Estudio Nehemias Ley Santuario
    Acerca de las clases

    La ley proclamada en el Sinaí
    Es un error histórico decir que la Ley “fue dada a los judíos” pues en el Sinaí NO
    EXISTÍA LA NACIÓN JUDÍA, solo habían TRIBUS. La Nación Judía nace luego de la
    muerte de Salomón cuando las tribus se dividieron en: Casa de Judá (tribu de Judá,
    Benjamín y Leví) y Casa de Israel (1 Reyes 12). Esto ocurrió más de cinco siglos
    después del tiempo de Moisés.
    PP pg. 333.2 – “Adán enseñó a sus descendientes la ley de Dios, y el conocimiento de
    la ley se transmitió de padres a hijos durante las siguientes generaciones. No
    obstante las medidas bondadosamente tomadas para la redención del hombre,
    pocos la aceptaron y prestaron obediencia. Debido a la transgresión, el mundo se
    envileció tanto que se necesitó limpiarlo de su corrupción mediante el diluvio
    (Génesis 6). La ley fue preservada por Noé y su familia, y Noé enseñó los Diez
    Mandamientos a sus descendientes.”
    EstudiaLaBiblia.co / LeeLaBiblia.co / SenalesDelFin.com / SolaScriptura.es
    69
    “Noé era un justo y cabal en su generación; Noé caminaba con Dios” (Génesis 6:9).
    Para ser considerado “justo” por Dios, es necesario que haya una ley a la cual se
    pueda prestar obediencia. Esa ley es la ley eterna de los Diez Mandamientos – “Y
    será para nosotros justicia, si tenemos cuidado de poner por obras todos estos
    mandamientos delante de Jehovah nuestro Dios, como él nos ha mandado”
    (Deuteronomio 6:25).
    Justicia, en muchos contextos de la Biblia, es sinónimo de obediencia a la ley.
    La Biblia también nos dice que Noé “caminaba con Dios.” Hay otro profeta mucho
    más antiguo a Noé que también “caminó con Dios”—Enoc, hijo de Caín (Génesis
    4:17):
    “Enoc caminó con Dios 300 años después de engendrar a Matusalén, y engendró
    hijos e hijas” (Génesis 5:22).
    ¿Qué significa caminar/andar con Dios?
    Deuteronomio 10:12-13 – “Ahora pues, Israel, ¿qué pide Jehovah tu Dios de ti? Sólo
    que temas a Jehovah tu Dios, que andes en todos sus caminos, que ames y sirvas a
    Jehovah tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y que guardes los
    mandamientos de Jehovah y sus estatutos que yo te prescribo hoy, para tu bien.”
    Amós 3:3 – “¿Andarán dos juntos, a menos que se pongan de acuerdo?”
    Deuteronomio 13:4 – “En pos de Jehovah andaréis, y a él temeréis. Guardaréis sus
    mandamientos y escucharéis su voz. A él serviréis y a él seréis fieles.”
    Salmos 78:10 – “No guardaron el pacto de Dios y rehusaron andar en su ley.”
    Salmos 119:1 – “Bienaventurados los íntegros de camino, los que andan según la ley
    de Jehovah.”
    1 Juan 2:3-6 – “En esto sabemos que nosotros le hemos conocido: en que guardamos
    sus mandamientos. El que dice: ‘Yo le conozco’ y no guarda sus mandamientos es
    mentiroso, y la verdad no está en él. Pero en el que guarda su palabra, en éste
    verdaderamente el amor de Dios ha sido perfeccionado. Por esto sabemos que
    estamos en él. El que dice que permanece en él debe andar como él anduvo.”
    EstudiaLaBiblia.co / LeeLaBiblia.co / SenalesDelFin.com / SolaScriptura.es
    70
    Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, el concepto de
    “caminar/andar con Dios” esta siempre vinculado a guardar los mandamientos.
    Caminar con Dios significa amarle, temerle, servirle, serle fiel y guardar sus
    mandamientos. Es decir, tanto Enoc antes del diluvio como Noé después del diluvio
    guardaron los mandamientos de Dios, muchísimo tiempo antes de que estos fueran
    escritos por Dios en dos tablas de piedra en el Sinaí.
    Luego, cuando los hombres se apartaron nuevamente de Dios, el Señor eligió a
    Abraham, quien obedeció los mandamientos muchos siglos antes de que Moisés
    subiera al monte del Sinaí a recibir las tablas de piedra del pacto:
    Génesis 26:5 – “porque Abraham obedeció mi voz y guardó mi ordenanza, mis
    mandamientos, mis estatutos y mis instrucciones.”
    Es importante notar que en Génesis 26 mandamientos es sinónimo de estatutos,
    ordenanzas e instrucciones. Es importante también recordar que para Génesis
    capítulo 26 ya habían transcurrido alrededor de 2500 años que el pueblo de Dios
    guardaba los Diez Mandamientos (incluido el sábado), y no había ni Pascua, ni
    Pentecostés, ni ninguna fiesta ni ningún sábado ceremonial; no existía el sacerdocio
    de los levitas, sino que existía el sacerdocio de la primogenitura; no existía la
    “Torah” ni ninguna ley ceremonial tan reverenciada por los maestros judaizantes de
    la actualidad. La ley ceremonial para el tiempo de Abraham consistía únicamente
    del altar del sacrificio y del rito de la circuncisión.
