MANUAL BÁSICO PARA LA EDUCACIÓN DEL CACHORRO
Acerca de las clases

EL CICLO SEXUAL DE LA PERRA Y LA ESTERILIZACIÓN

Queremos ofreceros dentro de este capítulo información en torno a los ciclos sexuales de la perra y la esterilización. Os será útil para resolver ciertas dudas sobre  la forma en la que influye en su comportamiento.

A partir de los 7 u 8 meses de edad (algo más tarde para las razas grandes) las perras pueden comenzar a ciclar. Esto quiere decir que sus ovarios (durante unas 3 semanas y 2 veces al año) producen hormonas que harán que nuestra perra:

1º Sangre por la vulva

2º Atraiga machos

3º Pueda quedarse preñada (no pueden quedarse preñadas fuera de estos periodos)

4º Pueda variar su comportamiento: Estar menos atenta, ser menos obediente, orinar con más frecuencia…

Al conjunto de estas modificaciones se le suele denominar celo.

Es una práctica muy habitual el esterilizar mediante una operación quirúrgica a las perras para evitar que queden preñadas pero también para evitar las otras consecuencias del celo.

Sobre la esterilización queremos que tengáis en cuenta varias cosas importantes:

1º No implicará una variación apreciable en su carácter

2º Es la mejor forma de evitar gestaciones no deseadas así como ciertas enfermedades relacionas con el celo: infecciones de útero, pseudogestación, disminución de la incidencia de tumores de mama…

3º Puede realizarse antes del primer celo sin ningún perjuicio para nuestra mascota. Incluso ayuda a disminuir, de hacerlo así, la incidencia de los tumores de mama en casi un 100%. También parece haber una menor tendencia a la obesidad en hembras esterilizadas antes del primer celo.

4º La esterilización   debe anular la posibilidad de quedarse preñada pero también sería recomendable que  eliminase la atracción de machos y el sangrado  para lo cual en la cirugía  se deben quitar los dos ovarios. De este modo la perra ya no tendrá celos ni las enfermedades relacionadas con ellos.

De todas maneras debes consultar con tu veterinario para que te informe detenidamente de todo lo relacionado con la esterilización.

 

*Pseudogestación: Enfermedad de ciertas perras que se produce aproximadamente a los dos meses de haber tenido el celo y relacionada con las variaciones hormonales que ocurren en esta época. La perra tiene comportamientos y síntomas como si hubiera tenido cachorros: tiene leche, buscan una guarida, adoptan muñecos y los cuidan, incluso pueden llegar a tener contracciones.

CAPÍTULO 11: ERRORES FRECUENTES EN LA EDUCACIÓN

1-  Dejar al cachorro suelto sin control dentro de la casa o el jardín: así tendrá objetos a su alcance para destrozar. Recuerda que no debes castigarlo si no lo observas justo en el momento. El cachorro debe estar en su habitación-guarida cuando no estás en casa o cuando no lo puedes controlar.

2-  Castigar al cachorro a destiempo: recuerda que sólo debes corregirlo justo en el momento en que está haciendo algo incorrecto. Si no, tan sólo sirve para que te tema.

Ejemplo: al volver a casa encontramos pis y caca y lo castigamos. Esto es un gravísimo error.  El  cachorro  no  sabe  por  qué  le  riñes  y,  si  le  gritas  en  presencia  de  sus excrementos, sólo aprenderá a relacionarlos con el castigo y no con el hecho de hacer sus  necesidades  en  casa,  que  es  lo  que  pretendes  corregir.  De  todas  formas,  este problema no existiría si el cachorro estuviese en su habitación-guarida y no suelto por toda la casa.

3-  Dejarle comida todo el día: el perro tiene que saber quién le suministra su comida y quién, por lo tanto, tiene autoridad sobre él. Además, lo natural es acumular ganas de comer y no estar comiendo durante todo el día, algo que también podría hacer que se aburriese de la comida.

