¿Qué pasa después que he sido añadido a la Iglesia de Cristo?
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ÍNDICE

Muchas cosas pasan después que la persona ha sido añadida a la Iglesia de Cristo.    Primeramente observemos lo que ha pasado en la vida de la persona que ha aceptado y obedecido el Evangelio de Cristo. Recordemos que sólo existe una Iglesia la cual fue establecida y comprada con la sangre de Cristo (Mt. 16:18;   Hch.   20:28).   Los   que   han   obedecido   al Evangelio de Cristo han sido añadidos a esa única Iglesia (Hch. 2:47)

La Biblia nos enseña que en ese cuerpo están los

que habían de ser salvos (Hch. 2:47), lo cual implica que los que obedecen necesitan mantenerse en la condición de salvos para poder finalmente entrar al cielo y recibir la corona de vida que Dios y Cristo han prometido a los que se mantienen fieles (Ap. 2:10)

Ahora, observemos lo que las personas necesitan

hacer  ahora  que  han  sido  añadidos  al  cuerpo  de Cristo.    La  Biblia nos  dice  claramente lo  que  ellos necesitan  hacer  para  mantenerse en  una  condición salva.  Primeramente, leemos en el libro de los Hechos y aprendemos que aquellas personas que obedecieron el Evangelio de Cristo fueron como tres mil personas y esas personas nos dice él capítulo 2 y verso 42 continuaban haciendo ciertas cosas que Dios requiere

de cada Cristiano.   Identifiquemos esas cosas que todos nosotros los que ya hemos sido bautizados necesitamos hacer.

Primeramente,   de   acuerdo   a   Hechos   2:42   los Cristianos necesitan perseverar en varias cosas:

# 1   Perseverar en la doctrina de los apóstoles— Esto es de suma importancia ya que la doctrina de los apóstoles  es  la  doctrina  de  Cristo.    Los  apóstoles fueron enseñados por Jesucristo mismo, pero también fueron  enseñados  por  el  Espíritu  Santo  (Jn.  14:26;

16:13)    Por esto, es de suma importancia que perseveremos en esa doctrina porque ella nos ayuda a poder saber lo que necesitamos en nuestra vida para ser aceptables a nuestro Dios (2 Ti. 3:15) y sin esa doctrina no podremos entrar al cielo (2 Jn. 9-11) Muchos  recién  convertidos  son  engañados  por  el error por medio de falsas enseñanzas (1 Jn. 4:1; 1 Ti.

4:1; Col. 2:8) y es por esto, que ellos necesitan perseverar en esa doctrina para que no sean engañados.  Por lo tanto, el perseverar en la doctrina de los apóstoles es algo que los recién convertidos y los que ya tienen tiempo en el cristianismo deben de hacer.

# 2  Perseverar en la comunión unos con otros—La doctrina de Cristo y de los apóstoles que es lo mismo nos enseña lo importante que es la comunión los unos con los otros.   Como Cristianos necesitamos de esa comunión para ayudarnos los unos a los otros y fortalecernos los unos a los otros (1 Ts. 4:18)   Los Cristianos del primer siglo gozaban de esa comunión

los unos con los otros (Hch. 2:44-45; 4:32)  y nosotros necesitamos hacer lo mismo para que Dios nos bendiga y  podamos tener  una  relación pacifica los unos con los otros.   El Salmista David dice, “Mirad cuan bueno y cuan agradable es el habitar los hermanos juntos en armonía” (Sal. 133:1)

La Iglesia del primer siglo tenía este concepto en alto y nosotros debemos de hacer lo  mismo.  ¿Cómo podemos gozar de esa comunión?   Asistiendo a los servicios donde están los hermanos reunidos; Asistiendo a los devocionales donde los hermanos sé reúnen para adorar a Dios y gozar de esa comunión; Visitando a los hermanos en sus hogares de vez en cuando, etc.

# 3  Perseveraban en el partimiento del pan—Este es otro factor muy importante que deben de tener en cuenta los Cristianos.   Aquí se está refiriendo a la Santa Cena que observamos cada primer día de la semana.   La Biblia nos enseña que los Cristianos perseveraban en la Santa Cena cada primer día de la semana (Hch. 20:7; 1 Co. 11:23-26)  Este es el patrón divino que tenemos para la Santa Cena y como Cristianos necesitamos hacer el esfuerzo de estar presentes para recordar ese sacrificio que Cristo hizo por nosotros.    Al participar de la Santa Cena recordamos como  el  cuerpo de  Cristo  (el pan) fue crucificado en la cruz del calvario y también recordamos como la sangre de Cristo (el fruto de la vid) fue derramada en esa cruz de madera.   El no participar de la Santa Cena es no perseverar en la doctrina de los apóstoles.   Por lo tanto, necesitamos

hacer el  mejor esfuerzo de estar presentes para no desobedecer a este mandamiento.

