La Marca o Sello de Dios ¿Quiénes serán sellados?

EL SELLO DE DIOS

Uno de los temas más sobresalientes y sobre todo de sumo interés para el pueblo del Señor es precisamente este, “El sello de Dios”; si todos los cristianos llegamos a entender lo que significa para un hijo de Dios el sello del Divino, creo con firmeza que difícilmente se perderían los que han sido llamados a las bodas del cordero.
Pero desafortunadamente este tema como todos los demás, los pasamos desapercibidos, sin interesarnos en lo más mínimo. Siendo esta la razón para que un pueblo cristiano se encuentre totalmente, desapercibido en la vida espiritual.
Por esta razón hago una invitación al pueblo cristiano, para que despierte de su letargo en que se encuentra para que con mayor afán busquemos el sello de Dios que tanta falta nos hace por la completa seguridad de la salvación. Entonces daremos principio abriendo las sagradas escrituras en el libro de Apocalipsis y dice así:
“Después de esto vi a cuatro Ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la Tierra, que detenía a los cuatro vientos de la Tierra, para que no soplase viento alguno sobre la Tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol”. Apocalipsis 7:1.

“Vi también a otro ángel que sube de dónde nace el sol y tenía el SELLO DEL DIOS VIVO; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar diciendo…” Apocalipsis 7:2.
“No hagas daño a la tierra ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos SELLADO, en sus frentes a los siervos de nuestro Dios”. Libro de Apocalipsis 7:3.
Estos pasajes nos hablan del sello de Dios y del principio del sellamiento, aquí vemos que los primeros en ser sellados fueron los 144,000 pero todos fueron judíos. Pues dice así la escritura: “y oí el número de los sellados 144,000 sellados de las tribus de los hijos de Israel”.  Apocalipsis 7:4.
Pero a pesar de que aquellos 144,000 fueron los primeros en ser sellados; pues tenían derecho de tener tan hermoso privilegio, primero, porque Jesús dio la orden de predicar primero en Jerusalén, cuando él dijo: “y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones comenzando desde Jerusalén”.  Lucas 24:47.
Jesús ordenó a sus discípulos para predicar por primera vez en Jerusalén capital de Israel, para buscar allí aquellos 144,000 judíos que serían los siervos del Señor, y que sólo ahí se encontraban, en Israel. Ellos no se encontrarían entre las naciones gentiles, sino que allí en Israel. Y es que la primera orden de Jesús así fue cuando dijo: “Más id antes a las ovejas pérdidas de la casa de Israel”. Mateo 10:6.
Pero en seguida Jesús dijo: “También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; habrá un rebaño, y un pastor”. Juan 10:16. Aquí se refiere a nosotros los gentiles que estuvimos sin Dios y sin esperanza en este planeta Tierra.
No teníamos quién respondiera por nosotros pero Dios en su plan divino, fuimos incluidos para que en su gracia, alcanzaremos la gloria de tener la brillante oportunidad de tener la dicha de ser sellados por el espíritu santo, el cual es la sustancia de Dios.
En la escritura vemos cuando el señor Jesucristo da la segunda orden a sus discípulos y es cuando él dijo: “Por tanto id, y doctrinad a todos los gentiles, bautizándolos en el nombre del padre del Hijo y del Espíritu Santo”. Mateo 28:19.
Después de haber entendido a los dos grupos que tenían que ser sellados que fueron judíos y gentiles, ahora necesitamos saber, cuál es el sello de Dios, Y qué objeto tiene; porque tenemos que saber con claridad. Porque hay muchos denominaciones que hablan otra cosa.
¿CUÁL ES EL SELLO DE DIOS Y QUÉ OBJETO TIENE?
Por ejemplo cierta denominación a lo que se conoce como los sabáticos ellos presentan como sello “el sábado”. Pero considerando bien este punto no se entiende que el día sábado sea el sello de Dios; porque el sello de Dios sabemos muy bien que es algo más grande y más sublime que debemos entender a la luz de la sagrada escritura.
El apóstol Pablo es bastó para explicarnos en qué consiste el sello de Dios. Nótese bien, no la señal, sino el sello, y dice así el apóstol: “El cual también nos ha sellado y dado la prenda del espíritu en nuestros corazones…”  2° de Corintios 1:22.
Para el sabio apóstol el sello no era el sábado, para él era directamente el espíritu santo de Dios. Porque el Espíritu Santo es mucho mayor que el día sábado, y no podía el señor usar como sello al día sábado, siendo este un día. En cambio el señor dispuso que el espíritu santo fuera el sello por ser éste una SUSTANCIA DIVINA que puede influir en el corazón de los humanos.
El sello tiene tres grandes funcionesa)   Para  identificarb)   Para  valorizarc)    Para  asegurarEntremos a conocer el primer punto, pongamos mucho cuidado para que estemos seguros de lo que hablamos a otros seres.
       I.            Para identificarAhora ¿qué es lo que identifica al pueblo del señor? ¿Será acaso el día sábado? No. Entonces ¿qué cosa es lo que lo identifica a usted? porque puede observar perfectamente bien el día sábado, pero mientras no mora el espíritu de Dios en usted, entonces no tendrá el sello del divino. Lo que puede identificar a un cristiano es la clase de espíritu que lleva dentro de sí.

