MANUAL PARA LA ENSEÑANZA DE ADULTOS
- EL DESAFIO DE ENSEÑAR A ADULTOS
- CÓMO APRENDEN LOS ADULTOS Como seres humanos complejos, traemos a la situación de aprendizaje una combi- nación de características emocionales, físi- cas, mentales y sociales que nos hacen úni- cos. La forma de enfrentarse a esta diversi- dad de individuos involucrados en el proceso de aprendizaje es a través de la variedad en la enseñanza. Es muy importante para los maestros entender algunas de las caracterís- ticas de los adultos.
Características emocionales
Para aprender, el adulto debe estar emocionalmen- te a gusto con la situación del aprendizaje. A través de las edades, el estado emocional de la persona, ha sido manipulado para tratar de inducirlo al aprendizaje, pero de alguna forma el atentado a producir sentimientos positivos llegó a distorsionarse cayendo en el error de creer que un mejor aprendizaje ocurre cuando se producen en alguien efectos negativos de dolor, miedo o ansiedad.
Para inducir a las personas a aprender, el maestro debe estar en posibilidades de ayu- dar a crear un clima emocional positivo.
Características físicas
Los adultos pre- sentan un desafío especial debido a que muchos tienen limitaciones físicas ya se por la edad o por enfermedades. Por lo tanto la ubi- cación y ambiente donde se realiza la labor educativa es de mucha importancia. Asegúrese de que éstas sean agradables y cómodas. Para compensar las dificultades en alumnos de todas las edades, piense cuida- dosamente en cómo puede hacer para que las palabras, letreros, objetos y aún usted mismo sean lo suficientemente claros y visi- bles. Ver bien es tan importante como escu- char bien. La inhabilidad para escuchar bien, ya sea por la capacidad de la persona o por la mala ubicación, puede hacer que la persona se sienta insegura, menos inteligente, margi- nado, y con poco interés en participar.
Características mentales
Disposición para aprender. La mayoría de los adultos asistirán a su clase listos para aprender. Ellos asisten porque así lo desean.
Problemas de orientación.
La educación infantil es comúnmente materia-céntrica, con- centrándose en varias disciplinas ya sea abs- tractas ó prácticas como filosofía y ciencia. La educación del adulto, por otro lado, es mas problema-céntrica . Los adultos quieren aprender a resolver problemas específicos, y están más satisfechos con su aprendizaje si este se aplica a su vida diaria o es actual.
Características sociales
La característi- ca social mas importante del adulto que aprende es la abundancia y variedad de expe- riencias que poseen. Sus alumnos represen- tan una variedad de ámbitos sociales, ocupa- ciones, etnias y lugares. Todos tendrán expe- riencias y opiniones previamente formadas al momento de llegar a su clase. Algunas de esas opiniones tienen que ver con la escuela, el grupo de interacción y el tema.
Escuela
Para mucha gente, su escola- ridad formal fue menos que exitosa. Generalmente es mejor reducir el número de asociaciones con una educación formal en sus referencias, estilo y acercamiento hacia el sujeto.
Grupo de interacción.
Su clase es sólo un grupo en que los adultos participan. La mayoría ha tenido o tiene relación con otros grupos y experiencias ya sea positivas o negativas en la dinámica de grupos. Algunos llegarán con expectativas positivas acerca de la interacción en el grupo, otros no.
El tema.
Cada adulto que asiste a su clase traerá alguna percepción del tema a dis- cutir. La experiencia de trabajar con los parti- cipantes es sin embargo, su mayor recom- pensa. El estado mental, emocional, físico y social determina la motivación de la persona para aprender.
- CÓMO AYUDAR A LOS ADULTOS A APRENDER
El maestro de adultos debe de tener empatía, interés, sentimiento por la gente y la enseñanza, así como experiencia en el tema a cubrir. Para enseñar a los adultos es importan- te saber qué hacer y qué no hacer.
