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Curso Básico de La Doctrina Cristiana
Acerca de las clases

El Espíritu Santo

La Biblia nos deja ver que Dios es uno. No hay más Dios que uno. Pero también nos enseñan las páginas sagradas que ese único Dios existe en tres personas. Eso es lo que se llama la Trinidad (tri-unidad), un Dios en tres personas. Ahora bien, en este curso ya hemos dicho algo de Dios el
Padre y de Dios el Hijo. El Padre creó el mundo y lo gobierna en su providencia. Dios el Hijo fue enviado al mundo para obrar la salvación del hombre perdido. En esta lección hemos de considerar la tercera persona de la Trinidad, o sea Dios el Espíritu Santo

A. ¿Quién es Dios el Espíritu Santo?
Hay muchos que opinan erróneamente sobre el Espíritu Santo. Es cosa fácil hacerlo.
Especialmente considerando que el Espíritu Santo, por su misma naturaleza, no se presta a representaciones. Hay gente que opina que el Espíritu Santo no es nada más que una fuerza, un principio, una idea. Así como, por ejemplo, se habla del «espíritu de la Constitución». Muchos creen que el Espíritu Santo es algo similar. Es la idea de Dios, un principio divino, un «espíritu de la religión». La Biblia, sin embargo, representa al Espíritu Santo como una persona más en la Trinidad. En la Biblia, el Espíritu Santo es tan Dios como el Padre y el Hijo.

1. El Espíritu Santo tiene conocimientos propios – Juan 14:26.

2. Aparece en textos bíblicos en un puesto de igualdad con el Padre y con el hijo – Mateo
28:19.

3. Tiene atributos divinos, como son la omnipresencia y la omnipotencia – Salmo 139:7-10; Romanos 15:19.
Con estas referencias bíblicas, difícil es negar la existencia del Espíritu Santo como una persona distinta al Padre y al Hijo. También resulta absurdo negar el misterio de la Trinidad. Aunque no podemos comprenderlo, hay tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

B. Las obras del Espíritu Santo

Hemos visto anteriormente que Dios el Padre generalmente está asociado con la obra de la creación del mundo y su gobierno. El Hijo se caracteriza por su obra redentora; El obró la salvación. En forma general, se le asigna al Espíritu Santo la obra de la regeneración, o nuevo nacimiento, o la aplicación de la obra de Cristo. Cristo Jesús ganó los méritos necesarios, puede Mdecirse, para la salvación de su pueblo. Pero había que distribuir esos méritos.

Esa es especialmente la obra del Espíritu Santo. Pero conviene catalogar algunas de las obras más importantes de esta persona de la Trinidad.

1. La inspiración de las Sagradas Escrituras. El Espíritu Santo guió a los escritores bíblicos para que escribiesen la verdad infalible – 2ª de Pedro 1:21.

2. Preparó y capacitó al Hijo de Dios para que en su naturaleza humana pudiera ser
perfecto Salvador – Lucas 1:35.

3. La salvación de los seres humanos. El Espíritu Santo opera en los corazones el cambio
que se llama regeneración o nuevo nacimiento – Juan 3:5-8.

4. Es el Consolador de los hijos de Dios. El nombre mismo que Cristo le dio indica esto (Jn. 14:16,17). Así como El vino a consolar a los desolados apóstoles, sigue consolando a los atribulados y tristes de otras épocas y del presente.

5. Ilumina o da sabiduría y conocimiento a los salvados para saber de las cosas de Dios (1
Co. 2:12). Los incrédulos o inconversos no saben muchas cosas del cristianismo porque
no han recibido el Espíritu Santo.

6. El guía y conduce a la iglesia en la verdad y en las cosas del Señor (Juan 14:26). Esto ya
se pudo comprobar claramente el día de Pentecostés cuando el grupo de discípulos
reunidos recibió el Espíritu Santo.

Ese día recibieron ellos gran poder y la iglesia empezó a crecer considerablemente. Cada vez que el Espíritu Santo cambia un corazón, se cambia también una vida y se añade uno más a la iglesia de Cristo.

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