EL RAPTO DE LA IGLESIA
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LA DEFINICIÓN DE LA IGLESIA INVISIBLE
LA DEFINICIÓN DE LA IGLESIA INVISIBLE

Y oiréis de guerras, y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es menester que todo esto acontezca, pero aún no
 es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá hambres, y pestilencias, 
y terremotos en muchos lugares. Y todo esto será principio de dolores.

Mateo 24:6-8

La Iglesia Invisible o Universal está compuesta de todos los verdaderos creyentes; aun cuando la Iglesia visible local puede estar compuesta de ambos, creyentes y no creyentes. La escatología de la Iglesia invisible pertenece al estudio de los eventos de la Pre- tribulación. La escatología de la Iglesia invisible incluye cinco factores importantes: La Iglesia será arrebatada: La Iglesia será juzgada y recompensada: La Iglesia se dará en matrimonio con el Mesías: La Iglesia reinará juntamente con el Mesías en su Reino: y La Iglesia habitará con el Dios Trino en la Nueva y Eterna Jerusalén.

Sólo los primeros tres factores entran en el área de este estudio Bíblico Mesiánico; de aquí, lo dividiremos en tres secciones principales: La definición de la Iglesia invisible, el rapto de la Iglesia, y los dos eventos subsiguientes al rapto de la Iglesia.

  1. I. LA DEFINICIÓN DE LA IGLESIA INVISIBLE

Una clara definición de lo que la Iglesia invisible constituye puede ser deducida de cinco pasajes de las Escrituras. El claro entendimiento de esto nos dejará saber quiénes tendrán parte en el Rapto.

El primer pasaje, Colosenses 1:18, dice que la Iglesia es el cuerpo del Mesías: Y Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia; el que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia, El Segundo pasaje da la composición de su cuerpo, la Iglesia, es Efesios 2:11–16: Por tanto, acordaos que en otro tiempo vosotros, los gentiles en la carne, erais llamados incircuncisión por la que es llamada circuncisión hecha por mano en la carne; que en aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y extranjeros a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque Él es nuestra paz, que de ambos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación; aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos contenidos en ordenanzas, para hacer en sí mismo de los dos un nuevo hombre, haciendo así la paz; y reconciliar con Dios a ambos en un cuerpo mediante la cruz, matando en sí mismo las enemistades.

 

La Iglesia, el cuerpo del Mesías, está formada de una combinación de judíos y gentiles unidos por la fe en Yeshua (Jesús). Este pasaje deja bien claro que no hay tal cosa como una Iglesia gentil y una Iglesia judía. Antes de la muerte del Mesías había dos entidades; los judíos y los gentiles; pero ahora hay una tercera entidad; la del nuevo hombre que se define como un Cuerpo, la Iglesia. La Iglesia no es judía ni gentil, sino judía-gentil, compuesta de creyentes judíos y gentiles que están unidos en una nueva entidad, la Iglesia; sin embargo, ambos retienen su identidad étnica. Esta es unidad verdadera, sin uniformidad. Así, los gentiles son “coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de su promesa en Cristo por el evangelio,” Ef 3:6 no que han tomado el lugar de los herederos, sino que han venido a ser coherederos.

 

Un propósito principal de la era de la Iglesia es el llamado a salir de los gentiles de acuerdo a Hechos 15:14: Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Este llamado a salir para los gentiles continuará hasta que sea alcanzado el número de los gentiles que Dios ha ordenado para la Iglesia según Romanos 11:25-27 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en vosotros mismos, que en parte el endurecimiento  ha  acontecido  a  Israel,  hasta  que  haya  entrado  la  plenitud  de  los gentiles; y así todo Israel será salvo; como está escrito: De Sión vendrá el Libertador, que quitará de Jacob la impiedad. Y éste es mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados.

