¿Hay algo que Dios no pueda perdonar?

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El perdón de Dios está disponible para todos aquellos que se arrepienten de sus pecados y ponen su fe en la obra redentora de Cristo en la cruz, y ese perdón cubre todos los pecados, ya sean pequeños o grandes. Ahora bien, si prestas atención notarás que hay dos acciones principales en la oración anterior: 1) arrepentirte, y 2) poner tu fe en Cristo.

 

Dios ofrece su perdón para todo pecado del cual nos arrepentimos sinceramente. Sin arrepentimiento no hay perdón. Debemos reconocer nuestro pecado y confesárselo a Él. No importa lo terrible que sea tu pecado, piensa que Él no se va a horrorizar de nada que puedas contarle, y que además Él ya lo sabe todo. Recuerda que «Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.» (Hebreos 4.13), de modo que es necio no reconocer nuestras transgresiones, y desaprovechar así Su preciosa promesa que «Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.» (1 Juan

1.9).

La Biblia nos dice que « … no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia  para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.» (Hebreos 4.15-16). Esto significa que el mismo Jesús que fue a la cruz en lugar de nosotros para pagar el precio por todos nuestros pecados, pasados, presentes y futuros, ahora está sentado a la derecha de Dios Padre intercediendo todo el tiempo por nosotros. Es como si fuera nuestro abogado defensor, que siempre nos comprende y nos abre el camino hacia el perdón de Dios.

 

Ahora, yo sé que muchas veces esta pregunta viene de haber leído o escuchado lo que dice Jesús en Mateo 12.31-32. Allí Jesús nos dice que existe un solo pecado que nunca tendrá perdón, que es «la blasfemia contra el Espíritu Santo». ¿Pero qué es blasfemar contra el Espíritu Santo? El Espíritu Santo vino a nosotros como el consolador para terminar la obra de Cristo en nuestras vidas. Es el Espíritu Santo quién nos revela en nuestro interior la necesidad de arrepentimiento y nos dirige la atención (o más específicamente la fe) hacia Cristo. Entonces blasfemar en su

contra es justamente no arrepentirnos de nuestros pecados y no confiar en el regalo de la cruz provisto por Cristo. Dicho bien directo: blasfemar contra el Espíritu Santo es negar nuestra necesidad de arrepentimiento y no tener fe en Jesús, y esto nos priva del perdón de Dios.


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