EL Antiguo testamento en audio Libro Josué

EL Antiguo testamento en audio Libro Josué

Este resumen del libro de Josué proporciona información acerca del título, los autores, fecha de escritura, cronología, temas, teología, ideas generales, una breve perspectiva y los capítulos del libro de Josué.

EL Antiguo testamento en audio Libro Josué

La Conquista y la Pregunta Ética de Guerra

Muchos lectores de Josué (Y otros libros del Antiguo Testamento) se encuentran profundamente perturbados ante el rol que juega la guerra en el relato que muestra cómo Dios trata con su pueblo. No son pocos los que alivian sus escrúpulos éticos al atribuirle la perspectiva del autor a una etapa pre-cristiana (y sub-cristiana) de desarrollo moral que el cristiano, en la luz de la enseñanza de Cristo debe repudiar y trascender. Por lo tanto, el hilo principal de la narración de Josué es una ofensa para ellos.

Sin embargo, se debe recordar que el libro de Josué no apunta a la pregunta ética de guerra como un medio de ganar fines humanos. Este solo puede ser entendido en el contexto de la historia de la redención desarrollándose en el Pentateuco, con su interacción de gracia y juicio divino. Es la continuación directa de esa historia.

Josué no es un relato épico de la generación heroica de Israel o la historia de la conquista de Canaán con la ayuda de la deidad nacional. Trata más acerca de cómo Dios, a quien el mundo completo le pertenece, en una etapa de la historia de redención reconquistó una porción de la tierra de los poderes que este mundo había aclamado para ellos mismos, defendiendo sus poderes por la fuerza de armas y confiando en falsos dioses. Nos dice cómo Dios comisionó a su pueblo a servir como su ejército bajo el liderazgo de su siervo Josué, para tomar Canaán a su nombre y fuera de las manos de los canaanitas idolatras y disolutos (cuya medida de pecado estaba llena; ver Génesis 15:16 y su respectiva nota). Más adelante nos cuenta cómo los ayudó en el momento y les dio una tenencia condicional en su tierra como logro de las primeras plegarias que él había hecho a los ancestros de Israel, Abraham, Isaac y Jacob.

Josué es la historia del reino de Dios incursionando en el mundo de las naciones en un momento en el que las entidades nacionales y políticas eran vistas como la creación de dioses y pruebas vivientes de su poder. Por lo tanto, el triunfo del Señor sobre los canaanitas le probó al mundo que el Dios de Israel es el único Dios vivo y verdadero, cuya aclamación en el mundo es absoluta. También fue una advertencia para todas las naciones de que el avance irresistible del reino de Dios desheredaría a todos aquellos opuestos a este, dejando lugar en la tierra solo para aquellos que reconocieran y sirvieran al Señor. Un acto de redención y juicio al mismo tiempo, dio a conocer el resultado de la historia y anticipó el destino final de la humanidad y la creación.

Por lo tanto, las batallas por Canaán fueron la guerra del Señor, llevada a cabo en un momento particular del programa de redención. Dios no le dio a su pueblo, bajo el comando de Josué, ni comisión ni licencia para conquistar el mundo con una espada, sino una misión limitada y particular. La tierra conquistada no se convertiría en una posesión de la nación de Israel por derecho de conquista, sino que pertenecía al señor. Así que la tierra tenía que ser purificada de todo lo pagano que quedaba en ella. Su gente y sus riquezas no eran para que Israel las midiera y las tomara como un botín de guerra para enriquecerse (como trató de hacer Acán, cap. 7), sino que fue colocada en la tenencia de Dios (eran para que Dios dispusiera de estos cuando le provocase). En esa tierra, Israel establecería una comunidad fiel a las reglas rectas del Señor y por lo tanto serían testigos (y una bendición) para las naciones. Si Israel se volviera desleal y adoptara las culturas y prácticas canaanitas, perderían entonces su lugar en la tierra del Señor – como casi ocurre con Israel en los días de los Jueces, y como ocurrió eventualmente en el exilio.

La guerra es una maldición terrible que la raza humana trae sobre sí misma y que busca poseer la tierra de formas incorrectas. Pero padece ante la maldición que les espera a todos aquellos que no atiendan a Dios, su testimonio o sus advertencias – aquellos que se opongan a las reglas de Dios y rechazan su oferta de gracia. El Dios del segundo Josué (Jesús) también es el Dios del primer Josué. Aunque ahora por un tiempo él llegó al mundo mediante el evangelio (y comande a su gente a llevar su oferta de paz a todas las naciones inmediatamente), la espada de su juicio espera en las alas – y su segundo Josué la empuñará (Apocalipsis 19:11-16, ver las notas respectivas).