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TALLERES PARA MATRIMONIOS
Acerca de las clases

TALLER PARA MATRIMONIOS – INTRODUCCION

Podemos definir como matrimonio a un conjunto de 2 personas íntimamente relacionadas, formadas por un hombre y una mujer, que viven juntos, que participan en el progreso material, espiritual, en la convivencia armónica, respeto mutuo, transmisión de valores, los cuáles día a día deben dignificar la personalidad de ambos;  Donde haya disciplina, solidaridad, servicio, sinceridad, honestidad y amor.

El matrimonio es una entrega total y un compartir totalmente de la persona total con otra persona hasta la muerte.

El propósito de Dios es que cuando nos casamos debemos compartir TODO: cuerpos, posesiones, percepciones, ideas, habilidades, problemas, éxitos, sentimientos, sufrimientos, fracasos.

En un matrimonio cristiano que le da a Dios la guía de su hogar, es más probable que no existan tantas crisis como en aquellos en donde su vida está centrada en ellos mismos. Esposas que se quejan de que el esposo no tiene tiempo para dedicarle a ellas.

Esposos que se preguntan porqué tienen que trabajar muchas horas para luego volver a su casa y encontrar una esposa depresiva, desaliñada, amargada, irritable, llorosa, etc. etc.

El matrimonio es un trabajo en equipo, lo que cada uno hace debe ser por amor al otro y preocuparnos por las necesidades del otro antes que por las propias.

Génesis 2:24 dice que los esposos ya no son 2 sino una sola carne, este concepto se manifiesta en maneras prácticas, tangibles y demostrables. la intimidad total y la profunda unidad son parte del plan de Dios para un buen matrimonio.

 

Un matrimonio que comenzó excelente terminó muy mal. En muchos casos en divorcio. ¿Qué pasó?  Hay otra tragedia que es el divorcio psicológico: una pareja que sigue viviendo junta con una comunicación mínima o nula, las relaciones están destrozadas y el matrimonio muerto.

 

Hay un chiste sobre una pareja que no se hablaba por 15 días. Iba la pareja en coche por el campo cuando él divisó 2 mulas. Por primera vez, luego de 2 semanas le habló a su esposa diciéndole: ¿Son parientes tuyos?

Ella le contestó, ¡Sí por parte de mi esposo! Después de eso no volvieron a dirigirse la palabra.

¿Alguno se siente identificado? ¡esperemos  que no! No hay más que observar a algunas parejas en algún bar o restaurante, donde no se miran ni se hablan, para darnos cuenta.

El Dr. Peterson, autoridad en asuntos matrimoniales, hizo un estudio de parejas entre 20 y 35 años de casados. Su conclusión fue que sólo 6 parejas de cada 100 estaban satisfechas y realizadas en su matrimonio.

Un buen matrimonio lleva trabajo y tiempo para que los cónyuges no funcionen solos sino en equipo. El amor puede y debe crecer entre la pareja penetrando cada faceta de su relación en felicidad y  comprensión. El amor es aquel aspecto sentimental y psicológico de la relación conyugal que tiene la capacidad de profundizarse y que debe crecer de atracción a afecto hasta llegar a admiración.

Cuando 2 personas se casan prometen ser fieles el uno al otro, pase lo que pase. Esto tiene un alcance bastante largo, por ejemplo:

LA ESPOSA promete ser fiel aunque el esposo engorde, se ponga calvo, tenga que usar anteojos bifocales, contacto u otros; aunque pierda la salud, riqueza, empleo, atractivo físico, aunque aparezca en escena alguien más excitante.

EL ESPOSO promete ser fiel aunque la esposa pierda su belleza y atractivo, aunque no sea tan pulcra, ordenada o sumisa como él quisiera, aunque no satisfaga sus deseos sexuales completamente, aunque gaste el dinero tontamente o que sea una mala cocinera.

La mayoría de nosotros entramos en la vida conyugal con un ideal  hermoso          del matrimonio. Hay quienes siguieron cursos para novios, han leído sobre vida sexual, sicología y otras cosas interesantes. ¿Cuántos podemos decir después de varios años de vida en común que nuestros hogares han respondido a lo que esperábamos?

POR CIERTO MUY POCOS.

 

Lo importante es construir juntos la felicidad conyugal. Es un fin que ha de ser perseguido, no un privilegio que se adquiere de antemano, para eso es necesario comprenderse. Hay fallas en todas las parejas que siempre se pueden corregir si los dos quieren.

La falla más común es la falta de transparencia, esa falta de apertura mutua, leal y completa sin la cuál no hay verdadera comprensión. Una pareja que tenga el coraje de decirse todo, pasará por muchas sacudidas pero construirá un matrimonio cada vez mejor pues todo ocultamiento será el camino del fracaso

Para comprenderse hay que admitir que hay diferencias de naturaleza. Por ejem: Un esposo escritor que necesita periodos de tranquilidad para meditar, madurar su obra, momentos en lo que parece no hacer nada, pero de pronto aparece su esposa, que está muy activa en la casa, y le dice: “Querido, ya que no estás haciendo nada,

¿Por qué no me ayudas a hacer… tal o cual cosa? El esposo, por supuesto, no se siente comprendido.

 

Otra mujer no comprende que su marido necesita hacer algo con sus manos después de horas después de horas de oficina y comienza en su casa a trabajar con una sierra; ella lo único que ve es que ensucia el piso y los muebles y se enoja. El esposo en este caso también tiene que comprender que las mujeres se identifican con la casa y si ensucia algo es como ensuciar a la mujer misma.

Por falta de comprensión ambos corren el riesgo de desconocer las necesidades del otro.

El matrimonio está hecho para descubrirse y completar el uno con el otro lo que todavía no conocen, éste es el sentido del matrimonio.

 

Somos diferentes, el hombre tiene un espíritu teórico, la mujer un espíritu más personal. Los hombres exponen teorías, las mujeres las relacionan en función de personas.

 

De la mujer y bajo su influencia el hombre adquiere el sentido de lo personal.  Una civilización construida solamente, por hombres seria técnica pero construida solo por mujeres estaría regida más por sentimientos que por practicidad, por eso tenemos tanta dificultad para conocernos y tanta necesidad el uno del otro para desarrollarnos como personas

 

Muchos matrimonios viven un conflicto entre la profesión y el hogar. Hay gran cantidad de profesionales, profesores, líderes, pastores, etc. en estas condiciones porque las mujeres no comprenden la importancia que la vocación o el llamado tiene para el hombre.

 

 

LAS MUJERES SE CASAN CON LOS HOMBRES, NO CON LA VOCACION, por eso los intereses no son los mismos.

LAS MUJERES GENERALMENTE SE SIENTEN IRRITADAS POR ESA COMPETENCIA QUE LES ROBA A LOS MARIDOS.

 

INTRODUCCION

EJERCICIO

¿Qué  impresión tengo de nuestro matrimonio?

¿Qué  cosas hemos aprendido juntos desde que estamos casados?

¿Creo que empleas suficiente tiempo conmigo?

¿Considero que somos amigos?

¿Cuanto hace que no salimos solos?  (no por trámites)

¿Cuando fue la última vez que me dijiste frases cariñosas o que me amabas?

¿Cuando fue la última vez que me pediste perdón por algo?

¿Como puedes ser más sensible a mis  necesidades?

*¿Como podes ser más sensible a mis necesidades?

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