Guía Discipulado Cristiano
Acerca de las clases

TIEMPO DE ESPERA: ¡VEN SANTO ESPÍRITU!

  1. Después de leer Romanos, tomen un tiempo para esperar en el Señor. Anímeles a tener un corazón abierto a la Palabra y a ser dirigidos por ello.
  2. b. Permita que los que sean dirigidos por el Espíritu levanten sus oraciones al Seño
  3. Al terminar de orar inicie la enseñanza.

 

LA PALABRA Introducción:

¿Han observado cuántas veces se repite la palabra “saludad” en la porción de Romanos

leída?    Lean juntos nuevamente Romanos 16:16 en voz alta. “Ósculo” es la palabra

“beso”. Mucha gente ha dicho que este verso es “sólo” un asunto de la costumbre judía.

 

Esta respuesta nos roba de un aspecto importante en la enseñanza del “saludo” cristiano y en lo importante de ser afectuosos unos a los otros, como dice Romanos 12:10 “amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”.

  1. Significado de la palabra. “Saludad” en Romanos significa literalmente “atraer a uno o abrazar”; saludar, dar la bienvenida. Significa “desear el bien” como lo que dice en Lucas 10:5  “Y al entrar en la casa, saludadla: Paz sea a esta casa…”.
  2. ¿Cómo se saludaban en el principio?

Se mandaban cartas. Romanos 16:22; 1 Corintios 16:19.

Se enviaban saludos unos a los otros como Romanos 16.

Se abrazaban unos a los otros. Hechos 20:1

Se besaban unos a otros. 1 Corintios 16:20; 1 Tesalonicenses 5:26

El beso era la forma común de saludarse y debía ser santificado, esto es, no era algo ordinario.

En Lucas 7:45 Jesús dice: “No me diste beso” Para Jesús era importante

el beso.

Era algo importante. No es sólo dar la mano, era fijarse en la persona, verle a los ojos, mirar su corazón en hermandad, paz y comunión. No era algo frío o hipócrita.

El saludo se hacía sin discriminación, eso significa “ósculo santo”. Conclusión: ¿Cómo podemos tener reuniones en las que manifestamos el afecto unos a los otros en respuesta a esta enseñanza de la palabra?

 

 

Aplicaciones:

  1. a. Aprendiendo a saludarse fuera de las “cosechas”

Llámense por teléfono unos a los otros para desearse bien.

Escríbanse saludándose unos a los otros.

Usen el internet para enviar mensajes de ánimo. Los correos de email, los mensajes escritos por teléfono etc. todas son herramientas que se pueden usar para mostrar interés unos a los otros.

  1. Saludándose cuando alguien sufre:

¿Sabe de alguien enfermo?  Envíe saludos usando a otras personas o visítele.

¿Sabe de alguien que va a tener un bebé? Envié sus saludos, que la otra persona sepa que para usted se alegra con la felicidad de ellos.

¿Sabe de alguien que cumple años?  Celébreselo, déjele saber cuánto aprecia a la persona que cumple años.

  1. Saludándose en la “cosecha”:

 

Deseándose el bien unos a otros. ¿Ha visto usted reuniones de iglesias en las que sólo llegan a desearse el bien o mostrarse cariño afectuoso y santo unos a los otros? Yo creo que no. Casi solo se va a oír predicaciones. Una manera de tener cosechas es manifestando unos a otros cuán importante y valiosos son unos a los otros. Tener tiempo para admirarse, valorar los éxitos, felicitar por la victoria espiritual, todo esto es importante y está enmarcado en la verdad de “saludarse unos a otros”.

Celebraciones especiales. Las cosechas pueden ser oportunidad para celebrar unos a los otros tiempos especiales, si así les dirige el Espíritu. Por ejemplo, tener celebraciones simples y sencillas de los aniversarios de bodas: “Un día especial y de fiesta para reconocer los aniversarios de bodas de todas las parejas”.  Si el Espíritu les dirige a eso, permitan que ese tiempo de celebración sea de honra al Señor y de edificación para todos.

Expresándose cariño los unos a los otros  ¿Cómo?

Dando tiempo para abrazarse en el Señor, viéndose a los ojos y bendiciéndose unos a los otros.

Dando “el ósculo santo” o “beso santo” a todos los que participan en la cosecha. Recuerde que toda persona tiene tres rótulos que no son visibles: “Quiero ser amada”, “Quiero ser importante”, “Quiero ser aceptada” ¿por qué no ofrecer tiempos de cosecha para decir con nuestras expresiones afectuosas estas tres cosas?

