Amar a Dios con todo nuestro corazón ¿Qué significa

¿Por  qué a veces Dios  no responde mis oraciones?

En primera instancia debo advertirte que hay ciertas cosas que pueden estorbar nuestras oraciones. La Biblia enseña que el pecado, el no tener un corazón limpio delante de Dios, la falta de fe, y la falta de gratitud a Dios por todo lo que nos da, entre otras cosas, pueden interferir en nuestras oraciones, o incluso «hacer que reboten en el techo». Así que antes que nada debes examinar tu corazón, tus  actitudes, y tus intenciones, para estar seguro de que te encuentras limpio como para presentarte ante el trono de la gracia de Dios.

Pero lo más probable es que con esta pregunta te estés refiriendo a otra situación: a cuando le pides y le pides algo a Dios y Él no te lo da. Déjame compartirte una ilustración que escuché hace mucho tiempo: Dios es como un semáforo. Imaginemos un automóvil que viene andando hasta llegar a un cruce de calles, y le pregunta al semáforo «¿puede usted por favor concederme el derecho a pasar?». Entonces hay tres opciones. El semáforo puede contestale «Sí» (encendiendo la luz verde), puede que le conteste «No» (encendiendo la luz roja), o puede que le conteste «Ahora no. Tienes que esperar un poco» (encendiendo la luz amarilla). Ahora te pregunto yo a ti: ¿es el semáforo malo cuando le contesta que no? ¿y cuando le contesta que espere, lo hace para que el automóvil sufra? ¡Claro que no! Cualquiera de las tres respuestas es igualmente buena para el automóvil, porque el semáforo sabe lo que más le conviene al vehículo, por eso es precisamente él el que «dirige el tránsito». ¡Lo malo sería si el semáforo siempre le dijera que sí al automóvil, y a todos los automóviles cada vez que le piden pasar! ¿Te imaginas la cantidad de accidentes que esto provocaría? Eso no sería bueno para ninguno de ellos …

De manera similar, Dios sabe mejor que tú lo que te conviene, y lo que es mejor para ti en cada momento. Así que recuerda que, cuando le pides algo, puede que te responda que sí (dándote lo que le pediste), o que te responda que no (no dándotelo), o que te responda que es mejor esperar un tiempo antes de que te lo de (bueno … simplemente no dándotelo ahora y sí más adelante). Lo que te garantizo es que, si no hay nada de lo que te expliqué primero estorbando tus oraciones, Dios te responderá. Lo que no puedo garantizarte es que te responda exactamente lo que tú quieres, o lo que a ti te parece. Pero esto debería darte tranquilidad … la tranquilidad de que tu Padre celestial, que te ama, que desea lo mejor para ti, y que conoce tu pasado, tu presente, y tu futuro, está haciendo por ti en cada momento exactamente aquello que sea lo mejor.

 


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