Guía Discipulado Cristiano
Acerca de las clases

TAREAS ESPIRITUALES / APRENDIENDO OBEDIENCIA (cosas que le pedirá a su discípulo que haga cuando esté solo y que le ayudarán a

aprender a ser obediente, responsable y crecer espiritualmente): Siempre deje a su discípulo algo que hacer que complemente el principio bíblico que le ha compartido. Algunas sugerencias son:

 Nuevos hábitos de evangelismo

Consejos de cómo empezar a tener sus propios discípulos.

Integrar desde el principio a su discípulo en hacer discípulos. Haga esto desde el primer día que visite a alguien de una manera fácil: Obtenga nombres de su posible discípulo y ofrezca que va a orar por ellos.

Consejos en cómo crecer en la comunión con Dios y la Palabra

Consejos de cómo mantener comunión con otros creyentes

Consejos para mantenerse victorioso en su caminar diario y victoria contra el enemigo.

Jesús siempre puso a sus discípulos a hacer algo para que creciesen en la fe.

Observaciones (los planes que el Espíritu le adelanta cuando está con su discípulo): Este espacio es para usted anote las cosas significativas que nacieron al contactar a su discípulo. Además puede anotar posibles futuros compromisos y sus propias observaciones del crecimiento de su discípulo.

  1. P. ¿Cómo están organizados los encuentros llamados “cosechas?

Los encuentros llamados “cosechas” varían un poco. Están planeados para dirigir a más de una persona y trabajar cuatro cosas:

Orar por personas

Planear el discipulado

Crecer en la visión

Discipularse uno al otro. Cada cosecha contiene:

  1. Un título: Que le dará una idea clara de lo que trata la “cosecha”.
  2. b. Un objetivo: que va a estar unido al título de la “cosecha”
  3. Una parte llamada “comunión” ¿qué se busca en esta sección?

Cuando usted se reúne con “más que una sola persona” va a necesitar un ambiente

propicio para que todos se sientan en confianza y en ambiente propicio para lo espiritual. Tiene por ello que orar al Espíritu y pedir su guía para proveer un ambiente suelto, libre, familiar y que dé lugar a la presencia del Espíritu en la experiencia de grupo. La comunión debe ayudarle a romper el hielo y propiciar la relación unos a otros, ¿cómo lo hará? Algunas sugerencias:

Comenzar con comer algo juntos. Propicie con ello que la gente hable, se conozcan y que crezcan a un nivel de confianza mayor uno al otro. Cuide el tiempo y en el momento oportuno comience a hablar de las cosas espirituales.

Planear un juego creativo.

Use música especial, ¡canten juntos!

Preguntar cómo les ha ido en el trabajo de discipulado que hacen para el Señor

  1. d. Un “TIEMPO DE ESPERA: ¡VEN SANTO ESPIRITU!”. Este tiempo es para invitar la presencia del Espíritu en sus reuniones hasta el punto de tomar conciencia que él está allí. Usted puede:

Guiar un rato en oraciones cortas.

Pueden tomar las listas de nombres que tienen y comenzar a orar por las personas que se nombran allí.

Abrir un tiempo para oír testimonios de lo que ha pasado la semana anterior (lo que han aprendido, lo que hicieron en función del discipulado, cosas espirituales aprendidas, victorias, problemas etcétera)

O simplemente pueden esperar en silencio y dejar que los dones del Espíritu florezcan (alguien puede llevar himno, otro palabra de sabiduría, otro de conocimiento, otro profecía) deje que fluya el Espíritu para que todos participen en orden y todos sean edificados.

  1. Una parte de “la palabra” que presentará en forma breve y resumida la base bíblica que sustenta una determinada manera de desarrollar las “cosechas”. Le animo a que:

Prepare unas dos o tres preguntas de LA PALABRA – EL PRINCIPIO BÍBLICO: que puedan discutir como grupo.

De siempre tiempo a la participación de todos. Comparta como si usted estuviese conversando con las personas.

Trate de tener ejemplos personales de cómo la palabra que comparte se ha hecho realidad en su vida.

  1. Una parte es la llamada “ministración” que le dará la oportunidad de practicar lo que ha aprendido, y de prepararse para la siguiente cosecha. Este tiempo será importante para todos porque tendrán la oportunidad de experimentar de una manera concreta el poder de Dios. Cosas que puede hacer:

Ore por las necesidades

Imponga las manos si es necesario

Unja con aceite a aquellos necesitados de sanidad

Permita que todos profeticen para dar ánimo a las personas. La profecía NO solo es predecir cosas futuras, sino que según 1 Corintios 14:2 es también para edificar, exhortar, consolar. En 1 Corintios 14:31 se permite y anima a que todos profeticen uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados.

Bendíganse unos a otros. El pueblo de Israel siempre practicó la bendición unos a otros. Cada vez que alguien salía o entraba a una casa era acompañado de bendiciones espirituales. Comiencen usando Números 6:24-

27 cada vez que terminen sus reuniones de cosecha y así aprenderán el valor de la bendición.

Resistan espíritus malos. La biblia dice “resistid al diablo y este huirá de

vosotros” (Santiago 4:7), ate todo pensamiento que se oponga a la verdad de

Cristo (2 Corintios 10:5) y llévenlo en cautiverio a la obediencia de Cristo.

Use armas espirituales para destrucción de fortalezas. 2 Corintios 10:4-6 anima a usar las armas que son poderosas en Dios para destrucción de fortalezas. Estas fortalezas muchas veces se forman en nuestra mente cuando creemos mentiras del mundo y el diablo y no las verdades de la palabra. Usted puede ministrar declarando versos bíblicos juntos, quebrantando toda idea mentirosa del diablo, echándolas fuera de la vida de las personas e instaurando la verdad de Dios en el corazón.

Eche fuera “raíces de amarguras”. Hebreos 12:15. La queja, el resentimiento, la amargura puede hacer mucho daño. Hay que echar esas cosas fuera de la vida de las personas. Invíteles a orar y a deshacerse de esto si así el Espíritu le dirige.

Fomente la confesión de pecados y la pronta restauración. Dice 1 Juan

1:8-9 que “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” La confesión puede hacerse a solas con Dios o pública si fuese necesaria. Siempre que se confiese un pecado anime a que haya también “limpieza de maldad”, esto es, en oración resistan todo lo malo que el enemigo haya traído a la vida de las personas. Resistan al diablo y huirá de ustedes. Oren rompiendo cualquier posición que el diablo haya tomado y que vino por el pecado que confesó.


No dé lugar al diablo. Efesios 4:27-29 anima a no dar ocasión al enemigo para que nos esté atacando. Usted le da ocasión si no cuida aquellas cosas que Dios le pide que se aparte y no lo hace. Por ejemplo, decir malas palabras, mentir, hablar en contra de los hermanos, enojarse. Ministrarse en oración unos a otros para vencer estas cosas.

Háganse el bien. Gálatas 6:9 anima a no cansarse de hacer cosas buenas.

Hebreos 13:16 dice “Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua, porque de tales sacrificios se agrada Dios”. Gálatas 6:10 dice “Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe”. Siempre que puedan termínense ayudándose uno al otro. Si alguien tiene hambre, dele de comer. Le falta vestido, vístale. Hacer el bien uno al otro es una manera de ministrarnos mutuamente.

Planear el ministerio: ¿Qué obras de misericordia van a hacer? ¿A quiénes visitarán la semana que viene?

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