# 4   Perseveraban en las oraciones—Algo que es muy importante para poder mantener una relación muy bonita con nuestro Padre Celestial.    Los Cristianos del primer siglo perseveraban en esta práctica y tenemos los ejemplos de cuando lo hacían. En   Hechos  12:5   y   12   encontramos  a   la   Iglesia haciendo oraciones sin cesar por Pedro.  Ellos oraban los unos por los otros (Ef. 6:18) y lo hacían sin cesar (1

Ts. 5:17)   La oración nos ayuda para poder crecer

espiritualmente.  Dios necesita hombres y mujeres y jóvenes de oración.   Personas que siempre   se estén comunicando con Dios.   La oración también nos da las fuerzas para seguir adelante (Mt. 26:41; He. 4:16) en este camino en el cual Dios nos ha llamado.  Como Cristianos debemos de hacernos un hábito de comunicarnos con Dios a cada momento y esto fortalecerá nuestra relación con nuestro Creador.

ENSAR EL EVANGELIO A OTROS

Otro factor que se debe de tener en cuenta por los Cristianos es la necesidad de tener compasión por los demás que se encuentran en una condición de no- salvos (Mt. 9:36-38)  Cristo nos dejó un ejemplo muy grande en Lucas 19:10 cuando dijo, “El Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”   Cada Cristiano necesita considerar este ejemplo y ponerlo en práctica (1 P. 2:21; Stg. 1:22) Todos tenemos el mandamiento en Mateo 28:18-20 y Marcos 16:15-16 de ir y predicar el Evangelio a toda criatura, ósea, a toda persona que tenga la capacidad

de   entenderlo.     Los   Cristianos  del  primer  siglo también pusieron en práctica este mandamiento (Hch. 8:4) y dado a que lo pusieron en práctica el Evangelio pudo llevarse a todo el mundo (Col. 1:5-6, 23; 1Ts.

1:8)    Por lo tanto, cada vez que tengamos la oportunidad de hablarle a otros de Cristo necesitamos pensar en Cristo y en los Cristianos del primer siglo que lo hicieron y tuvieron éxito con la ayuda de Dios. Recordemos que cuando hacemos esto no estamos solos (Mt. 28:20)

ALEJARNOS DEL PECADO

Algo de suma importancia que cada Cristiano necesita tener en mente es el no amar las cosas que están en este mundo (1 Jn. 2:15-17; Ro. 12:2) Si hacemos esto tendremos problemas con nuestro Dios (Stg. 4:4; 1 Jn. 2:16) ¿Por qué? Porque seremos enemigos de Dios y el amor del Padre no estará en nosotros,  y  tampoco tendremos al  Hijo,  ya que  su doctrina nos enseña que nos alejemos (Ro. 13:14; Ga.

5:16; 1 P. 2:11) de las cosas que puedan contaminar

nuestra vestidura con la cual hemos sido revestidos de Cristo (Ga. 3:27)

PEDIR PERDON CUANDO FALLAMOS

Como Cristianos, él  bautizarnos no  significa que somos perfectos como  Cristo lo fue (He. 4:15; 1 P. 2:22) Tendremos momentos en nuestra vida cuando le fallaremos a Cristo, pero cuando esto suceda tenga en mente los siguientes consejos.

# 1 No le falle a Dios a propósito o voluntariamente.

# 2   Cuando le falle, arrepiéntase y pídale a

Dios que le perdone (Hch. 8:22; 1 Jn. 1:9)

# 3  Recuerde que tiene un abogado con Cristo (1 Jn. 2:1) pero esto no significa que tienen licencia para pecar.

# 4  Recuerde que el pecado trae consecuencias

(Ro. 6:23)

# 5  Recuerde que  el pecado estorba nuestras oraciones (Jn. 9:31; Pr. 15:29)

Así que, cuando le falle a Dios, procure de ponerse a cuentas con él para que cuando Cristo venga usted esté preparado y no se aleje con vergüenza (1 Jn. 2:28) Antes de pecar piense en las consecuencias y esto le ayudará a no caer en el error.