    Por más de dos milenios la ley ceremonial únicamente consistía del altar del
    sacrificio. ¿Por qué Dios vio necesario agregar otro rito a la ley ceremonial? Porque
    el profeso pueblo de Dios, en su rebelión natural, continuamente se rehusaba a
    obedecer la ley eterna de los Diez Mandamientos y se volcaba a la idolatría.
    PP pg. 333.2 – “Instituyó el rito de la circuncisión, como señal de que quienes lo
    recibían eran dedicados al servicio de Dios, y prometían permanecer separados de
    la idolatría y obedecer la ley de Dios. La falta de voluntad para cumplir esta
    promesa, que los descendientes de Abraham evidenciaron en su tendencia a formar
    alianzas con los paganos y adoptar sus prácticas, fue la causa de su permanencia y
    esclavitud en Egipto.”
    Como podemos ver, la ley ceremonial era necesaria para llevar al pueblo a obedecer
    los Diez Mandamientos. Como el pueblo, aún así, se rehusaba a obedecer los Diez
    Mandamientos, Dios iba agregando ritos a la ley ceremonial para que el pueblo tome
    más en serio su ley.
    EstudiaLaBiblia.co / LeeLaBiblia.co / SenalesDelFin.com / SolaScriptura.es
    71
    EstudiaLaBiblia.co / LeeLaBiblia.co / SenalesDelFin.com / SolaScriptura.es
    72
    PP pg. 334.2 – “Si el hombre hubiera guardado la ley de Dios, tal como le fue dada
    a Adán después de su caída, preservada por Noé y observada por Abraham, no
    habría sido necesario el rito de la circuncisión. Y si los descendientes de
    Abraham hubieran guardado el pacto del cual la circuncisión era una señal, jamás
    habrían sido inducidos a la idolatría, ni habría sido necesario que sufrieran una vida
    de esclavitud en Egipto; habrían conservado el conocimiento de la ley de Dios, y no
    habría sido necesario proclamarla desde el Sinaí, o grabarla sobre tablas de piedra.
    Y si el pueblo hubiera practicado los principios de los Diez Mandamientos, no
    habría habido necesidad de las instrucciones adicionales que se le dieron a
    Moisés.”
    Esas “instrucciones adicionales” que no hubiera habido necesidad de dar a Moisés,
    si los israelitas hubieran guardado los Diez Mandamientos, son las fiestas y sábados
    ceremoniales y el resto de los estatutos temporales que se agregaron a la ley
    ceremonial, junto con el resto de leyes temporales que llegaron a ser parte de las
    leyes constitucionales de la nación hebrea: la “Torah.”
    Como podemos apreciar, después de dos mil años fue necesario agregar esos
    estatutos temporales porque el pueblo desobedecía constantemente la ley moral
    eterna.
    PP pg. 335.1 – “El sistema de sacrificios confiado a Adán fue también pervertido por
    sus descendientes. La superstición, la idolatría, la crueldad y el libertinaje
    corrompieron el sencillo y significativo servicio que Dios había establecido. A través
    de su larga relación con los idólatras, el pueblo de Israel había mezclado muchas
    costumbres paganas con su culto; por consiguiente, en el Sinaí el Señor le dio
    instrucciones definidas tocante al servicio de los sacrificios.
    “Una vez terminada la construcción del santuario, Dios se comunicó con Moisés
    desde la nube de gloria que descendía sobre el propiciatorio, y le dio instrucciones
    completas acerca del sistema de sacrificios y ofrendas, y las formas del culto que
    debían emplearse en el santuario. De esa manera se entregó a Moisés la ley
    ceremonial, que fue escrita por él en un libro. Pero la ley de los Diez
    Mandamientos pronunciada desde el Sinaí había sido escrita por Dios mismo
    en las tablas de piedra, y se guardó sagradamente en el arca.
    “Muchos confunden estos dos sistemas y se valen de los textos que hablan de la ley
    ceremonial para tratar de probar que la ley moral fue abolida; pero esto es pervertir
    las Escrituras. La distinción entre los dos sistemas es clara. El sistema
    ceremonial se componía de símbolos que señalaban a Cristo, su sacrificio y su
    sacerdocio. Esta ley ritual, con sus sacrificios y ordenanzas, debían los hebreos
    EstudiaLaBiblia.co / LeeLaBiblia.co / SenalesDelFin.com / SolaScriptura.es
    73
    seguirla hasta que el símbolo se cumpliera en la realidad de la muerte de
    Cristo, Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Entonces debían cesar
    todas las ofrendas de sacrificio. Tal es la ley que Cristo quitó de en medio y clavó
    en la cruz. Ver Colosenses 2:14.
