CAPACITACIÓN PARA PASTORES Y MAESTROS
Acerca de las clases

“Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros,
pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra del ministerio, para edificar el cuerpo de Cristo” (Efesios 4:11-12).
“Pues tú, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús, y lo que has oído de mí entre muchos testigos, esto encarga a los hombres fieles que serán idóneos para enseñar también a otros” (2 Timoteo 2:1)

CRITERIOS
I. ESPIRITUAL
1. El Líder Siervo
El pastor-maestro debe ser ejemplo a sus alumnos con una actitud como la de Cristo.
Cristo siendo el maestro de maestros dio ejemplo a sus discípulos en servirles aún cuando ellos estaban bajo su autoridad.
Jesucristo mostró la actitud de humildad en contraste a la arrogancia de otros líderes religiosos y seculares. El pastor-maestro debe
evitar cualquier tendencia de superioridad y tratar con respeto a sus alumnos.
La actitud del siervo líder ayuda a evitar el abuso del poder de autoridad que está en oposición a los principios del liderazgo cristiano.
«Mas entre vosotros no será así; sino el que quisiere entre vosotros hacerse grande, será vuestro servidor; “Y el que quisiere entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo:
Como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mt. 20:26-28).
“El líder cristiano que sigue el modelo de Cristo, no utilizará al grupo para lograr sus propios fines, sin tomar en consideración a las personas que constituyen el grupo. Siempre
querrá permitir que las personas sean ellas mismas para que se sientan liberadas”. ( citado del libro El líder no nace, se hace).
2. Un Presbítero:
El pastor-maestro debe ser un presbítero en la Iglesia del Nazareno. Se espera que los
que enseñen a los futuros ministros hayan terminado todo el proceso de estudios y experiencias ministeriales que el Manual de la Iglesia recomienda para la ordenación.

3. Con Experiencia Ministerial Saludable
El pastor-maestro además de manejar la información y el contenido básico del curso es
importante que tenga una experiencia saludable en su ministerio. Por experiencia saludable queremos decir que no tenga una actitud negativa del ministerio. Desafortunadamente,
hay pastores que por sus experiencias difíciles a través de sus ministerios han desarrollado actitudes negativas. El pastor-maestro puede
dominar bien la materia de estudio, pero sino tiene una actitud positiva de su ministerio es
riesgoso que proyecte negativismo a sus estudiantes. Se espera que el criterio principal del pastor-maestro sea de enseñar con su vida
ministerial.
También se espera que el pastor-maestro tenga una buena trayectoria ministerial en

PERFIL DEL PASTOR MAESTRO
Recordando que el concepto que se esta estableciendo es que el
pastor-maestro sea ejemplo a sus estudiantes. “Ninguno tenga en poco tu juventud (ministerio); pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en pureza”(1 Timoteo 4:12)
.“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15).
4. Una Buena Relación Con la Iglesia
Se espera que el pastor-maestro haya tenido y tenga una buena relación con la
Iglesia. Esto quiero decir que se lleve bien y se someta a las autoridades de sus líderes.
Es importante que el pastor maestro no este en conflictos con sus colegas pastores. El pastor maestro debe de evitar el descrédito de
sus colegas. Por ejemplo, uno de los casos más típico donde el pastor puede entrar en conflicto con otro pastor es por la ética en relación a las personas que vienen de las otras
iglesias. El pastor-maestro no debe de tener la reputación de motivar a miembros de otras
iglesias a unirse a su iglesia. El pastor-maestro tiene que cuidar y mantener buenas relaciones con sus líderes y colegas.
II. ACADÉMICO
1. Desarrolle Una Vida de Aprendizaje
El pastor-maestro debe de ser una persona que tenga o desarrolle una disciplina de aprendizaje. Para enseñar hay que aprender.
El pastor-maestro debe de informarse acerca de los temas más relevantes concernientes al ministerio. El pastor-maestro debe de buscar
y leer temas que le ayuden en conocer y dominar mejor los cursos que enseñará. El pastormaestro debe de cultivar la disciplina de la lectura de libros, revistas, artículos y toda otra
fuente de información. “Entre tanto que voy, ocúpate en leer, en exhortar, en enseñar.» (1
Timoteo 4:12b) «Trae, cuando vinieres, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo: y los libros, mayormente los pergaminos.»(2 de
Timoteo 4:13) El pastor-maestro debe de esforzarse en asistir a conferencias, seminarios y talleres de capacitación y de actualización pastoral, lo cual le ayudaran en su crecimiento ministerial.

