¿Por qué o para qué nos creó Dios?

 ¿Por qué o para qué nos creó Dios

Dios nos creó para poder derramar sobre nosotros su infinito amor. Dios es amor. Y nos creó a su imagen y semejanza, con la capacidad de amar, de modo que al experimentar su amor también nosotros podamos amarlo a Él y amarnos los unos a los otros.

 

La Biblia nos dice que «Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero.» (1 Juan 4.19). Y vemos en la narración de Génesis cómo, antes de crear al hombre, Dios preparó el resto de la creación, asombrosa en su belleza y diversidad, como un regalo para nosotros. Su anhelo era tener una familia que pudiera disfrutar de un Padre infinitamente amoroso, en armonía, en comunión con Él y con la creación. Y podemos suponer, porque «los bendijo con estas palabras: ´Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla´» (Génesis 1.28), que su intención era tener una familia lo más grande posible.

 

Con la caída, al romperse esa perfecta comunión del hombre con Dios, Él no se resignó a perder esa familia, y comenzó a desarrollar un plan para restaurar esta relación de amor. Dios nunca dejó de amarnos, pero el hombre pecador no puede presentarse delante de un Dios Santo. Sin embargo ahora, redimidos por Cristo, somos hechos nuevas criaturas: «si alguno está en Cristo, es una nueva creación» (2 Corintios 5.17). Es como si nos hubiera creado de nuevo, porque sabiendo de nuestra naturaleza pecadora, dispuso en la cruz del calvario el medio para poder mirarnos y vernos justificados, tal como si nunca hubiéramos pecado, y así poder integrarnos a su familia en perfecta comunión. Romanos 8.38-

39 dice: «Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor».

 

Ahora bien, me podrías preguntar: Si tanto anhela Dios que estemos a su lado, ¿por qué no nos lleva con Él tan pronto como nos convertimos? Bueno, Dios sigue anhelando tener una familia grande. Muy grande. Y por eso ahora nos necesita aquí. Para extender Su Reino en la tierra de modo que la mayor cantidad de personas lo conozcan y tengan la posibilidad, cuando llegue el momento, de disfrutar de la nueva creación que tiene preparada para los que le aman y obedecen.

 


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