Cualidades de un buen maestro. Para ser eficiente al enseñar a adultos, se debe tener:
- amor por el tema.
- deseo de compartirlo.
- una competencia básica del tema.
Los primeros dos requisitos son esencia- les. El tercer requisito ha intimidado a muchos maestros potencialmente buenos, porque han confundido una “competencia básica” por una competencia excepcional.
Al evaluar clases, el problema menos mencionado por el mayor número de estu- diantes se refiere al conocimiento del tema en si. Pero si le dan importancia a la forma de transmitir el tema en la enseñanza.
Habilidades deseables. A continuación se mencionan algunas de habilidades básicas que se deben tener para desarrollar la mejor experiencia posible en la enseñanza de adul- tos:
Escuchar. El maestro debe tratar de:
- Entender el punto, no solo responder, contradecir o refutar.
- No interpretar rápidamente al que habla.
- Hacer a un lado sus propios puntos de vista.
- No interponerse ante el que habla.
- No preparar sus respuestas mientras escucha.
- Mostrar interés y estar alerta.
- No interrumpir al que habla.
- Entender que el lenguaje del que habla será diferente del propio.
- Exponer su opinión de manera positi- va.
- Evadir opiniones negativas.
Ayudar a alumnos inseguros. Alumnos que carecen de seguridad en sí mismos son muy comunes en la enseñanza de los adultos. En su enseñanza, un buen maestro necesita crear un ambiente que imparta seguridad a este tipo de personas.
En la enseñanza de adultos, fomentar la seguridad promueve el aprendizaje.
Una de las formas de motivar al que carece de con- fianza, es a través de recompensas.
Estas pueden ser estímulos verbales. Cuando el alumno no esta a gusto con algunas situacio- nes, enfóquese en apreciar como el estudian- te se siente en relación a la situación externa, no a la situación misma.
Cuando alguien llega al extremo de la humillación personal; usted deberá hacer lo siguiente:
- No contradiga su punto de vista
- No use explicaciones lógicas.
- No ridiculice los puntos de vista de las personas.
- Externe un gesto positivo hacia la per- sona.
Maneje sabiamente situaciones negati-
vas. Una de las habilidades que el maestro necesita desarrollar es manejar situaciones en las que el alumno está haciendo algo equivo- cado. He aquí algunas situaciones “equivoca- das” y cómo corregirlas:
- Cuando alguien esté haciendo algo equivocado:
- No hable de la persona, hable de la condición;
- Describa lo que ve;
- Describa lo que siente;
- Describa lo que se necesita hacer;
- No diga nada de la persona o acer- ca de si mismo.
- Algunos estudiantes prefieren estar quietos y aprender de esa forma. La privacía merece respeto, pero hay algunas insinuacio- nes que usted como maestro puede hacer sin entrometerse.
- Cuando las cosas no van bien evite- mos usar expresiones como “tú debes”, “tú deberías”, “ahora tü lo sabes”, “tú siempre”, “tú nunca”, o “tú actúas como…”
- Cuando el adulto que aprende hace algo mal, no lo castigue, es contraproducente para el aprendizaje.
Acciones de apoyo. Ciertas palabras, fra- ses, gestos o acciones irán lejos al tratar de construir una atmósfera alentadora, en la que sus participantes se sientan dispuestos a cre- cer, aprender y responder al grupo y a su lide- razgo. Intente:
- una sonrisa;
- responder cuando alguien alza la mano;
- una palmada en el hombro;
- una expresión de entusiasmo;
- placer genuino al ver nuevamente a sus alumnos;
- escuchar con paciencia;
- atención calurosa hacia los otros;
- ayudar a los estudiantes con dificulta- des.
Humor. Aunque algunos de nosotros no somos cómicos naturales, muchas situaciones en la clase promoverán la risa o las carcaja- das. Saque provecho de estas y utilícelas correctamente. El humor es una buena tera- pia.