4- Dejarlo suelto fuera de casa: el cachorro tiene que esta a tu lado. Puedes conseguirlo  dándole  pequeños  trozos  de  su  comida  favorita  o  juguetes  con cuerda,  para  mantenerlo  siempre  cerca  de  ti.  Además,  recuerda  que  está prohibido llevarlo suelto en lugares públicos.

5-  Dejarlo dormir contigo: después no querrá hacerlo en otro sitio y puede que se ponga nervioso al quedarse solo.

6-  Premiarlo por comportamientos inadecuados, aún sin darnos cuenta. Ejemplos:

– Imagina que el cachorro empieza a llorar cuando te acuestas. Como te da pena, lo vas a buscar para que esté unos minutos contigo en tu habitación. Acabas de premiar el que llore. Acabas de decirle que

llorando puede conseguir lo que quiere. Al día siguiente llorará con más intensidad.

–     El cachorro está plácidamente en un rincón esperando a que termines de comer para recibir su comida. Te sobra un trocito de carne, lo llamas y se lo das. Acabas de informarle de que si se acerca mientras comes puede obtener premio. Lo has convertido en un perro pedigüeño. En breve, estará molestando continuamente mientras comes.

–     El cachorro te recibe efusivamente cuando llegas a casa. Se te sube encima y tú te inclinas a acariciarlo mientras él se aferra a tus rodillas. Estás premiando que se te suba. Cuando pese treinta o cuarenta kg no te hará tanta gracia. Acarícialo sólo cuando tenga las cuatro patas en el suelo. Así aprenderá que el premio se obtiene cuando está en el suelo.

7- No dedicarle el tiempo suficiente: muchos de los problemas habituales de comportamiento son derivados de una escasa dedicación a nuestro cachorro. No podemos esperar que nuestro perro sea educado por arte de magia, ni que nos

8-  respete si apenas nos conoce. Esperamos que a estas alturas hayáis comprendido que vuestras atenciones y cuidados no se pueden sustituir ni por el mejor juguete del mundo ni por una finca o un piso de muchos metros cuadrados.

CAPÍTULO 12: CUANDO SURGEN LOS PROBLEMAS

 

PROBLEMAS HABITUALES EN LOS CACHORROS

1-  Destroza el jardín o la casa: en un cachorro los destrozos son normales, pues corresponden a una conducta exploratoria típica. La única forma de evitarlo es que no acceda a los lugares u objetos que no quieres que rompa. No lo reprendas si no lo ves en el momento. En un perro adulto los destrozos pueden tener que ver con distintos tipos de ansiedad. Consulta al veterinario y al educador canino.

2-  Hace sus necesidades cuando y donde no debe: puede que no haya aprendido a hacerlo correctamente. Si es así, tendrás que reeducarlo desde el principio. La clave está en limitarle el espacio y darle la oportunidad de hacerlo en el sitio adecuado, donde lo llevarás con frecuencia. Los excrementos en el lugar incorrecto también pueden deberse a problemas de ansiedad, digestivos o urinarios, que necesitan tratamiento veterinario.

3-  No sabe andar con correa y tira mucho: al principio, el cachorro tiene que asociar la correa con elementos positivos como el paseo, trocitos de comida…Después, por medio de pequeños tirones, tiene que saber que debe ir cerca de ti. Si surgen problemas, acude a un educador o adiestrador. Él te enseñará la técnica adecuada para conseguir que el perro camine cerca y sin tirar.

4-  Ladra demasiado: el perro ladra porque tiene algo que expresar. Puede estar pidiendo comida o bebida, llorando por ruidos o voces que le producen miedo o quejándose por haberlo dejado solo en casa. Un especialista debe encontrar la respuesta y te ayudará a solucionar el problema. Si vives en un piso y el perro ladra cuando llegan los vecinos o, simplemente, cuando oye ruidos, puede ser suficiente con buscarle un sitio más tranquilo y aislado para dormir.

