Mi amigo tiene modos  afeminados,

 ¿es homosexual?

No todos los que hablan suavemente en vez de con voz de macho de telenovela, que se mueven con cierta delicadeza, y que se preocupan por estar vestidos y peinados de manera minuciosa son homosexuales. Dios nos hizo diferentes y hay que respetar las peculiaridades de cada uno sin andar etiquetando. Puede que un hombre sea más «delicado» que otro sin ser homosexual. Homosexual es alguien que se siente atraído sexualmente exclusivamente por personas de su mismo sexo y decide activar esa atracción. También hay homosexuales que se ven por fuera «muy hombres» (o «muy mujeres» si se trata de mujeres), y que nunca adivinarías qué orientación sexual tienen.

Por otra parte, he hablado con muchos jóvenes que me han confesado tener tendencias homosexuales manifiestas en fantasías o hasta en alguna experiencia. Una y otra vez les ayudo a diferenciar su identidad de sus conductas. ¿A qué me refiero? Al comenzar la adolescencia comienza una preciosa aventura por definir la propia identidad. En esta etapa es normal que tengas muchas preguntas acerca de la sexualidad, y es muy probable que tus hormonas produzcan mucha excitación. En medio de todo esto, algunos tienen sensaciones «novedosas» y «confusas», pero esto es también normal. El problema es que algunos le prestan demasiada atención a estas sensaciones pasajeras y desordenadas, que son fruto de los cambios físicos que están atravesando. Diversos estudios han comprobado que muchas personas heterosexuales habían experimentado  en su adolescencia  sensaciones  confusas que  simplemente  descartaron.  Lo malo es que muchos adolescentes  están

convencidos de que ya no tienen salida luego de haber tenido alguna de estas sensaciones. ¡Eso es un error!  Todos podemos decidir qué

hacer con nuestra sexualidad, sin importar cuáles sean nuestras tentaciones, sensaciones, o fantasías. Debemos librar a las personas

de creer que porque experimentaron una «tentación» entonces ya están presos de una identidad. Dios nos dio a cada uno un cuerpo, una mente,

y además una voluntad para poder decidir cuál es el mejor camino.

 

Esto es lo que puedes compartir si debes aconsejar a algún amigo que está batallando por definir su orientación sexual:

 

  • Dios lo ama.
  • Dios lo diseñó para que sea de determinado sexo, y Él sabe qué es lo mejor para nosotros.
  • La mejor decisión es sujetar nuestra sexualidad (como todo) al plan de Dios.
  • No debe permitir que determinadas sensaciones definan su identidad.

 

Finalmente, si tu amigo necesita ayuda para terminar de definir su orientación sexual, puedes animarlo a buscar ayuda en la iglesia. Hay muchas personas dentro del cuerpo de Cristo que están capacitadas especialmente para escucharlo y guiarlo.

 


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