Existen dos clases de espíritus en esta vida, el espíritu del mundo y el espíritu de Dios, y no hay más. Y esto es lo que identifica precisamente a la persona, la clase de espíritu que lleve por dentro de su corazón. La escritura dice: “y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”. 1° de Corintios 2:12.
Cuando una persona es completamente mundana es porque en ella está el espíritu del mundo, y todas sus obras son inspiradas por lo que tiene en la mente y en el corazón; pero cuando una persona es verdaderamente cristiana es porque en el corazón gravita el espíritu de Dios.
Muchas personas tratan de fingir que son cristianas, y tal vez un día levantaron la mano diciendo que aceptaban al señor, y pasan sobre ellas hasta 4 y 5 años en el conocimiento de la sagrada escritura pero sin embargo no tienen el sello de Dios.
Y es que en ellas no mora el Espíritu Divino. Y es que en ellas sólo mora el espíritu del mundo. Es muy triste encontrarnos a cada paso con cristianos de esta índole; que llevan el nombre de cristianos, pero no llevan el sello divino en sus entrañas. Están vacíos, sólo son el cuerpo muerto, sin espíritu. Santiago 2:26.
Hay un pasaje que hace creer a todos los cristianos que efectivamente ellos ya tienen el sello del Espíritu Santo. Este pasaje es el siguiente dice Pablo a la iglesia de Éfeso así: “En el también vosotros habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación y habiendo creído en Jesucristo fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”.  Efesios 1:13.Este pasaje hace creer a las personas que en cuanto creyó inmediatamente fue sellada con el Espíritu Santo, entonces la tal persona se confía y no tiene cuidado en la vida espiritual, viviendo en un desafío mundano sin temor alguno.
Efectivamente la persona es sellada con el espíritu santo cuando creyó; pero ¿cuándo es que esta persona creyó? acaso ¿será cuando por un sermón elocuente la persona se emocionó y levantó la mano? ¿Será allí cuando ella aceptó? Pues yo digo que no, en ninguna manera.
Muchas personas no han aceptado como debe ser, y al no aceptar como lo manda la escritura, entonces no puede tener el sello de Dios. La manera más acertada es la que Felipe le dijo al Eunuco: “Entonces Felipe abriendo su boca y comenzando desde esta escritura le anunció el evangelio de Jesús…”  Hechos 8:35.
“Y yendo por el camino, llegaron a ciertas aguas y dijo el Eunuco: aquí hay agua; ¿Qué impide que yo sea bautizado?  Hechos 8:36. Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo el Eunuco dijo: Creo que Jesucristo es el hijo de Dios”. Hechos 8:37.
Este es el requisito para creer de todo corazón, el que acepta de todo corazón es aquel que hace 3 cosas conjuntasa)   Se  arrepienteb)   Se  conviertec)    Se  bautizaEstas tres cosas hacen que el cristiano en verdad sea sellado con el Espíritu Santo del omnipotente.
Quiere decir entonces que la credencial de identificación del cristiano no es propiamente la que extiende la misión; porque un auténtico hijo de Dios no necesita de ningún certificado para identificarse, un predicador verdadero tampoco necesita de la credencial enviada de la misión, no necesita de ninguna carta de recomendación cómo nos dice el apóstol Pablo.
Pablo dice así: “¿Comenzaremos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? o ¿Tenemos necesidad como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o recomendación de vosotros?“ 2° de Corintios 3:1.
Lo que identifica propiamente al creyente en Jesucristo es el Espíritu Santo que va en el creyente, lo primero en su porte, en su mirada, en su palabra etcétera, con su testimonio general. Pues él se está identificando, porque cada una de sus acciones está precedida por el Espíritu Santo de Dios que va en él. Su cuerpo se identifica verdaderamente como un Templo del Espíritu Santo, así como lo explica el apóstol Pablo cuando dice:
“O ignoráis que vuestro cuerpo es el Templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vosotros” 1° de Corintios 6:19.
Entonces cuando esté espíritu está en la persona todas sus acciones están confirmadas por la influencia del espíritu de Dios que gravita en él. Qué mejor identificación que está, ante esta credencial no valen papeles ni cartas, basta la credencial real y verídica que se lleva por dentro de sí.     II.            Para valorizarEl segundo objeto que tiene el sello es para valorizar, por ejemplo un simple papel sin sello alguno no tiene valor pero cuando aquel papel está sellado si tiene suficiente valor.
Entonces la organización que aplica ese sello da el valor que desea en aquel pliego, de lo contrario no vale. Antiguamente los Reyes cuando ellos daban una orden de gran escala, ellos sellaban con su anillo el pliego en dónde iba la orden. Porque mientras no tuviese el sello del anillo del Rey, esa orden no tenía valor alguno.
