TALLER PARA PADRES CRISTIANOS
Acerca de las clases

. CORREGIR  A NUESTROS HIJOS 

“La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre” – Proverbios 29:15

¿Qué es disciplinar?

Es guiar, supervisar y educar el desarrollo de  los gustos del niño. Es enseñarles a los hijos a tomar decisiones sabias. Cada vez que se le ayuda a un niño a tomar una buena decisión lo estamos disciplinando.

Tres buenas razones para corregir a su hijo

  1. Por que los niños necesitan corrección.

“La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de corrección la alejará de él” Proverbios 22:15.

  1. Por que es un mandamiento del Señor.

“No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol” Proverbios 23:13-14. Padres sabios escogen obedecer las instrucciones de Dios por encima de sus sentimientos, tradiciones y razonamientos.

  1. Por que al corregir mostramos que amamos.

“El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige” Proverbios 13:24.  “El Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo” Hebreos 12:6.

¿Qué se busca al castigar?

Se busca corregir dos cosas muy peligrosas:

(1) El desarrollo de malas acciones o actitudes (orgullo, grosería, robo, mentira, agresión, etc.)

(2) La confrontación a la autoridad o rebeldía, es decir, cuando el niño conscientemente escoge desobedecer.

Padres sabios siempre actúan frente a estas situaciones. ¡No se permiten dejar pasar ni una!

Motivos equivocados para castigar

  • Venganza: Disciplina con rabia. Estoy enojado porque me quebró el matero.
  • Machismo: Mostrar que yo soy el jefe. Disciplina caprichosa.
  • Vitrina: Disciplinar a los hijos para que otros me vean. Deseamos mostrar que somos buenos padres. Preocupación por su imagen.
  • Desahogo: Cuando el hijo es castigado exageradamente porque estoy frustrado con otros problemas.

 

Todos estos motivos son malos porque son para el beneficio de los padres, no para el de los hijos.

¿Cuándo debemos comenzar a castigar?

“El que detiene el castigo, a su hijo aborrece;

mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”- Proverbios 13:24.

 

Cuando bien pequeños (menos de 12 meses), se les puede pegar una palmadita suave. Al ir creciendo, la palmadita debe ser más dura. Castigar no es un “acto simbólico”. Debe doler.

Características de un castigo efectivo

  • Que se realice con dignidad. Se corrige con calma, sin enojo y en privado.
  • Que tenga impacto sobre el hijo. Que el castigo de duela de alguna manera.
  • Que sea razonable. Que refleje la gravedad de la desobediencia.
  • Que sea a tiempo. Entre más cerca este el castigo al evento, más efectivo es.
  • Que sea consistente. El castigo debe ser igual, ya sea en la casa o por fuera de la casa.
  • Que sea respaldado. Tanto papá y mamá están de acuerdo con el castigo y se respaldan.
  • Que se relacione al error. Donde sea posible, es bueno buscar castigos que tengan algo que ver con la desobediencia. Si el niño se robó una galleta, queda sin mecato unos días. Si estaba viendo TV sin permiso, queda sin TV una semana.

Castigos deben reflejar la edad del hijo

Recordemos las tres etapas en el desarrollo de los hijos.

 

Etapa 1:        Entre los 0 y los 9 años.

Etapa 2:        Entre los 10 y los 12 años.

Etapa 3:        Mayores a los 13 años.

 

El castigo corporal (una palmada o un correazo moderado) puede ser efectivo durante la Etapa 1. Pero al avanzar la edad, se debe reducir la dependencia en el castigo corporal y buscar el diálogo (tratar de convencer) y otros formas de castigo. Castigo corporal a hijos en la Etapa 3 generalmente produce rabia y rebeldía. Puede hasta dañar la relación padre-hijo. Miremos algunas posibilidades:

 

Corrección en Etapas 2 y 3: Algunas ideas.