MANTENGASE ALERTA

Como recién convertido usted ahora tiene un enemigo, y ese enemigo se llama Satanás.   Las Escrituras nos dicen que Satanás anda como león rugiente buscando alrededor a quien devorar (1 P. 5:8)  y  no  descansara  hasta  verlo  caer,  hasta  verlo

como usted le desobedece a Dios.  Pero si usted pone en práctica la Palabra de Dios, usted podrá vencer a Satanás (Sal. 119:11; Mt. 4:4, 7, 10) teniendo en mente las Escrituras y poniéndolas en práctica.   Recuerde que usted tiene una espada de dos filos (He. 4:12; Ef. 6:17) y con esa espada podrá vencer al enemigo.

Por esto, es de suma importancia que estudie las Escrituras cada vez que tenga la oportunidad para que usted este muy bien familiarizado de quien es el enemigo y como vencerlo.   La Biblia nos exhorta a estudiar su contenido (2 Ti. 2:15; 1 Ti. 4:13)

MANTENERNOS FIELES HASTA EL FIN

Tratemos lo  mejor  posible de  mantenernos fieles para que podamos ver a nuestro Dios (He. 12:14; Mt. 5:8)   Tenemos una responsabilidad de ser santos porque Dios es Santo (1 P. 1:15-16) Por lo tanto, no demos lugar al diablo (Ef. 4:27) sino más bien pongamos a Dios en primer lugar (Mt. 6:33) para que nos bendiga y nos guarde y al final nos conceda la vida eterna (Tito 1:2) que está en Cristo (1 Jn. 5:11)

Esto y mucho más necesita hacer el recién convertido y los que ya tienen tiempo en el cristianismo.   Al leer usted las Escrituras, usted se dará cuenta que otras cosas requiere Dios de usted. Le animamos a que no se desanime.   No deje que nadie lo desanime (Fil. 1:28) sino más bien siga adelante haciendo la voluntad de Dios y algún día no muy lejano estaremos en el cielo para siempre.

¿Por qué hay muchas religiones en el mundo?

Esta es una pregunta muy importante ya que tiene mucho que ver con lo que las Escrituras hoy en día enseñan.   Cuando viajamos en nuestros vehículos podemos observar edificios con diferentes nombres que profesan servir y adorar a Dios.   Muchos tienen sus nombres diferentes, doctrinas y creencias (enseñanzas) diferentes a lo que la Biblia nos enseña correctamente.

Pero,   la   pregunta   es,   ¿Por   qué   hay   muchas religiones hoy en día? ¿No debería de ser solo una?

¿Por qué muchos adoran a Dios diferente? Hoy en los

tiempos en los que vivimos encontramos personas religiosas diciendo, “Adora a Dios como tu corazón lo indique”; Otros dicen, “Lo importante es adorar a Dios, no importando la Iglesia donde té reúnas”; Otros dicen, “Con tal que prediquen de Dios es suficiente”  Esta es la mentalidad que hoy podemos observar en las personas religiosas.

¿Qué   es   lo   que   la   Biblia   dice   acerca   de   las religiones?  ¿Cuántas  religiones deberían de  existir?

¿Se agrada Dios con que haya muchas religiones en el mundo? ¿Se agrada Dios de la manera en como algunas personas le adoran?    Estas preguntas necesitan ser contestadas para poder aclarar la confusión que hoy en día existe.

Observemos  el  plan  de  Dios  para  los  creyentes. Dios desea que existan los siguientes factores en la religión para que puedan ser de agrado a él.  ¿Cuáles son esos factores?

El apóstol Pablo se encarga de darnos a conocer por

medio de inspiración divina cuales son esos factores. Vamos a considerarlos y luego seamos honestos y veamos si en realidad esos factores encajan o están en armonía con lo que Dios enseña en Su Palabra divina.

LOS 7 FACTORES DE LA UNIDAD

Ef. 4:4 “Un Cuerpo”—En la religión debe de existir solo  un  cuerpo.    Ahora,  ¿Qué  es  ese  cuerpo?  ¿De quién es el cuerpo? ¿Qué significa un cuerpo?   De acuerdo a la enseñanza bíblica “Un Cuerpo” significa la Iglesia de Cristo ya que Cristo es la cabeza de ese

cuerpo (Col. 1:18; Ef. 1:22-23; Ef. 5:23), por lo tanto, el cuerpo pertenece a él, ya que Cristo la estableció (Mt. 16:18); La compro con su propia sangre (Hch. 20:28) y añadió a ese cuerpo los que habían de ser salvo (Hch. 2:41, 47)

Ese  cuerpo que es  la Iglesia se distingue por los siguientes factores: Ef. 4:4 “Un Espíritu”—El Espíritu es lo que mantiene activo el cuerpo que es la Iglesia de Cristo. Ese Espíritu es el  que conocemos como el  Espíritu Santo el cual recordó a los apóstoles lo que tenían que decir (Jn. 14:26; 16:13) Este Espíritu ya no nos habla como  lo  hizo en  aquel  tiempo, sino  más bien hoy tenemos las Escrituras las cuales fueron traídas por obra del Espíritu Santo (1 Co. 2:13; 2 P. 1:20-21) Si hoy en día alguien dice que el Espíritu le acordó algo o le dijo   algo   aparte  de   las  Escrituras,  entonces   esa persona no sé está refiriendo al Espíritu Santo que menciona la Biblia y por consiguiente es un espíritu diferente, entonces no es el que está en armonía con la enseñanza bíblica.

