VIVAMOS POR EL 1Jn 4: 9
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por él”
Proposición: Veamos dos verdades para tener una vida de gozo y victoria.
- CRISTO VIVIENDO POR NOSOTROS
- Nosotros no tenemos nada para ofrecer
- El secreto de la vida victoriosa es morir, despojarse de sí mismo. Es
dejar a Cristo que tome control de nosotros.“El que pierda… la halla”
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo
de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gál 2: 20)
- Nosotros viviendo insertado en Cristo
“ Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede
llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco
vosotros, si no permanecéis en mí”. (Jn 15: 4)
- Nosotros teniendo la mente de Cristo
¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién lo instruirá? Pues bien,
nosotros tenemos la mente de Cristo”. (1Cor 2: 16)
“Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y
reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción
del Espíritu del Señor”. (2Cor 3: 18)
- NOSTROS VIVIENDO POR CRISTO
- Vivimos por Cristo porque él es todo.
- Porque él nos creo. Ilustración: El barquito de madera.
- Porque él nos salvó.
- Somos doblemente suyos.
- Vivimos por Cristo porque él nos da la elección de servirle.
- Ahora somos esclavos voluntarios. Ilustración: El mal esclavo: “No
me compren, no les voy a servir”.
El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu
es vida y paz”. (Rom 8: 6)
- Ya no para la carne, sino para la justicia.
“Y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia”
(Rom 6: 1)
- Vivimos por Cristo porque él nos envió en su lugar.
- No existe mayor sentido en la vida que servirle.
- El mayor gozo es comprometernos con los asuntos de Cristo. Es
representar a Cristo.
CONCLUSION
Invitamos a:
Permitir que Cristo viva por nosotros.
Morir para vivir.
Perderlo todo para ganarlo todo.
Fusionar nuestra mente, gusto, voluntad con la mente, el gusto y voluntad de Cristo.
Decidamos vivir por Cristo.
Reconocer que Dios tiene derechos innegables sobre nosotros.
Reconocer que Dios es nuestro Creador y nuestro Salvador.
Reconocer que somos siervos de Dios por nuestra propia voluntad.
Invitación:
Lo invitamos a “vivir por Cristo”
A rendirle su vida a Cristo.
A ser siervo de Cristo por su propia voluntad.