    “Pero acerca de la ley de los Diez Mandamientos el salmista declara: ‘Para siempre,
    oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos’ (Salmos 119:89). Y Cristo mismo
    dice: ‘No penséis que he venido a abolir la Ley. […] De cierto os digo,’ recalca en todo
    lo posible su aserto, ‘que antes que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde
    pasará de la Ley, hasta que todo se haya cumplido’ (Mateo 5:17, 18). En estas
    palabras Cristo enseña, no solo cuáles habían sido las demandas de la ley de Dios, y
    cuáles eran entonces, sino que además ellas perdurarán tanto como los cielos y la
    tierra. La ley de Dios es tan inmutable como su trono. Mantendrá sus demandas
    sobre la humanidad a través de todos los siglos.
    “Respecto a la ley pronunciada en el Sinaí, dice Nehemías: ‘Sobre el monte Sinaí
    descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes
    verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos’ (Nehemías 9:13). Y Pablo, el
    apóstol de los gentiles, declara: ‘La ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo,
    justo, y bueno’. Esta ley no puede ser otra que el Decálogo, pues es la ley que dice:
    ‘No codiciarás’ (Romanos 7:12, 7).
    ‘Si bien la muerte del Salvador puso fin a la ley de los símbolos y sombras, no
    disminuyó en lo más mínimo la obligación del hombre hacia la ley moral. Todo lo
    contrario, el mismo hecho de que fuera necesario que Cristo muriera para expiar la
    transgresión de la ley, prueba que esta es inmutable.
    “Los que alegan que Cristo vino para abrogar la ley de Dios y eliminar el Antiguo
    Testamento, hablan de la era judaica como de un tiempo de tinieblas, y representan
    la religión de los hebreos como una serie de meras formas y ceremonias. Pero este
    es un error. A través de todas las páginas de la historia sagrada, donde está
    registrada la relación de Dios con su pueblo escogido, hay huellas vivas del gran YO
    SOY. Nunca dio el Señor a los hijos de los hombres más amplias revelaciones de su
    poder y gloria que cuando fue reconocido como único soberano de Israel y entregó
    la ley a su pueblo. Había allí un cetro que no era empuñado por manos humanas; y
    las majestuosas manifestaciones del invisible Rey de Israel fueron indeciblemente
    grandiosas y temibles.”
    La ley ceremonial no es eterna, tuvo un principio y tuvo un final. La ley
    ceremonial era mutable y se fue modificando a través de los siglos. La ley moral,
    en cambio, es eterna porque no tiene principio ni final, y no cambia ni se
    EstudiaLaBiblia.co / LeeLaBiblia.co / SenalesDelFin.com / SolaScriptura.es
    74
    modifica—es inmutable. La ley moral fue escrita por el dedo de Dios, mientras
    que la ley ceremonial fue escrita por Moisés. La ley moral es la base del pacto
    (antiguo y nuevo), mientras que la ley ceremonial no es base de ningún pacto.
    ¿Por qué fue necesario proclamar los Diez Mandamientos en el Sinaí? ¿Por qué fue
    necesario que Dios escriba con su propio dedo la Ley en dos tablas de piedra?
    El pueblo que Dios había escogido era un pueblo inclinado a olvidar sus
    mandamientos, para inclinarse por la idolatría y las costumbres paganas. Dios
    decidió escribir la Ley en dos tablas de piedra para alejar del pueblo toda
    posibilidad de mezclar las tradiciones paganas con sus santos preceptos, o de
    confundir sus mandamientos con costumbres o reglamentos humanos.
    PP pg. 379/1 (334.1) – “Aun entonces Dios no confió sus preceptos a la memoria de
    un pueblo inclinado a olvidar sus requerimientos, sino que los escribió sobre tablas
    de piedra. Quiso alejar de Israel toda posibilidad de mezclar las tradiciones paganas
    con sus santos preceptos, o de confundir sus mandamientos con costumbres o
    reglamentos humanos.
    “Pero hizo más que darles los preceptos del Decálogo. El pueblo se había
    mostrado tan susceptible a descarriarse, que no quiso dejarles ninguna puerta
    abierta a la tentación. A Moisés se le dijo que escribiera, como Dios se lo había
    mandado, derechos y leyes que contenían instrucciones minuciosas respecto a lo
    que el Señor requería. Estas instrucciones relativas a los deberes del pueblo hacia
    Dios, a los deberes de unos para con otros, y hacia los extranjeros, no eran otra
    cosa que los principios de los Diez Mandamientos ampliados y dados de una
    manera específica, en forma tal que ninguno pudiera errar. Tenían por objeto
    resguardar la santidad de los Diez Mandamientos grabados en las tablas de
    piedra.”
    Pero además de darles a los israelitas unas “instrucciones adicionales” para
    resguardar la santidad de los Diez Mandamientos, Dios instituyó un culto simbólico
    por medio del cual el pueblo podría comprender, sin dejar lugar a dudas y a
    especulaciones, cómo y dónde el hombre es justificado, perdonado, cómo recibe al
    Espíritu Santo, cómo y dónde sus pecados serán finalmente expiados, y gracias y en
    base a qué medios

    Bookmark