- PASOS HACIA UNA ENSEÑANZA POSITIVA
Desde el inicio de su clase hasta el final usted querrá crear y después mantener lo que se llama “clima positivo de enseñanza», una atmósfera en la cual sus estudiantes se sien- tan a gusto.
Los cuatro pasos de motivación para mantener una atmósfera de enseñanza duran- te la clase son:
- Desde el inicio es una pequeña alaban- za como: “muy bien”, “adelante”.
- Complacer al maestro. En tanto avan- za, hágales saber “vamos muy bien”, “ahora han captado la idea…”, o algo así.
- Complacido de usted mismo y de ellos. Siga adelante con comentarios como “si, así es… ¿cómo se sienten al respecto?”, o “puedo ver algo de progreso aquí… ¿ustedes qué piensan?” o “les apuesto a que están orgullosos de ustedes mismos”.
- Complacidos de ellos mismos. Y final- mente, cuando el alumno va bien, usted puede dar un paso y decir “cuando necesites mi ayuda, solo dímelo”.
- PREPARACIÓN DEL CURSO
Cada curso necesita preparación. Sin ésta, sus pensamientos van a estar sin orden, la estructura del curso está fragmentada, y los estudiantes sentirán que usted no se preparó bien.
Enseñar no es solo hablar. Aun cuando usted sepa el tema, una falta de preparación le hará verse como si no supiera de lo que está hablando.
Cada cuso toma preparación. Si usted ha enseñado el curso antes, puede ser que nece- site menos preparación, pero usted todavía necesita pensar en su clase siguiente como si fuera única.
Metas, objetivos y resultados
Antes de ver cada reunión por separado, dé una ojeada amplia al curso en su totalidad.
¿Cuales son las metas, los objetivos y los resultados finales de la clase?
Metas. Las metas son deseos a largo plazo. Son la razón por la que usted está enseñando pero que no son necesariamente realizables para el final del curso.
Objetivos. Los objetivos difieren de las metas porque se cuantifican y se delinean con el tiempo.
Resultados finales. Junto con los objeti- vos para el curso, usted necesita pensar en los resultados finales. ¿Dónde quisiera usted que sus estudiantes estuvieran al final del curso comparado a como estaban al principio? Antes de que usted comience a pensar en el contenido del curso, debe tener tres cosas cla- ras en mente y en un papel:
El curso:
- Metas
- Objetivos
- Resultados finales
Éstos podrían ser pasos en la preparación de un nuevo curso:
- 1. Escriba los Objetivos del curso. Mantenga la lista y revísela a menudo en tanto otras facetas del curso se
Comience pensando en sus objetivos.
¿Cuáles deben ser? La respuesta depende obviamente del curso y de la disciplina, pero es importante comenzar con la nota de que los objetivos implican el educar a los estudiantes; los objetivos no son cubrir cierto número de tópicos, sino facilitar a que el estudiante aprenda. Típicamente, también, no nos referi- mos simplemente a aprender de un sistema de datos, sino a algo que se puede aplicar y utilizar en situaciones fuera del curso.
De hecho, en la mayoría de los cursos nos referimos a ayudar a nuestros estudiantes en el proceso de aprendizaje de por vida; en esto, deseamos desarrollar interés en un aprendizaje avanzado y proporcionar una base de conocimientos y habilidades que faci- lite el aprendizaje futuro.
Así también, cada curso contribuye a otras metas generales de una educación uni- versal que supera el tema específico, tal como estar dispuesto a explorar ideas contrarias a su propia creencia y saber cuándo la informa- ción o los datos son relevantes en relación a un tema y cómo encontrarlos
Además de esta perspectiva general usted necesita tener en cuenta las caracterís- ticas del ajuste en el programa que usted enseña. ¿Cuál es el papel de este curso en su departamento? ¿Hay otros instructores dependiendo de este curso para proporcionar clases específicas de conocimientos o de habilidades? ¿Como son sus estudiantes?
