Acerca de este curso
CAPACITACIÓN PARA PASTORES Y MAESTROS
Aspectos del Liderazgo Cristiano
2 Timoteo 2.24–25 El siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido. Debe reprender tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les da el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad.
AL FRENTE
Mucho del liderazgo es un ejemplo de establecer y tomar iniciativas. Probablemente el general más temido de la Segunda Guerra Mundial fue el comandante de los tanques alemanes, Rommel, el “Zorro del Desierto.” Cuando empezaba una batalla que involucrara sus fuerzas, se escuchaban las palabras “¡Rommel al mando!” Ese mensaje animaba a las tropas que lo seguían. Los buenos líderes toman la iniciativa.
Otra parte del liderazgo bíblico es que uno pone el ejemplo. Jesús dijo en Juan 13:34, “un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.” Pablo escribió, “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús” (Filipenses 2:5).
Pedro exhortó a algunos de los primeros cristianos para que recordaran que “Cristo padeció por nosotros” (1 Pedro 2:21). Pablo le escribió a los cristianos de Corinto, “sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1 Corintios 11:1). Y le dijo a los creyentes tesalonicenses que había trabajado para ser un modelo que pudieran seguir (2 Tesalonicenses 3:7–9). Él deliberadamente trabajó para vivir una vida modelo- no una vida perfecta, sino una ejemplar. Pablo ofreció su vida como ejemplo, siendo un líder al frente, para mostrar cómo se debe hacer. Eso es lo que debemos hacer.
Y eso es lo que hacemos. Como parte de nuestro liderazgo, debemos ser un ejemplo a seguir (ver Juan 13:15; Filipenses 3:17; 1 Timoteo 4:12; Tito 2:7; Santiago 5:10).
2 Tesalonicenses 3.7–9 Pues ustedes mismos saben cómo deben seguir nuestro ejemplo (cómo imitarnos), porque no obramos de manera indisciplinada entre ustedes, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que con dificultad y fatiga trabajamos día y noche a fin de no ser carga a ninguno de ustedes. No porque no tengamos derecho a ello, sino para ofrecernos como modelo a ustedes a fin de que sigan nuestro ejemplo (nos imiten).
PROVEER
Considere a un ejército con una línea vital de abastecimiento que va hasta el frente. Mucho de lo que es hecho en un buen liderazgo es trabajar estratégicamente para dar forma, enfoque y libertad al trabajo que otros están haciendo. Los líderes dirigen el tráfico de la iglesia, o sea reparten el trabajo del ministerio en pequeñas partes que otros sean capaces de llevar a cabo.
Si somos llamados a ser proveedores, entonces debemos regresar detrás de las líneas y dar a la gente las herramientas que necesitan para que vayan y hagan lo que tienen que hacer. Jesús en Lucas 9 y 10, habiendo preparado a Sus discípulos, los manda afuera. Ellos fallan en Lucas 9, pero entonces Él los envía de nuevo en Lucas 10 y tienen éxito. Jesús estaba respaldándolos detrás de las líneas, proveyendo y equipando a otros.
Por supuesto que somos un poquito diferentes, porque no podemos ir con la gente que mandamos, como Jesús pudo a través de Su Espíritu. Así que nuestra situación es un poquito más como la de Pablo cuando, en su última carta, instruyó a Timoteo a que enseñara a aquellos que podían enseñar a otros (2 Timoteo 2:2). Pablo comprendió que él podría multiplicar grandemente su ministerio si proveía los recursos a otros para que tuvieran sus propios ministerios.
2 Timoteo 2.2 Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga (confía) a hombres fieles que sean capaces de enseñar también a otros.
SERVIR
Esta es la S en LAPS. Esta es quizás la clase de liderazgo cristiano más distintivo. Lo vemos en Cristo más completamente; mientras Él se da a Sí mismo en la cruz, muriendo por nosotros para que podamos vivir en Él. Descripciones conmovedoras de este acto de auto-sacrificio se encuentran en cada uno de los Evangelios y en varios pasajes del Nuevo Testamento. Filipenses 2 y 1 Pedro 2 son particularmente claros y conmovedores.
Este es un ejemplo de liderazgo que Cristo nos dejó. Y este es especialmente el caso si nosotros fuéramos llamados a ser líderes de una congregación. Pedro escribe:
1 Pedro 5.1–4 Por tanto, a los ancianos entre ustedes, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada: pastoreen el rebaño de Dios entre ustedes, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero (no por ganancias deshonestas), sino con sincero deseo; tampoco como teniendo señorío sobre los que les han sido confiados, sino demostrando ser (convirtiéndose en) ejemplos del rebaño. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores (el Pastor Supremo), ustedes recibirán la corona inmarcesible (que jamás se marchitará) de gloria.