Jonatán Edwards (1703-1758)
Solía pasar estudiando y orando una media de trece horas al día. Después de
cena, dejaba todo cuanto estuviera haciendo, para pasar una hora con su familia.
Juan Wesley (1703-1791)
En casa de los Wesley todos los días apartaban un tiempo para tener un culto
familiar, donde adoraban juntos al Señor y estudiaban algún pasaje de la Biblia.
Estas reuniones eran de tanta bendición que solían asistir unos 40 vecinos.
Juan Wesley fue a estudiar a Oxford y llegó a dominar el latín, el griego, el hebreo
y el francés. El a pesar de sus muchos estudios apartaba diariamente dos horas
para estar a solas con el Señor. Este hombre fue una persona muy disciplinada.
Se levantaba todos los días a las cuatro de la mañana y se acostaba después de
las nueve de la noche. Las tres primeras horas del día las dedicaba a la oración y
al estudio de las Escrituras.
Trabajo ininterrumpidamente durante 54 años. (Un pastor predica un promedio
de 100 veces por año, pero el promedio de Juan Wesley fue de 780 veces por
año, durante los 54 años de su ministerio).
Durante sus 54 años de ministerio recorrió un promedio de más de 7 mil
kilómetros por año, para llegar a lugares donde tenía que predicar. A pesar del
tremendo ritmo que llevaba en el ministerio tuvo tiempo para leer unos 1200
libros, la mayor parte de ellos los leía mientras andaba a caballo. Además
también escribió libros sobre historia, música, medicina y comentarios bíblicos.
Se dice que en total escribió más de 230 libros.
Jorge Müller (1805-1898)
Antes de fallecer dijo que había leído la Biblia entera cerca de 200 veces y 100
veces lo hizo estando de rodillas.
“Otros pueden pero tu NO debes”
(Paul Washer)
Este es un asunto muy importante: Los deportistas de elite están consagrados al
máximo al deporte, nosotros debemos consagrarnos para Dios. Es muy
importante cuidar lo que ven nuestros ojos, el descanso, la alimentación…
Lo físico y superficial afecta a todo lo espiritual
Ø 15 Beneficios de la Predicación Expositiva:
(1) Logra mejor presentar el mensaje de Dios.
(2) Promueve la predicación Bíblica con autoridad.
(3) Magnifica la palabra de Dios.
(4) Provee un almacén de material homilético.
(5) Desarrolla al pastor como un hombre de la palabra de Dios.
(6) Asegura altos niveles de conocimiento Bíblicos.
(7) Lleva a pensar y a vivir Bíblicamente.
(8) Promueve la profundidad como la sencillez.
(9) Obliga a tratar con textos difíciles.
(10) Permite el manejo de amplios temas teológicos.
(11) Te aleja de rutinas y favoritismos.
(12) Previene la introducción de ideas humanas.
(13) Protege al predicador de una mala interpretación del texto.
(14) Imita la predicación de Cristo y de los Apóstoles
(15) Saca lo mejor del predicador