Guía Discipulado Cristiano
Acerca de las clases

H. ¿Qué características buscar en los que van a ser mis discípulos?

Hambre de Dios, actitud enseñable, que se pueda depender de él (2 Timoteo 2:2). Esta guía de discipulado viene acompañada de una enseñanza de 6 meses (con encuentros semanales) que nos ayudaran a profundizar en el cómo del proceso de discipulado.
I. Esta guía ¿Cómo regula el equilibrio entre formar o informar? El enfoque de esta guía es el crecimiento del creyente a la semejanza de Cristo. La meta es la formación de la vida de Cristo en el creyente, junto con un conocimiento básico de la Biblia. Es diferente a impartir solo una clase, donde el enfoque está en el conocimiento y la información. En el discipulado personal el énfasis está en la formación de principios, valores, visión y metas. En la enseñanza aprendemos que Jesús es el Señor, mientras que en el discipulado el discipulador y sus discípulos se ayudan a experimentar ese Señorío de Jesucristo en su vida cotidiana, buscando la dependencia del Señor. A la vez, el discipulador comparte sus anhelos de servir al Señor, transmitiéndolos a sus discípulos.
Así que este discipulado involucra la evangelización y el crecimiento en todos los aspectos de la vida cristiana, la oración, la alabanza y adoración, el servicio, la práctica de la justicia y la paz, etc.


J. ¿Qué asuntos prácticos debe cuidar al reunirse con su discípulo?

Al llamar a sus posibles discípulos haga un primer pacto de reunirse en los próximos 4 a 6 meses todas las semanas. Después de 4 meses pueden reevaluar cuantas reuniones quieren tener, si semanalmente o quizá más espaciado.
Decida qué va a compartir con sus discípulos antes de ir con él. Escoja el tema que le dirige el Espíritu.
Siempre trate de empezar sus encuentros con sus discípulos en oración.
Llegue preparado.
En general es MEJOR ir que ESPERAR que vengan. Ore para Dios abra la puerta de aquellos que son hijos de paz (esto es, los hombres que Dios va a usar para producir un movimiento en sus propias comunidades).


Si no puede cumplir su visite “avise” a todos los que están involucrados. Faltar a un compromiso sin avisar puede destruir todo proceso de formación. Por el contrario, si su discipuló no cumple su compromiso, sea paciente y anímele a no faltar la próxima vez. Nuevos creyentes tienen que comenzar a formar nuevos hábitos y necesitan mucha ayuda y paciencia para ello.
Reúnase, si es posible, alrededor de una mesa para hacer el encuentro más personal
y útil para leer la biblia o escribir.
Trata de que la reunión no pase de una hora o a lo mas hora y media. Siempre mantenga un oído para escuchar. Los bosquejos de estas lecciones se presentan en la manera más simple. Antes de reunirse con sus discípulos hágale preguntas a los versos de la biblia, escríbalas y luego úselas con sus discípulos.
Hacer preguntas ayuda al discípulo a hablar.
En la medida de lo posible: Mujeres discipulen mujeres y hombres a hombres. Puede haber excepción a esta regla cuando hay más de dos discípulos o si se reúnen con parejas.
Si alguien falta a la reunión prevista, encárguense mutuamente en contactar a la persona que falta y asegurarle que le extrañaron. Además ofrezca ponerle al día delo que trataron.
No intente forzar algún punto tratado cuando se juntan. Permita que el Espíritu
Santo actúe.


No avance por el contenido ni demasiado lento ni demasiado rápido. Vaya suficientemente lento para ser sensibles a las necesidades que el Espíritu trae a luz.
Desarrolle una relación personal. Planeen algunas actividades sociales juntos.
Trate los problemas a medida que surjan. Ore con ellos y diríjase hacia una solución práctica. Si sus discípulos llegan a tener problemas graves, atiéndalos primero y luego siga con el encuentro. No dude en buscar ayuda de creyentes de más experiencia de su iglesia.
Comparta abiertamente con sus discípulos sus propias necesidades espirituales y problemas personales (todos los tenemos).
Recuerde que la «información» es necesaria, pero la meta es la «formación» de discípulos para el Señor.
Planee dar seguimiento a su discípulo en un promedio de 6 a 9 meses.
Al reunirse comparta verdades y principios bíblicos dando oportunidad de preguntar, compartir y discutir. Comparta no solo para conocer algo sino para


vivirlo. Cuando use el contenido de la guía, háganse preguntas de la misma, escríbalas y trate de responderlas en su momento oportuno.
El que discipula debe “escuchar” la mayor parte del tiempo. No tiene que ir con prisa de compartir “lo que tiene preparado”. Es la vida del “aprendiz” lo que va a
guiarle el encuentro. En medio de integrarse a la realidad y necesidad espiritual de su discípulo, introduzca las cosas espirituales y lo que Dios ha puesto en su
corazón.
Ore por su discípulo regularmente y ore con el también.
Su meta será guiar a su discípulo a depender del Espíritu y no en usted, esto traerá la reproducción.

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