De ser posible, el pastormaestro debería de buscar las avenidas para continuar estudios que le permitan alcanzar otro nivel académico ministerial.
2. Experiencia en la Enseñanza
El pastor-maestro debe de ser una persona que haya tenido o que tenga la experiencia de enseñar en un programa de educación
ministerial. También puede ser el caso que el pastor-maestro haya tenido o tenga la experiencia de enseñar o capacitar a niveles de seminarios, talleres ministeriales o seculares.
El pastor maestro debe de especializarse en el curso(s) que enseñe. El pastor maestro debe
evitar enseñar el curso(s) que no domina. Es mejor invitar a otra persona para que imparta el curso(s) de su especialidad. Aunque los
cursos en módulos están disponibles para enseñarlos por medio de la guía del maestro, es mejor que el pastor maestro se limite a la
especialización y a la enseñanza de ciertos cursos.
III. SOCIAL
1. Amable
El pastor-maestro debe de ser amable y tener buenas relaciones interpersonales. Es importante que el pastor-maestro tenga respeto y buen trato con las personas y con sus alumnos.

No podemos obviar esta característica de personalidad en el pastor- maestro que será un modelo para sus alumnos y futuros ministros. Es posible que personas que tienen
el conocimiento de la materia(as) y la habilidad de enseñar pero con relaciones interpersonales muy cuestionables. El pastor-maestro debe de estar conciente de como maneja las relaciones interpersonales. “Y el siervo del
Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar…”(2
Timoteo 2:24)
2. Comprensión al Comportamiento de Aprendizaje del Adulto
Los estudiantes de los programas ministeriales para la ordenación, en su mayoría son adultos. El pastor-maestro debe de estar conciente que el comportamiento del adulto es
diferente.

3. Sensible a la Diversidad Cultural
Los hispanos-latinos somos posiblemente el grupo cultural más diverso en los Estados
Unidos y el Canadá. Los hispanos-latinos son diferentes en sus raíces culturales, raciales, socio-económico, lingüístico, y académica. El pastor-maestro debe de ser sensible a la
diversidad de los hispanos-latinos y no imponer sus raíces o valores culturales sobre los alumnos. El pastor-maestro no debe de mostrar preferencia para un tipo de persona(as) en
particular. El pastor-maestro debe de ser respetuoso y cuidarse mucho acerca de las referencias raciales o culturales que afecten a
cualquier persona del grupo. No solo debe cuidarse, sino que debe promover un ambiente de respeto a la diversidad hispana-latina y a todas las personas. El Dr. John Hall aborda el
tema en el segmento de la Diversidad de los Hispanos-Latinos.
4. Relaciones Familiares Saludables

El pastor-maestro debe tener una relación saludable con su familia para ser ejemplo a
sus alumnos. Cuando no hay una buena relación en la familia esto puede afectar al pastormaestro en la enseñanza y formación de sus alumnos. Hemos dado por sentado que en la
educación ministerial, no solo se requiere que el pastor-maestro tenga dominio de la materia(as) que enseña, sino que también enseñe
con el ejemplo de su vida. El pastor-maestro tiene que recordar que está enseñando y formando a los futuros ministros del evangelio.
“Educar es compartir nuestra propia vida. Es una experiencia que se construye entre todos y nos permite crecer a cada uno de los que
participamos en ella. Cuando educamos también aprendemos, porque aprender es un proceso integral que involucra todas las dimensiones humanas y que no finaliza con la graduación sino que nos acompaña a lo largo de nuestra vida” 

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