Ef. 4:4 “Una Esperanza”—El cuerpo de Cristo que es la Iglesia tiene una esperanza, y esa esperanza es la vida eterna (Tito 1:2) pero, esa vida consiste en ir al cielo con Dios, algo de lo cual muchos difieren hoy en día.    Algunas religiones piensan que estaremos viviendo aquí en la tierra en un cielo nuevo y tierra nueva.   Estas personas han torcido lo que la Biblia enseña en cuanto a nuestra esperanza.  La Biblia dice que nuestra mansión está en los cielos (Jn. 14:1-3);

Nuestra ciudadanía está en los cielos (Fil. 3:20); Nuestra morada está en los cielos, cual morada no está hecha de mano (2 Co. 5:1-2)  Por lo tanto, nuestra Esperanza esta en armonía con lo que la Biblia nos enseña.

Ef. 4:5 “Un Señor”—Este Señor es nuestro Señor Jesucristo, quien es la cabeza del su cuerpo que es la Iglesia.  Para muchos grupos religiosos su Señor no es Jesucristo, ya que para ellos Jesucristo fue solamente una persona y no lo que en realidad la Biblia nos enseña.  Este Señor quien es Jesucristo fue el creador de lo que hoy vemos (Jn. 1:1-3; Col. 1:15-17); Él es el Hijo de Dios en quien está la vida eterna (1 Jn. 5:11; Jn. 14:6); Él es el salvador del mundo (Mt. 1:21)  Jesús fue presentado como Señor y Cristo en el primer sermón del Evangelio por Pedro (Hch. 2:46) y Como Señor  tenemos  la  responsabilidad de  obedecerlo  y hacer lo que él dice (Col. 3:17), ya que él tiene toda la autoridad (Ef. 1:22; Mt. 28:18) y lo que él nos dice que hagamos  es:    Estar  unidos  en  un  solo  cuerpo  (Jn. 17:21)   Si no hacemos lo que él dice, entonces no lo

tenemos como nuestro Señor y no lo estamos respetando.

Ef. 4:5 “Una Fe”—Lo cual significa: Una sola enseñanza; Una sola creencia; Un solo Evangelio; Una sola autoridad.   Hoy usted y yo podemos observar como cada persona tiene su propia FE, su propia enseñanza, su propia creencia y esto no debería de ser así, ya que Cristo oro por la unidad (Jn. 17:21)  Hoy en día la gente en los grupos religiosos dicen, “Tu cree lo que quieras, y yo voy a creer en lo que yo quiera”; “Es bonito tener muchas enseñanzas para que tu vayas donde más mejor te sientas”; “No importa la enseñanza todo y cuando alaben a Dios”  Estas son mentiras del Diablo el cual quiere vernos divididos en la FE que deberíamos de tener.  La Biblia nos enseña que tenemos la fe que ha sido dada solo una vez (Judas 3) y esa fe está en las Escrituras y por esto es de suma importancia que las interpretemos correctamente.  Si la enseñanza, fe que usted tiene no está en armonía con lo que Dios enseña en la Biblia, entonces su fe es diferente a lo que la Biblia enseña y por consiguiente, necesita estar en la verdadera fe (2 Co. 13:5)

EF. 4:5 “Un Bautismo”—La Biblia habla de solo un bautismo, el cual se predicaba cuando Pablo escribe la carta a los santos en Efeso en aproximadamente 62-33 D. C.   Ese bautismo fue el que practicaron los Cristianos del primer siglo hace muchos años y que hoy todavía se sigue practicando.   Ese bautismo es para el perdón de pecados (Hch. 2:38; 22:16); Es para ser añadido al cuerpo de Cristo (Hch. 2:41; 47); Es para cumplir con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo (Ro. 6:3-4; Col 2:12); Es para ser revestido de Cristo (Ga. 3:27); Es para ser salvo (Mc. 16:16; 1 P.