5-  Se orina cuando se alegra mucho o cuando lo acariciamos: normalmente es un signo de sumisión y no tiene la mayor importancia. Suele remitir cuando el cachorro llega a la edad adulta.

6-  Tiembla mucho fuera de casa o ante extraños: puede ser que sea muy tímido y miedoso. Trátalo con cariño y exponlo poco a poco a las situaciones que lo atemorizan. Haz que las asocie con su comida favorita o un juguete. Si el problema persiste, consulta a un especialista.

7- Come excrementos: no se sabe exactamente cuál es la razón de este comportamiento. Lo cierto es que es difícil de controlar, pues se puede dar en tu ausencia. Es necesario acudir a terapia lo antes posible para poder solucionarlo.

8-  No obedece: acude a clases de adiestramiento con el perro. Además, debes conseguir que te asocie a los elementos positivos de su vida, como el juego o la comida.

PROBLEMAS HABITUALES CUANDO EMPIEZAN A HACERSE ADULTOS (entre los 10 y 20 meses según razas)

1-  Gruñe o intenta morder en situaciones en las que lo cambias de sitio, lo cepillas, lo bañas o incluso sin motivo aparente. Puede que el perro tenga un carácter dominante. Si no pones remedio enseguida puedes enfrentarte a graves problemas. Consulta a un especialista.

2-  Cuando  está  solo  en  casa  hace  sus  necesidades,  llora,  ladra  (según  los vecinos) o destroza objetos: puede que el perro padezca una enfermedad denominada  “ansiedad  por  separación”.  Necesita  acudir  a  terapia.  Es  un problema grave pero que tiene solución.

3-  Intenta morder a las visitas en casa: está tratando de defender lo que considera su territorio. Como lo primero es la seguridad de las personas, ponle un bozal si consideras que puede llegar a morder. Para controlarlo más es recomendable adiestrarlo en obediencia. Si no lo puedes dominar, acude a un especialista.

4-  Intenta morder a otros perros: lo más importante sigue siendo la seguridad.

Ponle un bozal. También sería conveniente llevarlo a clases de adiestramiento, que te ayudarán a controlarlo mejor. Para eliminar estos comportamientos debe recibir terapia.

5-  Hace agujeros en la finca: puede ser un comportamiento normal porque trata de buscar lo que olfatea (como topos). Lo mejor es no permitirle el acceso a la finca si no lo puedes vigilar. También puede ser un síntoma de estrés, sobre todo si el comportamiento sólo se produce cuando te vas de casa o no lo dejas entrar en ella cuando ya estaba acostumbrado a hacerlo. Si supone un problema, hay que         consultar   a   un   especialista   para   que   establezca   el   origen   del comportamiento.

6-  Saluda saltándote encima: tú mismo le has enseñado, aunque sin querer, a saludar así, porque lo acaricias y le hablas cuando te sube, lo que para el perro es un premio más que suficiente, ya que está esperando ansioso tu llegada. Sólo tienes que ignorarlo cuando llegas a casa y se te sube encima. Esto supone no hablarle, no tocarlo e incluso ni siquiera mirarlo. Una vez se haya calmado y sentado, ya podrás saludarlo efusivamente. En poco tiempo aprenderá a esperar tu saludo sentado.

CAPÍTULO 13: EJERCICIOS PARA EDUCAR

1-  Acostúmbralo   a   personas   extrañas:   debe   aprender   que   no   tiene   que preocuparse de los extraños si tú no lo haces. Busca gente diferente y permite que lo acaricien. Incluso puedes dejar que le den premios si se deja tocar.

2-  Acostúmbralo a otros perros: al principio busca perros de su tamaño, edad y que sean fiables y tranquilos. No lo fuerces y deja que se vaya relacionando poco a poco.