¿Cuáles son sus preocupaciones actuales, (acción social, conseguir un trabajo, vida en la iglesia, etc.)?.
- Elija un texto y/o cualquier material de lectura. Si el texto es apropiado o no, depen- de de una variedad de factores.
- Prepare un resumen del contenido del curso, asigne espacios relativos de tiempo a varios tópicos.
- Haga un programa de los tópicos que serán cubiertos. ¿Qué tan completa, detalla- da y precisa debe ser su agenda? Mi respues- ta es “no mucho”, por tres razones:
- Como la mayoría de nosotros, usted podría cambiar de opinión sobre los detalles que cubrirá antes de que toque un asunto específico. Hay algu- nas ventajas de no comprometerse a imprimir una línea de estructura inflexi- ble en el curso.
- Circunstancias inevitables surgen y aconsejan que haya una pequeña des- viación en su programa.
- Los mismos estudiantes son variables importantes en determinar la continui- dad y estructura del curso. Algunas clases galopan continuamente hasta finalizar el curso; otras van muy lentas. Algunas clases desarrollan interés general en algún tema; otras en otro. Su agenda debe ser suficientemente flexible para tomar ventaja de las expectativas de los estudiantes en la forma en que ellos desean aprender.
- Desarrolle un sistema tentativo de tare- as que asignará. Tomando en consideración los objetivos del curso, mida el tiempo asigna- do a los diferentes temas y al calendario aca- démico
- Diseñe la guía o el plan del curso.
7.- Utilice métodos apropiados de ense- ñanza.
- Asegure los recursos necesarios, por ejemplo películas, invitados, folletos, etc. En esta fase, su lista de asuntos debe ser tentati- va. Quizás usted ha incluido solamente esos
asuntos que ha cubierto en las guías de pro- gramas anteriores. Quizás usted seleccionó solamente artículos de interés para los estu- diantes o solamente los de interés de los cole- gas. Quizás pudo tomar de sus experiencias del pasado como estudiante.
III. LA PRIMERA CLASE
La primera clase es importante, no es una exageración decir que es básica para el éxito de su curso. Sus participantes llegan, a menu- do como individuos que no se conocen unos a otros. Y tienen cierta ansiedad, vienen con miedo de no saber si encajan dentro del grupo, o si pueden dominar el tema, disfrutar- lo, ser humillados, estar frustrados, aburridos, o si la situación de aprendizaje será demasia- do dura para ellos.
Y de ese grupo de individuos sin relación, escépticos, usted como el profesor tiene que unirlos y hacer de ellos un equipo, ayudarles a conocerse unos a otros, establecer una rela- ción con usted y entre ellos, animarlos en rela- ción al tema que estarán viendo y motivarlos a regresar a la próxima clase.
Preparación para la primera clase
Aunque cada reunión de clase necesita preparación, su primera clase se diferenciará de todas las demás. Por esa razón, usted debe diseñar una hoja de trabajo especial de preparación solo para la primera, para cubrir todas las tareas, actividades, y el ambiente requerido para la primera reunión.
He aquí un modelo de una hoja de traba- jo que cubre los aspectos de la primera clase: ALGUNAS TÉCNICAS “PARA CONOCERSE” El paso inicial cuando los estudiantes entran en el salón, deberá ser el de “hacerlos sentir en ambiente”. Usted no puede fallar si se adhiere a la fórmula “AI” Amistad e Informalidad. Por ejemplo, los estudiantes por ser adultos, deberán sentirse libres de mover- se a donde ellos deseen dentro del salón, y no sentarse en filas de sillas frente al escritorio del maestro. Cuando ellos lleguen, naturalmente puede ser que sean tímidos y reserva- dos.
Usted es el que debe el romper el hielo, presentar a la gente, darles la oportunidad de conocerse entre si. Necesitan saber que pue- den hablar con libertad, que serán aceptados y no criticados, y que no están solos en su temido papel de estudiantes adultos.