¿Quién es Jesucristo?
    Acerca de las clases

    Mi Refugio
    Unos pioneros estaban cruzando las praderas del viejo
    oeste en búsqueda de tierra para cultivar. Viajaban en carretas cubiertas con lona jaladas por bueyes y su progreso
    era muy lento. Un día, con horror, vieron en la distancia una nube de humo extendiéndose por kilómetros,
    llenando todo el horizonte. Era evidente que un incendio
    avanzaba rápidamente hacía ellos desde el oeste, consumiendo el pasto seco de la pradera. Habían pasado un
    río el día anterior, pero no había tiempo para regresar allí
    antes de la llegada de las llamas. ¿Qué hacer? Mientras
    estaban paralizados de miedo, un hombre se hizo cargo,
    mandándoles a prender fuego al pasto tras ellos. Una vez
    que se había quemado un buen espacio, todos se refugiaron en el terreno quemado.
    Mientras el terrible incendio se extendía velozmente, una
    niña pequeña clamó con terror, “¿Está seguro que no
    seremos consumidos por el fuego?” El líder respondió,
    “Hija mía, las llamas no nos pueden alcanzar aquí porque estamos parados donde el fuego ya pasó. Estamos
    a salvo.” Y así fue.
    ¡Qué ilustración de la seguridad que podemos encontrar
    en Cristo! El fuego del juicio de Dios pasó sobre él y así
    se ha convertido en nuestro refugio. Estamos seguros
    para siempre porque estamos parados en el refugio
    donde el fuego ya ha pasado.
    Sobre él venganza de lo alto cayó,
    que nos hubiera hundido al abismo.
    Por nosotros padeció,
    y así es nuestro refugio. 10
    Por lo cual Dios también
    le exaltó hasta lo sumo,
    y le dio un nombre
    que es sobre todo nombre,
    para que en el nombre de Jesús
    se doble toda rodilla
    de los que están en los cielos,
    y en la tierra, y debajo de la tierra;
    y toda lengua confiese que Jesucristo
    es el Señor, para gloria de Dios Padre.
    Filipenses 2:9-11
    He aquí que viene con las nubes,
    y todo ojo le verá,
    y los que le traspasaron;
    y todos los linajes de la tierra
    harán lamentación por él. Sí, amén.
    Apocalipsis 1:7
    Los reinos del mundo han venido a ser
    de nuestro Señor y de su Cristo;
    y él reinará por los siglos de los siglos.
    Apocalipsis 11:15
    De su boca sale una espada aguda,
    para herir con ella a las naciones,
    y él las regirá con vara de hierro;
    y él pisa el lagar del vino del furor
    y de la ira del Dios Todopoderoso.
    Y en su vestidura y en su muslo
    tiene escrito este nombre:
    REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
    Apocalipsis 19:15-16
    De los pasajes a la
    derecha podemos
    aprender lo siguiente
    sobrela segunda
    venida de Cristo:
    ✓ Todos lo verán venir. Lo que ahora
    es invisible será a la vista de todos.
    ✓ Será reconocido en toda la tierra y en los cielos como Rey
    de Reyes.
    ✓ Antes de establecer su imperio, juzgará con furor a las naciones. Se lamentarán cuando se den cuenta que están del
    lado equivocado, pero será demasiado tarde.
    ✓ Su mando no tendrá fin, ¡jamás! Habrá constancia, no
    como la inestabilidad e inseguridad del mundo actual.
    Pensemos
    1. ¿Cómo le hace sentir al leer estos pasajes de Apocalipsis?
    ❏ Tengo temor. No sé cómo me irá en el día del juicio.
    ❏ Me siento seguro
    ❏ Me animo a seguir haciendo lo bueno, aún cuando
    otros se burlan de mí.
    2. ¿Tiene usted su pasaporte listo para entrar en el reino?
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    3. ¿Estará usted entre los que se lamentarán, o entre los que
    se regocijarán cuando venga el gran Rey? _____________
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    “He aquí que
    viene con
    las nubes…”
    Mi Rey Viene

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