3:21); Es para obedecer al mandamiento de nuestro

Señor Jesucristo (Jn. 14:15; Jn. 3:3, 5; Mt. 28:19-20)

Este  bautismo se  practica como  la  Biblia enseña, Bajando a la persona debajo del agua, sumergiendo a la persona debajo del agua, como lo hizo el Eunuco en Hechos 8:35-37 para poder cumplir con la semejanza de su muerte (Ro. 6:3-4; Col 2:12)  Si el bautismo de la religión en la cual usted se encuentra no es igual al de

la Biblia entonces, usted no ha obedecido correctamente y no ha podido llegar a ser añadido al cuerpo de Cristo (Hch. 2:47); Este bautismo también requiere de mucho agua (Jn. 3:27; Hch. 8:35-37) para cumplir con la semejanza del Evangelio (Col. 2:12; Ro. 6:3-4)

En este punto muchos de los grupos religiosos no están en armonía con lo que la Biblia enseña.  Y por lo tanto, no están obedeciendo lo que Dios manda y no están practicando es única fe que tenemos hoy y que ha sido dada a los santos.

Ef.  4:6  “Un Dios y Padre”—En el  universo solo existe un Dios y ese Dios creo todo lo que podemos observar hoy (Gen. 1:1; Sal. 33:6, 9; Sal. 19:1)  Ese es nuestro Dios a quien servimos y adoramos en Espíritu y en Verdad (Jn. 4:24)     Hay religiones que tienen muchos   dioses   como   los   que   tenían   aquellos religiosos de  Atenas (Hch.  17)  a  los  que  Pablo les predica el Dios verdadero.  Nuestro Dios se complace solo con aquellos que escuchan a su Hijo (Mt. 17:5; Mc. 1:11) y le adoran como él quiere que le adoren. Solo hay un Dios y no hay más (Is. 45:22)

En el  mundo en  el  cual vivimos existen muchas divisiones dado a que no han respetado estos 7 factores de suma importancia para la unidad de la Iglesia.  Muchos no han  sido solícitos en guardar la unidad del Espíritu en él vinculo de la paz (Ef. 4:3) y no han hecho realidad el deseo de nuestro Señor Jesucristo (Jn. 17:21)

Pero,  ¿Qué  más  ha  contribuido  para  que  existan muchas religiones?   A continuación proveeremos algunos factores aparte de los que ya hemos mencionado, los  cuales contribuyen para  que  haya muchas religiones.

*    El  no  respeto  a  las  Escrituras contribuye a  que existan muchas religiones y no solo una como Dios desea “Erráis, Ignorando las Escrituras” (Mt. 22:29); “Invalidáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición.” (Mt. 15:6)

*   Los Fariseos tenían sus propias tradiciones (Mt. 15:7-9)

*  Los Saduceos tenían su propia doctrina (Mt. 22:23)

*   Muchos tuercen las Escrituras para su propia destrucción, perdición (2 P. 3:16)

*      Hoy  tenemos  muchos  que  tuercen  las

Escrituras en cuanto al plan de salvación.

* Tuercen las escrituras en cuanto a la Iglesia del Señor.

*   Tuercen las Escrituras en cuanto a muchos temas de la Biblia.

*  No Respetan La Voluntad de Dios en cuanto…

*  A lo que nos enseña acerca de la salvación.

*  A lo que nos enseña acerca del nombre de la Iglesia.

*  Desean hacer su voluntad y no la de Dios.

Estas son algunas de las causas por las cuales hoy existen muchas religiones alrededor del mundo.   Si somos honestos a la enseñanza bíblica entonces seremos solo una Iglesia con una misma enseñanza

viajando en un mismo camino a la eternidad.   Dios nos ayude a poder seguir su voluntad y no la nuestra.

¿Puede explicar porque Jesús no condenó a la mujer adúltera en Juan 8:1-11?

Este es uno de los pasajes que más se ha mal- interpretado a través de los años; y que en esta oportunidad estaremos estudiando cuidadosamente para poder obtener un panorama amplio de esta narrativa y por consiguiente, poder entender la razón correcta del por qué Jesús no condenó a esta mujer. Esperamos que esta explicación pueda ser muy clara y  que  de  esta  manera  podamos  entender correctamente el significado de este pasaje.

UNA INTERPRETACIÓN EQUIVOCADA

Muchos han usado este pasaje para justificar el pecado y para presentar una imagen errónea de quién es Jesús.  La mayoría de las personas liberales en su mentalidad proyectan a Jesús como una persona tolerante y flexible al pecado.   Muchos de ellos han mal-interpretado este pasaje y no han puesto atención en lo absoluto al contexto de esta narrativa.   Otros también presentan a Jesús como una persona que no es delicada en cuanto a seguir la ley como está escrita, sino  más  bien,  lo   presentan  como  una   persona flexible, ya  que  toleró a  la  mujer  adúltera y  no  la condenó.

