Discipulado Primeros Pasos/ Un modelo a seguir
Acerca de las clases

¿Qué es la fe?

Hay varios puntos muy importantes, los cuales debemos de tener claros… estos son: Ningún ser humano puede crear fe…2 “ puestos los ojos en Jesús,

el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él

sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Hebreos.12:2 (Reina-Valera, 1960) La Fe no es ver… es creer.

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no

se ve.” Hebreos 11:1 (Reina-Valera, 1960)

La Fe obra por el Amor. 6 “porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale

algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor”. Gálatas 5:6(Reina-Valera, 1960)

La verdadera Fe no está fundamentada en palabra de hombre alguno, sino en la palabra de Dios. No es creer a los hombres; es… creer a Dios. “Así que la

fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Romanos 10:17 (ReinaValera, 1960) La mano de Dios no se mueve por las necesidades sino, por la Fe. “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el

que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6 (Reina-Valera, 1960)


Nuestras peticiones deben estar fundamentadas en la Palabra de Dios, creyendo lo que Dios dice para que sean contestadas. “Esta es la confianza que tenemos en Él, Que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, Sabemos que tendremos las peticiones que le hayamos hecho.

“Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del

Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Lucas 18:8 (Reina-Valera, 1960)

¡Buena pregunta! ¿Cómo está nuestra fe? ¿Cuántos tienen fe verdadera en el Señor? Jesús alabó a los que tenían mucha fe. Dijo a la mujer cananea, » “Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase

contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.” Mateo

15:28 (Reina-Valera, 1960)

Acerca de la fe del centurión dijo “Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los

que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.” Mateo 8:10 (Reina-Valera, 1960) Pero lamentablemente dijo a veces a sus discípulos, «hombres de poca fe» (Mateo 6:30). ¿Qué diría Jesús de nuestra fe?

El apóstol Pablo dice: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo 2 por quien también tenemos

entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos

en la esperanza de la gloria de Dios.” Romanos 5:1-2. (Reina-Valera, 1960) Muchos han memorizado «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha

dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna». Juan 3:16 (Reina-Valera, 1960) Pero ¿qué clase de fe nos salva? “Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.25 Asimismo también Rahab la ramera, ¿no

fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así

también la fe sin obras está muerta.” Santiago 2:24-26 (Reina-Valera, 1960)


Santiago usa la misma palabra que Pablo usa (justificado). Por lo tanto, la fe que nos salva tiene que ser una fe obediente. Pero ¿obedecer qué? La fe que salva tiene que ser la que viene por oír la palabra de Dios: “Así que la fe es

por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Romanos 10:17 (Reina-Valera,

1960)

Es decir, no podemos creer doctrinas no bíblicas y esperar que Dios nos salve. El evangelio es sencillo todos lo pueden entender y es necesario obedecerlo.

“en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios,

ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo” 2 Tesalonicenses 1:8 (Reina-Valera, 1960)

Todos serán juzgados por la palabra de Jesús: “El que me rechaza, y no

recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.” Juan 12:48 (Reina-Valera, 1960)

“en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los

hombres, conforme a mi evangelio.” Romanos 2:16 (Reina-Valera, 1960) Romanos 2:16 Nos conviene, pues, estudiar con toda diligencia la enseñanza de Jesús y sus apóstoles revelada en el Nuevo Testamento. Es necesario tener la actitud, de los de Berrea que «recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así» (Hechos 17:11) Cuando el apóstol Pedro llegó a la casa de Cornelio, éste dijo: «tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado» (Hechos 10:33) ¡Actitud hermosa! Aunque Cornelio era un militar romano de mucha autoridad, se humilló delante de la palabra de Dios. Quería saber y obedecer su voluntad.

La decisión de creer es tuya, y si teniendo la palabra de Dios, y la verdad de Cristo, no te arrepientes, y buscas su rostro, lamento decirte que de Cierto morirás.

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