PRIMEROS PASOS
Acerca de las clases

JESÚS

CAPÍTULO 4

  1. A. JESUS ES EL HIJO DE DIOS

El  Nuevo  Testamento  registra  la  historia  de  Jesús,  Aquél  que  vendría  a  salvarnos  de nuestros pecados. Dios en su plan perfecto, se hizo hombre, quien vino a la tierra, fue la persona de la divina trinidad, “El Hijo de Dios”.


Juan 1:14

En el principio era el Verbo,  y el Verbo era con Dios,  y el Verbo era Dios. …Y aquel Verbo fue hecho carne,  y habitó entre nosotros  (y vimos su gloria,  gloria como del unigénito del Padre),  lleno de gracia y de verdad”.


Luc. 1:26-35

“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,   llamada Nazaret,  a una virgen desposada con un varón que se llamaba José,  de la casa de David;  y el nombre de la virgen era María.

Y entrando el ángel en donde ella estaba,  dijo: ¡Salve,  muy favorecida!  El Señor es contigo;

bendita tú entre las mujeres.

Mas ella,  cuando le vio,  se turbó por sus palabras,  y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas,  porque has hallado gracia delante de Dios.

Y ahora,  concebirás en tu vientre,  y darás a luz un hijo,  y llamarás su nombre JESÚS.

Este será grande,  y será llamado Hijo del Altísimo;  y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;

Y reinará sobre la casa de Jacob para siempre,  y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto?  Pues no conozco varón.

Respondiendo el ángel,  le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti,  y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra;  por lo cual también el Santo Ser que nacerá,

será llamado Hijo de Dios”.


  1. JESUS VINO AL MUNDO PARA UN PROPÓSITO ESPECIAL


  1. PARA RESCATAR LA HUMANIDAD DEL PODER DE SATANÁS. Colosenses 1:13

El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas,  y trasladado al reino de su amado

Hijo”


  1. PARA DAR SU VIDA EN RESCATE POR LA DE NOSOTROS. Mateo 20:28

Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido,  sino para servir,  y para dar su vida en

rescate por muchos”.


  1. PARA DESTRUIR LAS OBRAS DE SATANÁS EN NUESTRAS VIDAS. Lea 1 Juan 3:8

El que practica el pecado es del diablo;  porque el diablo peca desde el principio. Para esto

apareció el Hijo de Dios,  para deshacer las obras del diablo”.


  1. 4. PARA DARNOS VIDA ETERN Lea 1 Juan 5:11, 12; lea también Juan 3:16 y Juan

10:10

Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.”

 


  1. PARA DARNOS UN NUEVO “NACIMIENTO” DENTRO DE LA FAMILIA DE DIOS

“Mas a todos los que le recibieron,  a los que creen en su nombre,  les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”;

Juan 1:12

  1. 6. PARA RESTAURAR NUESTRA AMISTAD CON DIOS EL PAD

Lea 1 Juan 1:3

“Lo que hemos visto y oído,  eso os anunciamos,  para que también vosotros tengáis comunión con nosotros;  y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre,  y con su Hijo Jesucristo”.


  1. JESUS VINO PARA MOSTRARNOS COMO ES DIOS

Lea: Juan 14:7-11

Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais;  y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.

Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros,  y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí,  ha visto al Padre;  ¿cómo,  pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

¿No crees que yo soy en el Padre,  y el Padre en mí?  Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta,  sino que el Padre que mora en mí,  él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí;  de otra manera,  creedme por las mismas obras.”


  1. 1. EL NOS MOSTRÓ EL AMOR DE DIOS Lea Romanos 5:8

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros,  en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”


  1. 2. EL NOS MOSTRÓ EL PODER DE DIOS

Ø Sanó enfermos. Lea Juan 9:1-7

Ø Lanzaba fuera  los espíritus del mal. Marcos 1:34

Ø Hizo milagros. Marcos 4:37-41.

Ø Resucitó muertos. Juan 11:43,44.


 

 

D.-JESÚS COMPARTIÓ NUESTROS SUFRIMIENTOS EN SU VIDA.


Jesús padeció todos los sufrimientos que como humanos atravesamos, el nos comprende porque siente lo que nosotros sentimos

Lea Hebreos 4:15

Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza,

pero sin pecado.”


Lea Mateo 8:17

“Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías,  cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades,  y llevó nuestras dolencias”.


  1. E. JESUS MURIO EN LA CRUZ POR NOSOTROS


Los impíos tomaron al Señor Jesús y lo ejecutaron al clavarle en una cruz de madera como un criminal común.

El podía salvarse a Sí Mismo, pero no lo hizo, ya que era a través de Su Muerte sobre la

Cruz que Dios iba a salvar al mundo. Jesús murió por nosotros. Lea Marcos 15:16-39.


Lea 1 Pedro 2:24

“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,  para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia;

y por cuya herida fuisteis sanados”.


  1. JESUS SE LEVANTO DE LOS MUERTOS POR NOSOTROS


¡Lo enterraron, Dios Padre levantó a su Hijo de los muertos! ¡También hizo esto por nosotros! Lea Efesios 2:4-6


“Pero Dios, que es rico en misericordia,  por su gran amor con que nos amó,  aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo  (por gracia sois salvos),  y juntamente con él nos resucitó,  y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”,


 

 

  1. JESUS ABRIO LA PUERTA DE LOS CIELOS PARA NOSOTROS


Cuando su obra sobre la tierra fue concluida, Jesús regresó al Cielo para sentarse a la diestra del Padre. También hizo esto por amor a nosotros… ya que abrió el camino hacia la presencia de Dios para nosotros, donde podemos ir a morar para siempre.


Lea    Hebreos 10:19-22

“Así que, hermanos,  teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo,  esto es, de su carne,  y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”.


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