¿Por  qué no son igual de 

ciertas todas las religiones?

La Salvación ¿qué se necesita

Hoy está muy difundida la idea de que «todas las religiones son igualmente válidas», y de que «todos los caminos conducen a Dios». Pero esta concepción es completamente ridícula, ya que  es obvio que si las distintas religiones tienen diferentes ideas acerca de Dios, no pueden ser todas ciertas.

 

Algunas religiones creen en la reencarnación, sin embargo la fe cristiana afirma que «… está establecido que los seres humanos mueran una sola vez …» (Hebreos 9.27). Ciertas religiones sostienen que hay varios dioses, y muchas creen que son necesarias personas especiales para oficiar de intermediarios entre el hombre y Dios, pero el cristianismo afirma que «… hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo …» (1 Timoteo 2.5).

 

¿Por qué los cristianos, frente a las creencias de otras religiones, afirmamos conocer al único Dios verdadero? Bueno, los hombres tenemos una mente limitada, finita. En cambio Dios es infinito. Las personas, por más inteligencia y erudición que tengan, no  pueden ni siquiera aproximarse a abarcar la mente de Dios para poder entenderlo y conocerlo en su plenitud. La única forma de alcanzar a conocer a ese Dios infinito y trascendente, es que Él mismo nos explique cómo es. Sólo si Dios se revela al hombre éste puede llegar a conocerlo tal cual es. Los cristianos creemos que la Biblia, Antiguo y Nuevo Testamento, contiene la revelación de la naturaleza y los propósitos de Dios.

 

Todas las religiones constituyen intentos de los hombres por acercarse a Dios. Pero para acercarnos a Dios debemos hacerlo de acuerdo a sus condiciones, y no a las nuestras. Por eso resulta fundamental conocer cuáles son sus condiciones, y es en la Biblia donde las encontramos.

 

Por ejemplo, algunas religiones suponen que por las buenas obras es que hacemos méritos delante de Dios, y que Dios nos acepta y nos premia cuando nos comportamos bien. Pero la Biblia nos dice que «… Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.» (Romanos 5.8). Es Dios quien nos busca, imperfectos como somos, para tener una relación de amor con nosotros.

 

Ninguna religión, entendida como el esfuerzo humano de agradar a Dios por medio de ceremonias, ritos o superación personal, puede ser verdadera. Ni siquiera el cristianismo entendido como religión constituye un camino para llegar a Dios. Somos inevitablemente imperfectos, y por más que nos esforcemos por merecer su aprobación, no lo podemos hacer con nuestros propios méritos. Es por gracia que Él se acerca a nosotros en Jesucristo para ofrecernos el perdón de todos nuestros pecados.

 

Los seres humanos, con su entendimiento limitado, han tratado de crear caminos para llegar a Dios apoyados en su propio entendimiento. Pero según la Biblia « … mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos—afirma el Señor—.» (Isaías 55.8).

 

Para reconciliar al hombre con su Creador no puede haber otro camino que Jesucristo, porque para cruzar el abismo que a causa del pecado nos separa de Él, hace falta un puente que necesariamente debe ser simultáneamente hombre y Dios. Por eso los cristianos creemos las palabras de Jesús, Dios encarnado, cuando dice: «Yo soy el camino, la verdad y la vida … Nadie llega al Padre sino por mí.» (Juan 14.6). Y si esto es cierto, entonces ningún otro camino puede ser verdadero.

 


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