EL ARTE EN LA IGLESIA CRISTIANA
Acerca de las clases

EL  DIRECTOR

El ser el director no es una posición dada por el hombre es una responsabilidad dada por Dios.

El que yo sepa más que los demás no me hace ser superior, me hace ser un siervo, compartiendo  los  dones  que  Dios  me ha dado.

Sirviente de los demás: sí, eso es lo que debemos ser; muchas veces tenemos problemas con la palabra sirviente pero ningún problema con las palabras “Siervo de Dios” y creemos que es un título para estar en una categoría especial, lo cual no es así, siervo es realmente ser un esclavo, un sirviente de los demás; servimos o no servimos,  o  somos  siervos  de  los  demás  o nos servimos de los demás.

Querido hermano y amigo si tú tienes problemas con esto, no te preocupes, no eres el único, yo también. Y además no somos los únicos; en los tiempos Bíblicos tenían el mismo problema con esto.

Veamos lo que Jesús les dijo al respecto:


“Entonces Jesús, llamándolos les dijo: Sabéis    que    los    gobernantes    de    las naciones se enseñorean de ellas y ejercen sobre ellas potestad; más entre vosotros no   será   así,   sino   que   el   que   quiera hacerse    grande    entre    vosotros    será vuestro  servidor,  y  el  que  quiera  ser  el primero   entre   vosotros   será   vuestro siervo; como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos“.

San Mateo 20: 25-28.


Con todo esto, debemos entender que el papel  que  el  director  desarrollará,  no  será de dirigir sirviéndose, sino de dirigir sirviendo.

El director debe entender que para que la gente se someta a él; él debe primero someterse y tener un espíritu humilde.

El director siempre buscará que se le dé lo mejor  a  Dios,  evitando  buscar perfeccionismo,   o de ser así, él terminará frustrado al ver que nunca se logra lo deseado.

El director es alguien que ve, conoce y sabe cómo manejar el potencial en cada miembro del  grupo,  ayudándoles    individualmente  a su desarrollo como miembros y como grupo.

Todos tenemos nuestra forma peculiar o  especial  de  ser,  por  lo  tanto,  debemos evitar obligar a alguien a actuar o hacer algo

en la misma manera que yo lo hago impidiendo   el   desarrollo  de  su  propia creatividad.

El director tiene que ser un crítico imparcial que   sabrá   qué   dar   a   su   grupo,   a   sus miembros o a su audiencia.

Si el grupo actuó bien felicitarlos y darle la gloria a Dios, si el grupo no actuó bien con amor decirlo y buscar a Dios por ayuda; pero evitar mentir, es decir por animar a alguien que actuó mal decirle que lo hizo muy bien, sabiendo él mismo que no fue así.

Siempre dar lo mejor a tu audiencia. Desde el momento que alguien presta atención a algo es porque está interesado en ver algo bueno, por lo tanto somos responsables de dar lo mejor de nosotros al público.

El director es responsable de buscar la unción,  dirección  y  sabiduría  de  Dios  para saber guiar al grupo y así saber que dar a

una  audiencia  siendo  entre  ellos  un mediador.

El trabajo de un director está dedicado a saber   el   objetivo   y   prioridad   del   grupo, siendo él, parcial, serio y  veraz al observar y criticar, él conoce y vive de lo que es espiritual y de lo que es arte.

Él  tiene  el  deber  privilegiado  de permanecer presente en todo, pero casi invisible, sin presionar la personalidad del actor; y sin tampoco sacrificar el mensaje básico general de la obra.

Usa   todos   sus   esfuerzos   para   servir   y ayudar  a  que  el  actor  se  desarrolle  en  la obra, dirigiendo, pero también disfrutándola como público, creando una buena relación y armonía  de  comprensión  y  entendimiento entre el actor y la audiencia.

El director además de ser un hijo de Dios que tiene una relación intima con Él, tiene que ser para el actor un arquitecto de escenografía, técnico en sonido, luz, inventor, ingeniero, y además se le pide ser un buen artista.

La obra es como la vida del director que él conoce muy bien y por eso la lleva a escena. El  director  es  en  el  actor  alguien  que  le presta su voz para decir lo que él quiere con el acento del actor.

El director de escena es el organizador del espectáculo, él tiene la misión a veces de poner su inspiración en papel, llevarla a escena y transmitirla a la audiencia dejando el mensaje en el corazón.

Es responsabilidad de él poner todo aquello que ayudará a que haya un verdadero entendimiento entre la audiencia y la obra y quitar todo aquello que pueda distorsionar la creencia para entender el mensaje presentado.

Será siempre responsabilidad del director el crear un ambiente donde se respire la presencia   de   Dios;   y   así,   evitar   presión, enojo, división e indisciplina.

El director deberá poseer la sabiduría de Salomón para guiar y dirigir. La fuerza de Sansón, para dar lo mejor de él y la paciencia de Job para ver su obra finalizar.

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