MANUAL BÁSICO PARA LA EDUCACIÓN DEL CACHORRO
Acerca de las clases

EXPLICACIÓN DE LAS NORMAS

(SEGUNDA PARTE)

*CAPÍTULO 1: ANTES DE TENER UN PERRO

1-  ¿Tengo tiempo suficiente? Piensa en tu actividad diaria:

–    Si el perro vive en un piso tiene que salir a la calle unas tres veces al día.

Si por el contrario, vive en una casa con jardín, el paseo puede reducirse, que no eliminarse, a una vez al día, siempre que no te importe que el perro orine o defeque en el jardín.

–     Hay que cepillarlo frecuentemente, incluso todos los días si es de pelo largo. También debemos bañarlo periódicamente( 1 vez al mes como máximo).

–     Todos  los  días  hay  que  tener  unos  minutos  para  jugar  con  él.  Tus veterinarios te aconsejarán los mejores juguetes y los menos peligrosos.

–    Deberíamos ponerle la comida y, después de un rato, retirársela.

–     De  cachorro  debe  ir  con  relativa  frecuencia  al  veterinario  y  es recomendable apuntarlo a clases para cachorros.

Piensa en tu tiempo de ocio durante las vacaciones, los festivos, los fines de semana o en los viajes de trabajo o los traslados:

–    ¿Puedes llevarlo contigo?

–    ¿Tienes a alguien de confianza que se pueda ocupar de él en tu ausencia?

–    ¿Puedes pagar una residencia canina?

2-  ¿Tengo dinero suficiente?

–     Piensa en lo que va a comer el perro cuando sea adulto: pienso. Calcula cuanto va a costar. No deberías escatimar en la CALIDAD de la comida, pues es básica para la salud del animal.

–     Infórmate del coste de las vacunas, las revisiones, el microchip o la esterilización.

–     Procura información sobre el precio de los seguros, sobre todo si tienes un perro grande. Son obligatorios si el perro pertenece a una de las razas consideradas potencialmente peligrosas.

–    A todo esto súmale algo más para imprevistos.

3-  ¿Tengo sitio en casa?

–    Que el perro sea grande no significa que necesite mucho espacio en casa.

Lo que necesariamente debe tener es un lugar de uso exclusivo para él. Una habitación pequeña  o una parte de una habitación más grande  o del garaje o del bajo de casa o bien una perrera adecuada.

4-  Cada ayuntamiento tiene exigencias diferentes en cuanto a inscripción en un censo, obligatoriedad del microchip, vacuna de la rabia…Ciertas razas y sus cruces tienen que anotarse en un registro aparte por considerarse animales potencialmente peligrosos. Además, sus propietarios deben cumplir una serie de requisitos (ley 50/1999 del 23 de diciembre sobre régimen jurídico de tenencia de animales potencialmente peligrosos). Pregunta en tu ayuntamiento o clínica veterinaria los requisitos legales que se deben cumplir para tener un cachorro.

Lo imprescindible es que el perro tenga un propietario que le proporcione cuidados y atenciones diarias.

*CAPÍTULO 2: QUÉ PERRO ME CONVIENE

1-  Lo primero en lo que hay que pensar es en el tamaño:

–    Condiciona los gastos, sobre todo los de alimentación.

–     Repercute en el manejo. Dependiendo de tu edad o fuerza tendrás más o menos problemas a la hora de manipular a un perro grande.

–      Si el perro va a vivir fuera de casa, no puedes escoger un caniche enano o un yorkshire, pues no están adaptados para soportar los rigores climáticos.

2- En cuanto al sexo:

–     La perra tiene dos celos al año y cada uno dura entre tres o cuatro semanas. Durante estos días atraen a los machos, sangran y pueden quedarse preñadas. Si vive en una finca cerrada el problema no será muy grave, en cambio, al vivir en un piso o en una finca abierta al posible acceso de otros perros, hay que tomar precauciones;  también  si tienes en casa un perro macho y no quieres que se apareen. Debe ser esterilizada joven a no ser que pretendas criar, así evitaremos patologías asociadas( tumores de mama, infecciones de útero, patologías ováricas, pseudogestaciones, …).

