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Curso Básico de La Doctrina Cristiana
Acerca de las clases

El Bautismo

La iglesia, que ya hemos estudiado en la lección anterior, tiene dos sacramentos: el Santo
Bautismo y la Santa Cena. En ésta y la próxima lección hemos de considerar esos dos
sacramentos. Pero, principalmente, será necesario aclarar qué es un sacramento, para luego considerar los dos sacramentos por separado. Dice un diccionario que un sacramento es «el signo sensible de un efecto interior y espiritual que Dios obra en nuestras almas». Hay aquí pues dos cosas: algo interior, y algo que se ve o se percibe. El término «sacramento» no aparece en la Biblia. Su uso se debe a dos razones históricas: El juramento de obediencia que un soldado prestaba a su comandante se llamaba un «sacramento». Además, en una traducción de la Biblia, la palabra «misterio» se tradujo como «sacramento». Y así se empezó a usar la palabra para designar los dos ritos o ceremonias que Cristo instituyó para su iglesia. Porque esos sacramentos
son una especie de juramento de obediencia y también tienen algo de misterioso. Un sacramento pues es «una institución de Cristo en la cual con símbolos sensibles se representa y sella la obra de Dios en el creyente y éste a su vez expresa fe y obediencia a Dios». El bautismo es una de esas instituciones.

1. Es una institución de Cristo. Conviene recalcar que se considera sacramento sagrado
únicamente a algo que Cristo ha instituido. Ahora bien, el bautismo fue instituido por
Cristo mismo poco artes de ascender al cielo cuando dijo a sus discípulos: «Por tanto, id,
y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo» (Mt: 28:19)

2. Es una continuación del sacramento de la circuncisión en el Antiguo Testamento. En
Israel todos eran circuncidados para poder así pertenecer al pueblo de Dios. En el Nuevo
Testamento la circuncisión desaparece y se instituye en su lugar el Santo Bautismo. Es el
mismo sacramento; sólo que la forma ha cambiado, porque no hay ya necesidad del
derramamiento de sangre.

3. Es un símbolo. Quiere decir que el bautismo de por sí no hace nada. Sólo simboliza,
representa algo que está ya hecho o que debe hacerse. Muchos creen que para poder
entrar al cielo es indispensable estar bautizado. Pero no es así. Sólo la fe en Cristo Jesús
puede salvar. El bautismo sólo simboliza el lavamiento de los pecados del que es
bautizado.

4. Tiene elementos externos o sensibles. En este sacramento el elemento visible, que se usa
para simbolizar lo interno e invisible, es el agua. Así como el agua se utiliza para limpiar
el cuerpo, también se usa en el bautismo para simbolizar el lavamiento de los pecados.
A. Para quiénes es el bautismo

¿Quiénes deben ser bautizados? La respuesta inmediata y clara es que solamente los creyentes en Cristo pueden recibir el bautismo. Y ellos deben recibirlo porque Cristo así lo ordenó. 

1. Bautismo de adultos. Cuando Jesús ordenó a sus discípulos bautizar, seguramente El
estaría pensando más bien en los adultos que se convertirían. Estos deben recibir el
bautismo como el símbolo del lavamiento de sus pecados. Estos deben creer primero,
luego bautizarse.

B. Lo Que Demanda El Bautismo.

1. De los padres. Los padres que PRESENTAN a sus hijos prometen ante Dios y la congregación
que educarán a esos hijos en las doctrinas del Señor y que utilizarán todos los medios a su
alcance para ese fin. Los padres deben recordar, en primer lugar, que han hecho una
promesa ante Dios y que son responsables por ello. Esos niños son sus hijos, pero más
que eso, son de Dios.

2. De los adultos que se bautizan. Al recibir el bautismo una persona adulta confiesa su fe
en Cristo y se declara su seguidor. Debe, en consecuencia, seguir a Jesús y obedecerle.
De lo contrario nada vale su bautismo. Si es hijo de Dios, debe vivir como tal.

3. De los niños PRESENTADOS. Aunque al momento de recibir la bendición, los niños no
comprenden, ellos tienen también una gran responsabilidad ante Dios cuando llegan a
edad de discernir y comprender. Siendo el niño aceptado como hijo de Dios, su presentación debe conducirlo hacia la confesión de fe, con la cual entrará por voluntad propia a ser miembro de la iglesia de Cristo.

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