 

 

Hay que tomar muy en serio el mandato de saludarse unos a los otros. Ciertamente cuesta tiempo hacerlo correctamente, pero el Espíritu quiere que lo aprendamos, y se alguien está alejado del Señor debe considerar seriamente la amonestación de Mateo 5:23-24 antes de saludar con ósculo santo a su hermano o hermana.

 

MINISTRACION

  1. Tomen un tiempo para “saludarse” con más entendimiento y cercanía.
  2. b. Planeen la próxima “cosecha. No olvide involucrar la Cena del Señor después de cada tiempo de comer juntos.
  3. Pregunte a cada Uno: ¿Qué van a hacer el fin de semana con su discípulo? O ¿Qué

van a hacer juntos –en cuanto al discipulado- a favor de alguno de los nombres en sus listas de oración? Planeen de tal forma que todos se comprometan en algo.

 

  1. d.                                                                                                                    

 

COSECHA No. 7          Enseñándoos unos a los otros

OBJETIVO – LO QUE EL ESPIRITU QUIERE: Aprender a reunirse para ser enseñados unos a otros en la Palabra

COMUNIÓN

  1. Reciba a la gente que viene a su cosecha saludándoles bíblicamente.
  2. b. Oren unos a los otros y participen en la comida y Santa Cena si así lo planearon en la última cosech
  3. Dirija la conversación mientras comen en conocerse más íntimamente y al final oren unos a otros.

TIEMPO DE ESPERA: ¡VEN SANTO ESPÍRITU!

 

 

  1. Tomen un tiempo para orar juntos
  2. b. Inviten la presencia del Espíritu de Dios a su cosech
  3. Mientras comen anime a sus invitados a dialogar acerca de todas aquellas cosas en las que puedan dar gracias y gloria al Señor.
  4. d. Pregunte ¿Cómo les fue en las cosas del discipulado que se comprometieron hacer la semana anterior? Felicite y anim
  5. Al final invíteles a esperar un rato en el Señor orando por las personas en las listas.
  6.                                                                                                           

 


LA PALABRA

Introducción: Lea Colosenses 3:16 “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”. ¿Cómo podemos enseñarnos unos a los otros la palabra de Cristo?

 

  1. Primero: Es la palabra de Cristo la que enseñamos.  Juan 5:39 nos enseña a escudriñar las Escrituras porque ellas dan testimonio de Jesús.
  2. b. Segundo: Compartimos de la palabra que “mora en abundancia en nosotros”.

Uno puede ser oidor pero no hacedor de la palabra, Santiago 1:23. En estas personas la palabra “mora” como un extraño que llega a una casa por unos días y después se va.

 

Uno puede ser de los que oyen y hacen.  Estas personas son como alguien que llega a su propia casa y allí “mora” indefinidamente, allí vive. La palabra permanece en sus corazones y ella se hace realidad. Algunos mencionan la palabra “rhema” como aquella palabra que nosotros vivimos, que es nuestra, que es viva en nuestros corazones.

Compartimos mejor la palabra de Dios que se hace nuestra palabra.

  1. Tercero: Todos tenemos que enseñarnos y exhortarnos unos a los otros. No es un asunto de un solo líder, o de un maestro, es un asunto de todo el cuerpo de Cristo.

¿Cómo hacerlo?

Confíe en que el Espíritu Santo le enseña a usted. Juan 14:26 dice “Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”.

Comparta lo que Dios le ha dado, use la palabra para ello.

Siga al Espíritu en la “cosecha”. Atienda con un corazón abierto cuando Dios dirige a alguien en determinado tema. Pregúntele al Espíritu Santo qué puede usted añadir a la verdad que él está trayendo en ese momento. No se desvíe, oiga del Señor.

Siempre pregúntese así mismo “¿quién eres Señor? ¿qué quieres que haga?”

cuando el Espíritu les dirija a tener reuniones de enseñanza.

Conclusión:   Muchas veces se van a reunir solo a oír la Palabra ministrada por el Espíritu entre todos los que vengan a la cosecha. Si él les dirige a eso, reciban su enseñanza con alegría y corazón dispuesto.

 

MINISTRACION

  1. Tomen un tiempo de oración pidiendo al Señor tener siempre un corazón dispuesto a su palabra.
  2. b. Preparen la siguiente cosecha bajo el liderazgo del Espíritu. Oren juntos y despídanse. c. Si no van a cenar juntos, preparen al menos café y galletas para todos en la próxima cosecha. Pregunte a cada Uno: ¿Qué van a hacer el fin de semana con su discípulo? O

¿Qué van a hacer juntos –en cuanto al discipulado- a favor de alguno de los nombres en sus listas de oración? Planeen de tal forma que todos se comprometan en algo.

 

  1. d.                                                            
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