–    Las hembras son, generalmente, más sumisas y, por lo tanto, más fáciles de manejar, por lo que son recomendables para dueños primerizos.

–     Los machos suelen ser más dominantes y nerviosos que las hembras. En consecuencia, su educación puede resultar más difícil.

3-Respecto a la raza:

Las razas fueron creadas para satisfacer distintas necesidades humanas, por lo que cada una de ellas presenta características notablemente diferenciadas, tanto en el plano físico como en el mental. Es imposible resumir aquí las particularidades de cada raza. Nos limitamos a ofrecer algunos consejos generales que te ayuden en tu elección:

–     Nunca elijas fijándote sólo en el aspecto del perro. Debes conocer el carácter que suelen tener así como las utilidades para las que han sido creadas esas razas (caza, pastoreo, guarda y defensa…)

–     Ponte en contacto con veterinarios, educadores o criadores e infórmales de tus hábitos de vida, tu vivienda y tu experiencia con perros para que puedan aconsejarte sobre la raza que más se adapta a tu caso.

–     Intenta  conocer  a  los  padres  de  tu  cachorro  para  tener  una  idea aproximada de cómo será éste en el futuro. Fíjate si permiten que los toques, cómo se comportan ante extraños o con otros perros…

–     Algunas de las razas consideradas peligrosas están sujetas a normativas específicas en cuanto a registros, seguros…

–     Los perros mestizos, aunque con características   poco definidas al ser cruces de    dos  o  más  razas,  pueden  ser    una  buena  opción.  En  los albergues y protectoras podrás encontrar animales que necesitan ser adoptados.

Después de todo lo dicho puede parecer que elegir correctamente al cachorro es una misión imposible. Tan sólo queremos que tengas en cuenta todo lo expuesto líneas arriba antes de tomar una decisión que afectará, y mucho, a tu modo de vida. Y el cambio debe ser para mejor. La decisión es tuya. Te animamos a que inicies esta aventura, no exenta de ciertos riesgos, pero, sin duda, maravillosa.

ADELANTE!!!!!!!!!!!

*CAPÍTULO 3: VOY A RECOGER A MI NUEVO CACHORRO

1-  La edad ideal para adoptar a un cachorro es entre las siete y las doce semanas.

Es importante no separar al cachorro de la madre ni de los hermanos antes de esa edad, por varias razones:

–     Antes de esa edad los cachorros son demasiado inmaduros para soportar cambios  por  pequeños  que  estos  sean:  viajar  a  una  nueva  casa  con distinta temperatura, comida y agua diferentes, separación del resto de la camada…Realizar prematuramente estos cambios multiplica los riesgos para la salud del cachorro.

–     Hay   que   desparasitarlos   de   las   lombrices   a   las   tres   semanas   y administrarles la primera vacuna a las seis semanas. Para cambiar al cachorro de casa debemos esperar algunos días ya que la vacunación supone un esfuerzo para su sistema inmune. Necesita algo de tiempo para recuperarse.

–     El contacto con la madre y los hermanos es altamente educativo, pues aprenden que tienen que obedecer a su madre, la fuerza con la que pueden  morder  jugando…,  en  definitiva,  se  acostumbran  a  vivir  en grupo. Está demostrado que los perros que se crían sin madre o sin hermanos tienen   más   posibilidades   de   desarrollar   problemas   de comportamiento. Por tanto, no debemos privar al cachorro de ese tiempo mínimo de convivencia con sus congéneres que le ayudarán a desarrollar comportamientos que difícilmente aprenderán de otra manera.