Dado a que Jesús no condenó a la mujer adúltera, muchos hoy en día enseñan que nosotros debemos de hacer lo mismo; no condenar a las personas que están

en pecado, ya que Jesús mismo no lo hizo, sino más bien,  tuvo  misericordia  de  ella  y  la  aceptó  en  su gracia.  Después de todo dicen estas personas “Jesús es nuestro ejemplo” y por lo tanto, debemos de imitarlo.  Esta mentalidad es errónea y ajena a lo que la Biblia enseña.

La mayoría de los liberales en su mentalidad hacia el pecado han usado la frase “El que de vosotros este sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.” V. 7 Han usado esta frase para enseñar que ninguno  de  nosotros  tenemos  el  derecho  de disciplinar o juzgar a la persona que no vive en armonía con la ley de Dios.  Estas personas que mal- interpretan esta frase son personas que toleran el pecado y que no tienen ni el menor respeto a lo que la ley de Dios enseña acerca de cómo disciplinar al errante.  En conexión con este texto, muchos hoy en día usan también Mateo 7:1 para mostrar que su interpretación del texto en cuanto a tolerar el pecado y no ser tan estrictos con las personas es  correcta. Mateo 7:1 dice, “No juzguéis para que no seáis juzgados”. Surge una pregunta, ¿Enseña este pasaje que nadie tiene el derecho de juzgar a las personas?

¿Enseña este pasaje que yo no debo de meterme en la condición espiritual de mi hermano? ¿Prohíbe este pasaje que nosotros como cristianos   juzguemos a otros?

Estas son preguntas que deben de ser contestadas a la luz de las Escrituras.  Mateo 7:1 NO enseña que los cristianos no tienen derecho de juzgar a otros. Tampoco  enseña  este  pasaje  que  yo  no  debo  de

meterme en la condición espiritual de mi hermano. Otra cosa que no enseña es que a mí se me prohíbe como cristiano a juzgar a los demás.  Si interpretamos Mateo 7:1 como una prohibición acerca de juzgar a otros, entonces mi interpretación contradice varios otros  pasajes  de  las  Escrituras  como  (Jn.  7:24;  Ro.

16:17; 1 Co. 5; Ga. 6:1; 2 Ts. 3:6, 14; Tito 3:10; 2 Jn. 9- 11). Todos estos pasajes enseñan que el cristiano tiene derecho de juzgar a otros, pero debe hacerlo justamente.    Recordemos nuevamente que si mi interpretación de cierto texto contradice otros textos de la Biblia, entonces mi interpretación no es válida y es incorrecta.

Jesús juzgó a muchos durante su ministerio, por

ejemplo:  Mateo  15:14     donde  Jesús  juzga  a  los Fariseos y los llama “Ciegos guías de ciegos”, aquí Jesús  estaba juzgando a  estos  fariseos,  pero estaba haciendo un justo juicio (Jn. 7:24) porque Él sabía que estaban guiando a las personas por un camino equivocado.     Luego  en     Mateo  15:7  juzga  a  los escribas y fariseos como hipócritas, porque Él sabía que  esto  era  lo  que  ellos  eran.    Pero  siguiendo la mentalidad de muchos, Jesús mejor no hubiera dicho estas cosas, porque después de todo, ¿quién somos nosotros para juzgar a otros? Pero Jesús no optó por tener esta mentalidad en Él.   Jesús siempre actuó correctamente y nosotros debemos hacer lo mismo.

UN ANÁLISIS DE JUAN 8:1-11

Primero pongamos atención a cómo sucedieron las cosas.   (1) Encontramos a Jesús en el templo donde estaba sentado enseñando a muchos que habían venido a Él v. 2  (2)  Vinieron los escribas y fariseos

trayendo una mujer que fue sorprendida en el acto del adulterio y la ponen en medio de todos los que estaban presentes v. 3-4   (4) Los escribas y fariseos traen su caso ante Jesús usando la ley de Moisés como argumento para dar muerte a esta mujer adúltera v. 5 (5)  Los  escribas y  fariseos vinieron a  Jesús  con  su argumento de la ley de Moisés, pero vinieron para tentarle y de esta manera poder acusarle v.  6   (6) Jesús les hace una pregunta a los escribas y fariseos que estaban presentes, y les dice que si ellos no tienen pecado entonces que arrojen la primera piedra.   (7) Los escribas y fariseos no pudieron arrojar las piedras porque su conciencia les acusaba de que ellos probablemente eran culpables del mismo pecado v. 9 (8)   Jesús se dirige a la mujer adúltera y le hace dos preguntas, ¿dónde están los que te acusan? ¿Ninguno te condenó? V. 10   (9)   Jesús le dice a la mujer, “yo tampoco te condeno, vete y no peques más” v. 11