Absolutamente no valía en ninguna manera, pero lo que hacía poderoso a aquel pliego era el sello del REY; porque nadie podía violar ese pliego, la santa escritura nos habla de lo serio que era esta cosa y dice así:
“Escribid, pues, vosotros a los judíos como bien os pareciere, en nombre del rey; porque así conviene, pero un edicto que se escribe en nombre del rey, y se sella con el anillo del Rey no puede ser revocado”. Ester 8:8.
Y dice más: “Y escribió en nombre del rey Asuero, y lo sello con el anillo del rey, y envió cartas por medio de correos montados en caballos veloces procedentes de los buenos repastos reales”. Ester 8:10.
Cosa similar acontece con nosotros, lo que a nosotros nos da el valor, lo que nos hace ser diferentes de las demás religiones es el sello que llevamos del Espíritu Santo, qué cosa tan preciosa la que nos hace ser tan felices en este mundo.
En este caso El rey de la eternidad pone el sello en el pliego del ALMA de cada uno de nosotros. Entonces nos hace ser de un valor incalculable, así como esta predicho por el Profeta Isaías veamos lo que dice:
“Haré más PRECIOSO que el oro fino al varón, y más que el oro de ophir al hombre”. Isaías 13:12. Tenemos en este mundo un metal precioso designado por varias palabras hebreas, probablemente según su grado de pureza: zahah, harus, kéten, bueno pero Dios promete transformar y hacer al hombre más precioso que estos metales.
El Espíritu Santo, es el que le da el valor al cristiano, por medio de los dones que él coloca dentro de su corazón, es allí cuando Dios hace más precioso al hombre que al oro de ophir que hay allá en Arabia al sur del medio oriente. Mientras el individuo no tenga el sello del Altísimo, éste carece de los valores espirituales de los dones de Dios. Y sus predicaciones son simples y sin sabiduría.
 Pero cuando la persona de Dios tiene la gracia del buen espíritu, entonces el mismo espíritu le da los dones que este hombre necesita, y el espíritu se los da como él quiere dárselos. El apóstol Pablo dice: “Empero a cada uno le es dado manifestación del espíritu para provecho”. 1° de Corintios 12:7.
El cristiano que llega a poseer los dones de Dios, puede considerarse como un hombre afortunado, como el hombre más rico del mundo, por cuanto las riquezas espirituales están en él; el valor de esa alma es incalculable, porque en ella se ANIDAN las gemas preciosas de la gracia de Dios.  III.            Para  asegurarUn sello se coloca también para asegurar una propiedad, para que nadie la toque y nadie pueda violarla por cuanto está asegurada e identificada por el sello que se le ha puesto. Esto es en la parte literal.
Ahora en la parte espiritual, el Espíritu Santo es el sello que Dios pone de SEGURIDAD y que confirma al cristiano como propiedad de Dios, así como una persona inconversa se confirma que es mundana, por la clase de espíritu mundano que lleva en su corazón. Pues así también el cristiano se confirma que es hijo de Dios por la parte que lleva de Dios en él.
El altísimo quiere tener sellado a sus hijos y con ello asegurados para el día de la redención, para que cuando venga el unigénito a la tierra, reclame a los sepulcros los tuyos a los que le pertenecen a él.
Pero ¿Quiénes eran los de Cristo? Pues serán los que estén sellados con el Espíritu Santo de Dios; estos son los que se levantarán de los sepulcros para recibir al Señor en el aire, porque le pertenecen a él y son suyos.
Por eso dice: “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz. Juan 5:28. Porque el señor mismo con voz de mando con voz de Arcángel, y con voz de trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero”. 1° de Tesalonicenses 4:16.
Una vez estando resucitados, “Cristo mandará a sus ángeles con voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”. Mateo 24.31.
Por eso dice: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios con el cual están sellados para el día de la redención”. Efesios 4:30. “Porque los que estén sellados son los que tendrán parte en la primera resurrección”. Apocalipsis 20:6.
Es de urgente necesidad que todo el pueblo de Dios tenga ese sello divino del Espíritu Santo. Porque sin él, no podemos participar de la redención que vendrá a ser el Rey de Reyes; al venir Jesucristo buscará en el corazón de los cristianos ese sello con el cual estaban ya asegurados para entrar al reino glorioso de justicia que él viene a establecer.
Al reino no podrán entrar quienes estén pletóricos del espíritu maligno. Éstos serán desechados, porque tenían la marca de la bestia y no el sello del altísimo, esto equivale a lo mismo que aconteció en Egipto como lo vemos en la siguiente estrofa.
En Egipto aconteció cosa similar hace 3,483 años más o menos, cuando la destrucción de los primogénitos llegó a los egipcios, pero sin embargo no tocó ninguna de las casas de los israelitas; porque ellos tenían la señal de la sangre del cordero en los dinteles de su hogar o casa. Éxodo 12:22-23.

