¿Por  qué debo obedecer a mis padres

 aunque estén equivocados?

Antes de responderte esta pregunta tengo que pedirte que, si todavía no lo hiciste, leas la respuesta anterior. Te espero …

Muy bien. Ahora ya sabes por qué debes obedecer a tus padres, y por qué, además, te conviene hacerlo. Dicho esto, hablemos en particular de aquellas situaciones en las que están equivocados …

Está claro que los padres a veces se equivocan, pero ¿has escuchado el refrán popular «El diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo»? Bueno, sin hacer comparaciones que resultarían ofensivas, lo cierto es que «los padres saben por padres, pero más saben por viejos». ¿Qué quiero decir con esto? Que es probable que muchas veces tú creas que están equivocados cuando en realidad no lo están. Ellos tienen más experiencia, más madurez, y una perspectiva más amplia de la vida, todo lo cual hace que muchas, pero muchas veces, sepan mejor que tú qué es lo mejor o lo más conveniente.

 

¿Pero qué si estas 125% seguro que están equivocados? Ya pusimos en claro que te toca respetarlos igual, pero eso incluye que puedes conversar con ellos sobre lo que te preocupa. No hables en momentos de enojo. Sácalos de la rutina para que te escuchen con mayor atención. Invítalos a sentarse en un café contigo y exprésales por qué crees que están en un error. ¡Puede que te sorprendan con su reacción!

Ahora bien, también es importante que sepas que esto de obedecer se aplica siempre y cuando lo que te ordenen o te pidan tus padres no sea pecado, no sea algo que Dios explícitamente prohíbe en su Palabra, y no sea algo riesgoso para tu integridad física o la de otra persona. Si te encontraras en alguna de estas situaciones, lo mejor es intentar primero explicarles a tus padres tu punto de vista o tus creencias. Y

si esto no funcionara, yo te recomiendo que consultes a tu líder de jóvenes, a tu pastor, o a algún otro adulto de tu confianza que sea un cristiano maduro, para que pueda darte consejo y ayuda. No te quedes encerrado tú solo con tus problemas. Pide ayuda si la necesitas, porque para eso está el cuerpo de Cristo.

 


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