 

  • Puede quitarles temporalmente algo que les gusta, como el celular, el TV, las salidas por la noche.
  • Puede aplicarle un “casa-por-cárcel”, es decir, por una semana o dos, sólo se le permite salir al colegio y a la capilla. Nada de actividades sociales.
  • Busque maneras en que ellos puedan vivir una mala consecuencia de su desobediencia. Por ejemplo, si se comió la plata del bus, entonces debe madrugar y andar al colegio mañana. No trabajó, entonces pierde una comida. Perdió la chaqueta por descuido en el colegio, debe realizar trabajos extra en casa para ayudar a comprar otro (o aportar algo de sus ahorros).
  • Como castigo, no le quite cosas constructivas. Por ejemplo, como castigo, algunos padres no dejan que el joven valla al campamento cristiano o a la iglesia el domingo. Esto es quitarle algo que le puede ayudar a mejorar. ¡Piénselo bien!

 

Corrección en Etapas 1 y 2: Algunas ideas.

Para esta edad, el castigo corporal debe aplicarse cuando el caso lo requiera. Evite infundirle terror al niño. La idea es dirigirle y definirle unos límites sanos. A continuación describo un procedimiento que ha sido muy efectivo para nosotros.

 

Uno, dos y tres… ACCIÓN.

No es siempre posible que el hijo actúe inmediatamente. Nosotros hemos encontrado que el método de contar “uno, dos y tres” nos ha funcionado muy bien con nuestros 4 hijos. Por ejemplo, damos la instrucción: “Por favor arregle la cocina”. Luego contamos calmadamente hasta 3. Si llegamos a “tres” y aún no ha empezado a arreglar la cocina, hay un castigo. El “tres” significa que ya es muy tarde. Es interesante notar como los niños corren al escuchar el “dos”.

El niño obedece cuanto cree que el adulto va a ACTUAR. Este método funciona muy bien siempre y cuando se utilice con regularidad y consistencia. Para que el método funcione, tiene que castigar SIEMPRE que llegue a “tres”.

 

¿Por qué mi niño no se comporta en la reunión de iglesia?

El comportamiento de un niño en un lugar público como en la calle, en el almacén o en la asamblea, refleja su comportamiento en la casa. Si los padres no tienen autoridad sobre sus hijos en la casa, mucho menos la tendrán fuera de la casa. Si no exigimos obediencia en casa, tampoco la lograremos fuera de la casa.

¿Qué puedo hacer con mis hijos durante la reunión?

Para niños pequeños, una hora es mucho tiempo. Motívales a participar donde les sea posible. Si el niño ya lee, cómprele una Biblia y un libro de cantos. Motívelo a seguir las lecturas y a cantar – por lo menos por los primeros 20 o 30 minutos. Si desea que el niño no ande por todo el salón, lleve algo para entretenerlo. Colores y libritos son ideales. Entregarle unas llaves u objetos ruidosos al niño no es recomendable. Tampoco prestarle un corario de la iglesia para que lo dañe.

Eduque al niño a sentarse siempre a su lado. Los más grandesitos pueden sentarse con sus amiguitos como premio por buen comportamiento.

 

¿Cuándo no se debe castigar?

Hay algunas situaciones en que los padres NO deben disciplinar a los hijos:

 

  • Hay errores y equivocaciones que son parte normal del crecimiento y del aprendizaje.
  • Limitaciones naturales. Hay cosas que el niño no puede hacer a cierta edad. Cada niño tiene su límite físico y mental. Algunos niños sufren de mucha timidez. Los niños son diferentes. Evite comparar un hijo con otro.
  • Olvidos involuntarios: Debido a la emoción de algún evento, es posible que un niño olvide algo inocentemente. Diferencia entre estos olvidos ocasionales involuntarios, y lo que es irresponsabilidad o rebeldía.
  • Cuando no hay claridad de lo ocurrido: Investigue bien. Pregunte a varios. Castigar injustamente genera un niño amargado y rebelde.

 

¿Qué debo hacer cuando tengo rabia?

No castigue. Puedes decirle al niño: “Ve a tu cuarto. Espérame, después hablamos”. Después de unos 10 o 15 minutos, búsquelo. Si lo considera necesario, ahora  castíguelo con calma, con firmeza y con amor.

¿Por qué a veces no corregimos?

Por que estamos cansados – no tenemos energías.

Por que estamos muy ocupados – tenemos poco tiempo.

Por que estamos muy distraídos – tenemos malas prioridades.

Por que somos perezosos – amamos poco.

Por que nos faltan ideas – no sabemos cómo

Por que estamos muy bravos – nos falta disciplina personal.

Por que somos desobedientes – nos falta convicción Bíblica.

 

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