Habiendo  observado  un   panorama   de   lo   que

sucedió, ahora veamos los detalles de esta narrativa, las cuales nos ayudan a entender el por qué las cosas sucedieron como sucedieron.     Estos detalles importantes de dividen en tres factores:

1.   La ley Mosaica enseña que la persona podía ser ejecutada solamente si existían dos o más testigos a la escena  del  crimen  (Dt.  19:15)  “No  se  tomará  en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquier ofensa cometida.   Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación.” Un solo testigo era insuficiente para invocar la pena de muerte, esto es lo que enseña la ley de Moisés (Dt.

17:6) “Por dicho de dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo testigo.”   En esta narrativa, nada se dice de la identidad de  los  testigos  para  poder  llevar  a  cabo correctamente el  procedimiento.   Posiblemente sólo había un testigo; haciendo la ejecución ilegal de acuerdo al procedimiento prescrito.  Estos escribas y fariseos no presentan a los testigos, y por consiguiente no se puede llevar a cabo la ejecución, es decir, desde un punto de vista legal.

2.  Aun si hubiera habido dos o tres testigos presentes para verificar el pecado de la mujer, otro punto más debe de ser considerado.  La ley de Moisés requería que ambos estuviesen presentes cuando la acusación se está haciendo y de esta manera ambos ser ejecutados (Dt. 22:22) “Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer   también;   así   quitarás   el   mal   de   Israel”

¿Dónde estaba el hombre?   Estos escribas y fariseos habían puesto a un lado los requisitos de la ley de Moisés.  Obediencia a la ley de Moisés en esta ocasión significaría dejar ir a la mujer dado a que no se han cumplido los requisitos necesarios para invocar la pena de muerte.

3.   Este punto tiene que ver con una pregunta muy importante, ¿Qué significa la frase “el que esté libre de pecado sea el primero en arrojar la piedra?” V. 7

Si interpretamos este pasaje como una prohibición en

contra de la disciplina, o acusar a alguien, o castigar al cristiano errante, entonces esta interpretación estaría contradiciendo otros pasajes que ya hemos mencionado  anteriormente.       Jesús  no  está prohibiendo la  disciplina  con  esta  frase  que pronuncia. Tampoco está usando a la mujer como pretexto para justificar el pecado, o ser flexible a él. Las palabras de Jesús fueron muy penetrantes, ya que en pocos segundos devastó la intención errónea de querer atacar a esta mujer, y esas palabras tuvieron mucho poder que uno por uno desde el  más viejo hasta los postreros se comenzaron a ir de la escena.

Algunos   comentarios   sugieren   que   Jesús   los

avergonzó   haciéndolos   entender   que    nadie   es perfecto  y  que  todos  pecamos.      Pero  esta interpretación ridícula no encaja con la enseñanza Bíblica que Dios nos ha dejado en las Escrituras. Jesús no dijo, “Denle a la mujer una chanza como quiera nadie de nosotros es perfecto, y todos hemos hecho cosas que no están bien”   Esto no fue lo que Jesús quiso dar a entender a estos escribas y fariseos que tenían el corazón endurecido.

Es notable que estos acusadores fueran culpables

del mismo pecado del cual estaban acusando a esta mujer.  El texto dice, “Pero ellos, al oír esto, acusados por su propia conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros…” v. 9 Jesús los estaba acusando del mismo pecado así  como  Pablo acusó a  aquellos Judíos en Romanos 2:1 donde les dice, “Por lo cual eres inexcusable, oh  hombre,  quienquiera que  seas  tú que juzgas; Pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo.” Luego en el verso 22 dice, “Tu que dices que  no  se  debe  de  adulterar,  ¿adulteras? Tu  que abominas de  los  ídolos,  ¿cometes  sacrilegio?  (Ro.

2:22). Pudiéramos sugerir que Pablo aquí habla exactamente de la situación que Jesús estaba enfrentado con los acusadores de la mujer adúltera.