 

Así que, mientras Dios hace su obra entre los gentiles, tiene un propósito que está relacionado, no sólo con los gentiles, sino también con los judíos. De hecho, uno de los propósitos de salvar a los gentiles, es para provocar a celos a los judíos y que muchos de ellos también vengan a la fe del Mesías durante la era de la Iglesia. Rm 11:11-15 Los creyentes gentiles disfrutan las bendiciones espirituales de los pactos judíos y son injertados en el Olivo judío Rm 11:17-24 porque la salvación viene de los judíos (Jn

4:22). La Iglesia, entonces, es simplemente el Cuerpo compuesto de miembros Judíos, que son las ramas naturales, y de miembros gentiles, que son las ramas del olivo silvestre. Estas dos entidades están unidas por la fe en el Mesías. La manera en que uno entra en este cuerpo es explicada en el tercer pasaje, 1 Corintios 12:13: Porque por un solo Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ya sean judíos o gentiles, ya sean siervos o libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu. La Iglesia es el Cuerpo del Mesías que está compuesto de creyentes, judíos y gentiles; y la entrada a este Cuerpo es por el Bautismo del Espíritu. Cada creyente es miembro del Cuerpo por la virtud del bautismo por el Espíritu. Todo creyente es miembro del Cuerpo por haber sido bautizado por el Espíritu Santo, hecho que toma lugar en el momento en que uno cree y es salvo. El saber cómo uno viene a ser miembro del Cuerpo del Mesías ayuda a saber cuándo comenzó la Iglesia. Esto es muy importante para entender quién formará parte del Rapto.

 

En el cuarto pasaje, al usar el tiempo futuro, indica que el bautismo del Espíritu era algo aún por venir, cómo lo dice Hechos 1:5 Porque Juan a la verdad bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo no muchos días después de estos.

La primera ocasión que el término Iglesia fue usado está en Mateo 16:18 y también es usado en término futuro. Edificaré mi iglesia. La iglesia no existía en el Antiguo Testamento; tampoco existía durante el tiempo de la historia de los evangelios.

Si el bautismo del Espíritu era futuro para Hechos 1:5, la pregunta es: “¿Cuándo comenzó?” Generalmente se está de acuerdo en que el bautismo del Espíritu comenzó en Pentecostés, en Hechos 2, pero esto no se puede probar usando sólo Hechos 2 porque este capítulo no dice nada acerca del bautismo del Espíritu. Sin embargo, nos queda claro que el bautismo del Espíritu comenzó en Hechos 2 al leer un quinto pasaje: Hechos 11:15-16: Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos, como sobre nosotros al principio. Entonces me acordé de la palabra del Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.

Cuando Pedro dice: como sobre nosotros al principio en versículo 15, se refiere a la experiencia de los Apóstoles Judíos en Hechos 2. Luego en el versículo 16, Pedro cita Hechos 1:5 y dice que la profecía del bautismo del Espíritu en el versículo 5 fue cumplida al principio, cuando el Espíritu Santo vino sobre los Apóstoles Judíos en el Pentecostés.

Una clara definición entonces, es que el Cuerpo del Mesías, la Iglesia, está compuesto de ambos creyentes, judíos y gentiles, y que la entrada al Cuerpo es solamente por el bautismo del Espíritu. Y ya que el bautismo del Espíritu no comenzó sino hasta Pentecostés, en Hecho 2, la Iglesia no pudo haber existido antes de este tiempo.

Cuando Yeshua habló de edificar Su Iglesia en Mateo 16:18, habló en tiempo futuro, esa es una razón muy importante para mostrar que la Iglesia todavía no había comenzado. Otras razones muy importantes son, Su resurrección y Su ascensión, con la subsiguiente impartición de los dones espirituales (Ef 1:19–20, Ef 4:7–12); estos eran prerrequisitos necesarios para la edificación de la Iglesia.

La Iglesia se compone de todos los creyentes verdaderos; desde Pentecostés en Hechos 2, hasta el Rapto de la Iglesia. El Rapto excluye a los santos del Antiguo Testamento y a los santos de la Tribulación. Por tanto, los que serán arrebatados son los santos de la Iglesia. Los pasajes que hablan del Rapto señalan claramente que sólo los que están en Cristo participarán del Rapto. A través de sus escritos Pablo usa los siguientes términos de una manera muy técnica, en Cristo, en Jesús, en Jesucristo, en Cristo Jesús, en Él, en quien, en el Señor, refiriéndose a aquellos que fueron bautizados por el Espíritu en el Cuerpo del Mesías, la Iglesia.

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