2-  La importancia de comenzar la vacunación a las seis semanas se explica porque:

  1. Antes de esa edad, los anticuerpos maternos que el cachorro adquiere a través de la leche neutralizarían la vacuna, con lo que ésta no sería efectiva.
  2. A partir de las seis semanas, estos anticuerpos maternos que protegían al cachorro comienzan a disminuir,  por lo que la vacuna ya puede ser eficaz. Desde este momento, retrasar la vacunación significa perder un tiempo valioso para que el cachorro cree sus propias defensas. Sin ellas quedará expuesto a varios agentes infeccioso que provocan enfermedades peligrosas y ampliamente extendidas por todo el mundo.-

En  resumen,  cuando  recojas  a  tu  cachorro  con  más  de  siete  semanas  debe  estar vacunado ya con, por lo menos, una semana de antelación. Exige su cartilla de vacunaciones oficial con firma y sello del veterinario. No existe ningún otro documento que acredite las vacunas del cachorro.

3-  La venta y las garantías:

  1. Es recomendable que la compra o la adopción de perros se efectúe a través de criadores, tiendas reconocidas o refugios y protectoras de animales.
  2. Debes exigir un comprobante de compra-venta en vistas a una posible reclamación.
  3. Los criadores y las tiendas acostumbran a ofrecer una garantía de diez a quince días para enfermedades infectocontagiosas (enfermedades que se contagian de un perro a otro). También deben dar garantía de devolución para los  defectos  ocultos  en  el  momento  de  la  venta,  es  decir,  los defectos que aunque  se detecten posteriormente ya estaban presentes en el momento de la transacción. El criador o tienda solicitan normalmente un certificado veterinario que acredite   los motivos objeto de la devolución.
  4. En razas con predisposición a padecer ciertas enfermedades con un componente genético como displasia de cadera o displasia de codo ( pastor alemán, rottweiler, goldern retriever, labrador …) … los criadores serios acreditan ,con los certificados correspondientes, que los padres de nuestro cachorro están libres de estas enfermedades. Puede encarecer el precio pero nos puede ahorrar un gran disgusto.
  5. La única manera de asegurar que un cachorro es de pura raza es a través del pedegree ( certificado expedido por la sociedad canina que  refleja su genealogía y acredita que nuestro cachorro es de raza pura). Si no lo tiene, puede que te estén engañando. Por tanto, solicítalo siempre.

4-  Visita al veterinario:

  1. Debe  revisar  al  cachorro  para  garantizarte  que  está  sano  y  no  tiene ningún defecto que pueda propiciar la devolución del animal en el caso de que haya sido comprado.
  2. También comprueba que no tenga enfermedades como la tiña, la sarna o ácaros que puedan suponer un riesgo para los humanosFijará la fecha de la próxima vacuna y de la desparasitación.
  3. A partir de ahora, él será una referencia obligada ante cualquier duda respecto a los cuidados y la salud del perro.

 

IMPORTANCIA DE LA MADRE Y LOS HERMANOS EN EL DESARROLLO DE LA CONDUCTA DEL CAHORRO

– En sus primeros días de vida los cochorros se amontonan unos encima de otros. Las estimulaciones táctiles que se producen contribuyen a   la maduración de sus sentidos.

– La perra en una primera fase lame el cuerpo de los cachorros (sobre todo la zona trasera)  y los voltea para desencadenar la eliminación de heces y orina. De esta manera los estimula y ayuda también a la maduración de los sentidos de sus hijos. Este comportamiento parece   importante además, en la adquisición de la postura de sumisión en el perro adulto (echado sobre el dorso  y  con  las  patas  hacia  arriba).Cuando  en  un  enfrentamiento  un individuo se rinde adopta esta posición que marca el final de la disputa y evita daños físicos innecesarios.

-En las primeras semanas se produce un proceso denominado impregnación en el cual el perro aprende a reconocer a otro perro como a un congénere, es decir, como un compañero social y sexual. Una impregnación inadecuada hará más probable que el perro adulto tenga problemas de relación social y sexual con otros perros.

– A partir de la  quinta semana el cachorro va a adquirir un comportamiento que  se  conoce  como  el  mordisco  inhibido.  Los  cachorros  en  esta  fase buscan los juegos de combate durante los cuales gruñen y muerden. Cuando un cachorro es mordido por su hermano con demasiada fuerza emite un grito lo que provoca que el cachorro mordedor deje de morder. El grito hace que la madre también pueda corregir al cachorro mordedor. De esta manera los cachorros aprenden cuanto pueden apretar sus mandíbulas sin hacer daño. También aprende a reconocer las señales externas (grito del hermano y gruñidos de la madre) que le indican cuando debe parar.

