, dependiendo de cuándo exactamente ocurra el Rapto, quizá ya no mire ningún evento más

La relación entre el Rapto y la Tribulación debe ser claramente enfocada en la mente. El Rapto precede a la Tribulación, pero no inicia la Tribulación, un hecho de confusión para muchos  que  creen  en  la  Pre-tribulación.  El  Rapto  no  será  lo  que  dé  inicio  a  la Tribulación, sino la firma del pacto de los Siete-Años. El Rapto simplemente vendrá en algún tiempo antes, y bien puede preceder a la Tribulación en un buen número de años.

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