3-  Juega con él: dedica unos minutos todos los días al juego. Reserva su juguete favorito para ese momento. Les gustan mucho las cuerdas, los nudos y objetos similares. Mueve con rapidez el juguete por el suelo para captar su atención. El perro intentará cogerlo como si se tratase de una presa. Deja que te lo arrebate alguna vez. Acostúmbralo a que juegue a tu lado para evitar que se habitúe a escapar.

4-  Enséñalo a acudir a tu llamada: practica en casa antes de darle de comer.

Llámalo cuando está cerca y, al aproximarse, ofrécele un trozo de su comida. Después, llámalo con la comida en tu puño y prémialo. Cuando realice el ejercicio bien dentro de casa puedes intentarlo fuera, en un lugar del que no pueda escaparse. Con enseñarle el puño y llamarlo, bastará para que se acerque. Una vez haya aprendido la orden, no tienes por qué premiarlo siempre, aunque si puedes hacerlo alguna que otra vez.

5- Cepíllalo y báñalo de forma regular: pregúntale al peluquero canino la frecuencia adecuada. Estas acciones ayudan a que se deje tocar por todas partes. Los perros de pelo corto necesitan menos cuidados pero igualmente hay que dárselos  para  que  se  acostumbren  a  dejarse  manipular,  acariciar,  abrir  la boca…Si el perro se resiste o te da miedo, utiliza un bozal.

6-  Acostúmbralo al bozal: en algunas ciudades es obligatorio utilizarlo. Habitúalo a él. Para conseguirlo puedes ponérselo antes de salir a la calle, para que lo relacione con algo que le gusta. Unos minutos después puedes sacárselo si no es obligatorio.

Asistir a clases de educación para cachorros es muy beneficioso porque el perro se acostumbra a la presencia de otros perros y personas. Además, tanto tú como él podréis aprender mucho.

CONTRAPORTADA 1

Este manual te ayudará a elegir el tipo de perro que más te conviene. También te enseñará a establecer hábitos adecuados que te permitan educarlo correctamente. Así evitarás los problemas de comportamiento más habituales.

Como ves, consta de dos partes, la primera, de fácil y rápida lectura, apenas treinta minutos, te enseña cómo elegir y educar a tu cachorro. La segunda parte amplía, aclara y justifica todas las recomendaciones que se presentan en la primera.

Pedro Estévez (veterinario) e Iván Ramil (biólogo) han sabido sintetizar, de forma amena y concisa, aunque no exenta de rigor científico, los

hábitos y normas mínimas que debemos seguir para que nuestro perro esté bien educado.

Estamos  seguros  de  que  este  manual  contribuirá  a  que  vuestra

convivencia sea plena y feliz.

CONTRAPORTADA 2

Bobi es un cachorro mestizo de pelo rizado y color marrón. Sus dueños lo adoptaron con dos meses escasos y, en un principio, lo colmaron de cuidados y atenciones.

Pronto empezaron los problemas: cuando lo dejaban solo en el piso mordía las sillas y hacía sus necesidades en la alfombra más valiosa. Por si esto no fuera suficiente, Bobi crecía muchísimo y la encargada de

sacarlo a la calle, la abuela, se quejaba de que el perro la arrastraba como a un trineo en una carrera. Pronto todos estuvieron de acuerdo en que Bobi era demasiado incómodo para tenerlo en casa y acabó en un refugio para animales esperando un nuevo dueño. Esta es una historia que se repite demasiadas veces.

De haber conocido este manual, la familia humana de Bobi no hubiera cometido todos los errores que les llevaron a esa situación insostenible.

Y para terminar, una reflexión:

Para educar a un niño hace falta la tribu entera ( proverbio africano)

También  lo  podemos  aplicar  a  la  educación  canina:  todos,  toda  la familia, debemos implicarnos en la educación de nuestro cachorro. Esperamos que este manual os sirva de guía y ayuda. Gracias por leerlo y por los comentarios que nos hagais para mejorarlo.

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