Estos son sólo algunos de los mecanismos   de comportamiento cuyo desarrollo depende directamente de la relación del cachorro con su madre y el resto de la camada.

Las carencias que puede ocasionar en el desarrollo normal  del cachorro la falta de madre y hermanos justifica sobradamente la recomendación de que el cachorro debe permanecer con su madre y hermanos al menos hasta la séptima semana de vida.

CAPÍTULO 4: UN PERRO NO ES UNA PERSONA

De manera inconsciente, tendemos a educar a nuestro cachorro como si de un niño pequeño se tratase. Esto establece una comunicación incorrecta con el cachorro, lo que nos lleva a cometer errores en su educación.

1-  A la hora de educar a un cachorro hay que tener en cuenta que él no comprende nuestro lenguaje. Por tanto, con palabras no podremos explicarle la diferencia entre lo que está bien o mal. No comprenderá que no debe romper objetos en nuestra ausencia o que nos resulta molesto que tire de la correa cuando lo paseamos.

2- Para explicarle lo que debe hacer tendremos que recurrir a premios y correcciones, que se aplican cuando está haciendo algo o inmediatamente después. Tardar más implica que nuestro cachorro no relacionará el premio o el castigo con lo que ha hecho.

3-  El cachorro suele ser bastante glotón, por lo que los premios pueden consistir en trocitos de su comida favorita. También sirve acariciarlo o felicitarlo efusivamente con voz cariñosa.

4-  Para corregirlo puede ser suficiente un “no” en tono amenazador o un tirón seco de la correa que le resulte lo bastante incómodo.

 

Tenemos que ser claros. Nuestro cachorro no entenderá explicaciones complicadas. Es importante recordar que sólo podemos corregir lo que está haciendo en ese momento o lo que acaba de hacer. Si ya ha pasado algún tiempo, estaremos castigando otra acción.

Con los cachorros debemos trabajar sobre todo con los premios, si no, corremos el peligro de que nos tenga miedo. Nosotros debemos ser MARAVILLOSOS PARA ÉL, su fuente de comida, de premios, de juego…

Por tanto debemos evitar los errores del cachorro (que destroce cosas, que haga caca o pis donde no debe) más que castigarlo por ello (capítulo 5a y 8a)

EJEMPLOS DE ERRORES FRECUENTES

1-  Es  un  error  muy  habitual  reñir  al  cachorro  cuando,  después  de  repetidas llamadas y cuando ya estamos enfadados, acude a nuestro lado. Estamos castigando lo último que ha hecho nuestro perro, es decir, venir con nosotros. Lo correcto sería premiarlo para que, la próxima vez, acuda antes.

2-  También es frecuente castigar al cachorro por una acción que ha hecho en nuestra ausencia, como romper algún objeto o hacer pis en un sitio inadecuado. No entenderá por qué le reñimos, ya que ha pasado tiempo desde su acción y nuestro castigo. Enfadarse con él sólo sirve para que anticipe el castigo ante determinadas situaciones, pero no le ayudará a aprender.

Cuando en la consulta indicamos a los propietarios de cachorros que castigarlos por haber hecho caca o pis mientras no estaban en casa es un ERROR, ellos nos responden que  sin embargo sus mascotas saben que lo han hecho mal porque se esconden o muestran miedo cuando ellos llegan a casa.

En realidad sus mascotas han aprendido a relacionar la llegada a casa  de sus propietarios y la presencia de caca o pis con el castigo que poco más tarde recibirán.

Por ello se esconden  o muestran miedo  pero NO SON CAPACES DE RELACIONAR EL CASTIGO CON EL HECHO DE HACER CACA O PIS  con lo cual nuestro castigo lejos de enseñarle a hacerlo correctamente los confunde  y les enseña a temernos y no a querernos.

Este es un ejemplo claro de que UN PERRO NO ES UNA PERSONA y por tanto debemos educarlos de manera diferente.

 

 

 

 

 

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