Esto nos enseña una lección muy importante, y esta lección es que nadie está calificado para llamarle la atención a otro si esa misma persona está viviendo en ese mismo pecado.  Por esto mismo Jesús enseña en Mateo 7:1-6 acerca de la importancia de no acusar, juzgar a otros cuando nosotros mismos somos culpables de ese mismo pecado o uno mayor.  Pablo también dice que los que aplicarán la disciplina, castigo deben de tener una vida perfecta, no que no tenga pecado, sino más bien, que no sea culpable de lo que piensa disciplinar (2 Co. 10:6) “y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta”;   Por lo tanto, los hermanos espirituales son aquellos los cuales están calificados para restaurar al caído (Ga. 6:1)

En el contexto bajo consideración, Jesús sabía que los acusadores de la mujer eran culpables del mismo pecado por el cual ellos querían condenarla.   Jesús pudo penetrar sus corazones para que ellos se dieran cuenta que eran culpables de lo mismo.   La ley de Moisés indicaba que los testigos eran los primeros en tirar la piedra (Dt. 17:7) “La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; Así quitarás el mal de en medio de ti.”  Así que estos hombres dado a que eran culpables del mismo pecado y que no había testigos elegibles no se podía llevar a cabo el procedimiento legal.

Después que los acusadores se retiran, Jesús le hace

preguntas a la mujer, ¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? V. 10  La mujer le responde, “Ninguno Señor” v. 11 entonces Jesús le responde,   “Ni   yo   te   condeno”1          ¿Cuál   es   el significado de esta frase, “Ni yo te condeno?” El significado de esta frase es que sí se requiere de dos o de tres testigos para notificar del crimen y estos testigos no están, entonces la mujer no puede ser acusada legalmente por los demás y menos por Jesús ya que él no fue uno de los testigos al pecado que se cometió.  La interpretación que a menudo se escucha es que Jesús era flexible, tolerante, e indispuesto a condenar a otros por su pecado.  Esta interpretación es ridícula y la Biblia la condena en varios lugares.

Lo que Jesús estaba diciendo es que la mujer logró

escaparse de la condenación de su pecado al no haber suficiente evidencia para condenarla.    En otras palabras Jesús le dijo (usando un lenguaje simple) “Mujer, más  vale  que  le  pares  a  esta  práctica  del pecado”   “Fuiste afortunada esta vez, pero más vale que pongas un alto a esta actitud pecaminosa”

Los   escribas   y   fariseos   estaban   tratando   de encontrar  a  Jesús  en  una  falta  para  que  de  esta manera pudieran ellos acusarle, y por esto vinieron a Jesús con este caso de la mujer para tentarle.  Si Jesús hubiera dicho que la apedrearan, estos escribas y fariseos  hubieran  podido  acusar  a  Jesús  de  dos delitos:

1 La palabra “Condeno” viene del Griego KATAKRINO. Esta palabra denota el entregar una sentencia judicial.  Jesús no fue un juez secular, y por lo tanto, no podía entregar una sentencia de muerte legal a esta mujer, especialmente cuando toda la evidencia no estaba presente.

1.  Violar la ley de Moisés — Si Jesús hubiera dicho mátenla, Jesús hubiera estado violando, junto con ellos, la ley de Moisés y de esta manera lo hubieran desacreditado delante de todo el pueblo que estaba allí presente.    En varias ocasiones trataron de encontrar a Jesús en una falta, pero nunca tuvieron la oportunidad de hallarlo en algo incorrecto (Juan 8:46;

1 Juan 3:5; Hebreos 4:15).

2.  Violar la ley de los Romanos—En esos momentos, los romanos eran los que estaban a cargo de las sentencias de muerte   (Jn. 18:31) y no los Judíos, ya que ellos estaban bajo el gobierno de los romanos.  Si Jesús hubiera dicho que la mataran, Jesús se hubiera metido en problemas con los romanos y no hubiera podido tener  la  oportunidad de  terminar su ministerio como él lo quería hacer.   Jesús fue muy sabio al manejar este caso que los escribas y fariseos trajeron ante él.

Al final de esta narrativa Jesús hace énfasis a una frase que muchos han ignorado a través de los años. Jesús le dice a la mujer adúltera, “Vete y no peques más”.  Esto  nos  da  a entender que Jesús  sabía  que había hecho mal, y que a la vez le exhorta para que ponga un alto a esa  vida de pecado.   Esta es una narrativa muy importante y nos enseña varias lecciones que usted y yo debemos de tener en mente.

Así que tengamos en mente que el interpretar el texto de una manera que contradiga a otros textos es usar  mal  la  Palabra  de  Dios  y  recordemos  que nosotros tenemos una responsabilidad de usar bien la Palabra de verdad   (2 Ti. 2:15).   Por lo tanto, no interpretemos    la    Biblia    para    nuestra    propia

conveniencia ni para justificar, tolerar o ser flexibles al pecado.

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