PARTE III
Cómo hacer la obra personal con Los niños.
- Son pecadores.
Salmos 51: 5.
“He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.”
Proverbios 20: 11.
“Aun el muchacho es conocido por sus hechos, Si su conducta fuere limpia y recta.”
Romanos 3: 23.
“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.”
- Tienen responsabilidad.
Ezequiel 18: 20.
“El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.”
Deuteronomio 24: 16.
“Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.”
Los niños antes de llegar a la edad de pecar voluntariamente, eligiendo el pecado en lugar de la justicia y lo recto, no tienen responsabilidad; no serán condenados por sus pecados. Pero llegan a tener responsabilidad muy temprano en la vida.
- Están invitados.
Marcos 10: 14.
“Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.”
2 Timoteo 3: 15.
“Que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Cuanto más temprano, mejor.”
Mateo 18: 3.
“De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.”
Efesios 6: 4.
“Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criarlos en disciplina y amonestación del Señor.”
Eclesiastés 12: 1.
“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los malos días lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento.”
Isaías 55: 6.
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.”
- Ejemplos de la conversión de niños.
1 Samuel 3: 1.
“Samuel: Y el joven Samuel ministraba a Jehová delante de Elí.”
2 Crónicas 34: 3.
“Josías: A los ocho años de su reinado siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David, su padre.”
2 Timoteo 3: 15.
“Timoteo: y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.”
El gran Policarpo fue convertido a los nueve años; Mateo
Henry, a los once; Jonatán Edwards, a los siete; Isaac
Watts, a los nueve; José Gregg, a los diez; Enrique
Drummond, a los nueve.
A los trece años fui convertido al Señor y sé que podía haber aceptado al Señor dos o tres años antes, si me hubieran dado la instrucción necesaria para conducirme a la luz de la Verdad. Dijo Spurgeon: He recibido durante el año pasado, a cuarenta o cincuenta niños en mi iglesia.
Entre los que he tenido que expulsar de la comunión de mi iglesia de dos mil setecientos miembros, nunca he tenido que expulsar a ninguno que fue recibido mientras era niño. Los maestros y superintendentes no sólo deben creer en la posibilidad de la conversión de niños, sino también en la frecuencia de ella.
Le preguntaron una vez a un agricultor que cómo tenía tan buenas ovejas; contestó: Cuido de los corderitos. Jesús mandó a Pedro: Apacienta mis corderos. Alguien ha dicho que los niños en nuestras congregaciones todos deberán ganarse para Cristo antes de llegar los doce años.
Puede ser algún tanto exagerada esta declaración, pero si, se debe hacer todo lo posible para ganar a todos para Cristo antes de llegar a esa edad.
El obispo Mac Cabe dijo, que fue convertido a los ocho años de edad. Se ha dicho que el gran ateo Voltaire llegó a ser ateo a los cinco años. Los niños pueden convertirse o pueden morir y perecer temprano en la vida. Es peligroso demorar.
El Señor Hammond, renombrado evangelista presbiteriano, cuyo trabajo entre los niños resultó en la conversión de muchos al Señor, dice que en Ockland, California, en un avivamiento que dirigió, de mil cincuenta que profesaron fe en Cristo durante las tres primeras semanas de los cultos especiales, 109 tenían de cinco a diez años; 372, de diez a quince; 283 de quince a veinte;
68, de veinte a treinta; 29, de treinta a cuarenta; 16, de cuarenta a cincuenta; 11, de cincuenta a ‘sesenta; 4, de más de sesenta; 158 no dieron su edad.
“Todos tienen que ser como niños para ser salvos.”
Mateo 18: 3.
“De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.”
Marcos 10: 15.
“De cierto os digo, que el que no recibiere el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.”
- Cristo nos manda creer, no entender.
Juan 6: 47.
“De cierto, de cierto os digo: El que cree en mi tiene vida eterna.”
Hechos 16: 31-32.
“Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo; tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor, y a todos los que estaban en su casa.”
- Cristo promete cuidarles.
Mateo 18: 10-14.
“Mirad no tengáis en poco a alguno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos. Porque el Hijo del hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.
¿Qué os parece? Si tuviese algún hombre cien ovejas y se descarriase una de ellas, ¿no iría por los montes, dejadas las noventa y nueve, a buscar a la que se había descarriado? Y si aconteciese hallarla, de cierto os digo que más se goza de aquélla, a que de las noventa y nueve que no se descarriaron. Así no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.”
- Resultado funesto de demorar.
Eclesiastés 12: 1.
“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los malos días, y lleguen los años, de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento.”
Todo pastor y evangelista debe tomar especial empeño en ganar a los niños para Cristo y para su iglesia. El que no hace todo lo posible para conducirlos a los pies de Jesucristo, no cumple fielmente con su deber. No vacilo en afirmar esto.