 Asimismo será en el día de la redención todos los que carezcan del sello de Dios que es el Espíritu Santo en el corazón, no podrán en ninguna manera participar de los beneficios de la redención mundial que se operara. Por tanto tenemos que cuidar este sello sin el cual será imposible entrar en la vida eterna.
Y como una última característica del sello de Dios podemos entender que el espíritu santo graba en la mente de los cristianos el nombre del Padre así como lo dice Apocalipsis 14:1. “Y miré Y he aquí el cordero estaba sobre el Monte de Sión y con él los 144,000 que tenían el nombre de su padre escrito en sus frentes…”
Todo aquel que posee el espíritu santo tiene como pasatiempo central en todas sus acciones el nombre del Padre Celestial. Y tiene su mente bien fresca, sólo esperando ese día final para recibir su recompensa.
Este nombre bendito es el que ilumina siempre sus pensamientos, sus ideales, sus propósitos y los míos. Jamás en nuestra mente como todas las demás vayamos a pensar cosas malas, siempre tengamos la luz de Dios, la luz infalible impartida por el nombre del eterno JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS, no así el que tiene en su mente el nombre del mundo, esté siempre está pensando en el mundo, en todas sus conversaciones, no puede hablar de otra cosa sino simple y sencillamente del mundo.

Pero el que tiene la dicha de estar sellado con el espíritu del Altísimo, este piensa, por encima de todas las cosas en su padre celestial, así como pensaba el Señor Jesús cuando estuvo aquí en la tierra de Israel, el centro de sus pensamientos era solamente su padre, como puede verse en el evangelio según Juan.
Y dice: “Les dijo, pues, Jesús: cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre”, así habló San Juan 8:28.
 “Jesús dijo: Por eso me ama el padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi padre”. San Juan 10:17-18.
Después de analizar todo esto, ahora puedes hacerte una pregunta y es la siguiente: ¿qué anillo me ha sellado, el del Rey de la eternidad, o el del rey de las tinieblas? Reconsidera tu vida y apresúrate a buscar el sello con el cual te aseguraras para el día de la redención.

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