“Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol…”
Apocalipsis 19:17
n el año 2009 en Estado Unidos se pasó una encuesta dirigida a 2303 adultos con la finalidad de reflejar
en una estadística sus creencias religiosas descubriendo así que el 72% de ellos creían en la existencia de
ángeles y un 60% creían en el diablo. La creencia de ángeles y demonios es fuerte, principalmente entre
tres grandes religiones que están emparentadas: el Islam, Cristianismo y Judaísmo. Sin embargo, pueden surgir las
siguientes dudas: ¿Conocemos realmente su naturaleza y apariencia? ¿Son seres reales? ¿Es Satanás un ángel caído?
¿Son los demonios reales? ¿Son los ángeles agentes protectores? ¿Existe el ángel de la guarda? Las repuestas a estas
preguntas y otras más están basadas en muchas creencias alejadas del conocimiento bíblico encerrando un gran
misticismo, de allí la importancia de estudiar esta doctrina a la luz de la palabra de Dios.
Angelología es una palabra compuesta que proviene de las
palabras griegas: ángelos (ἄγγελος) que significa ángel y lógos
(λόγος) que es tratado o estudio. En si la angelología es la parte
de la teología destinada al estudio de la doctrinas de los ángeles y
demonios. En la Biblia el tema de los ángeles es algo imposible
de desmentir, ya que desde Génesis hasta Apocalipsis su
existencia esta recalcada. Paradójicamente muy poco se habla de
ellos en los libros de teología y por otro lado su estudio está
influenciado por la superstición y ficción de escritos, poemas y
literatura pagana. Sin embargo, pese a todo esto si aceptamos la
evidencia bíblica podemos estar seguros que los ángeles y
demonios son seres reales. Los ángeles se presentan como seres
celestiales los cuales son muy distintos a la raza humana y a la
propia divinidad. Como seres creados por Dios son superiores en
cuanto a la actual condición caída del hombre, pero inferiores a
Dios. Las culturas antiguas han creído en la existencia de seres
semejantes a los ángeles. Por ejemplo entre las civilizaciones
mesopotámicas se creía en la existencia de seres espirituales
llamados karibu, los cuales tenían aspecto de hombre o a veces
de cuadrúpedos y se les consideraba seres espirituales que
cuidaban a los hombres.
También creían en seres malignos parecidos a los demonios los cuales llamaban Namtaru y se les asociaba toda
clase de mal que ocurría en medio de los hombres. Los antiguos egipcios también creían en la existencia de seres
espirituales de menor rango a los dioses encargados de custodiar a los espíritus de los difuntos, así como la existencia de
genios perversos y terribles que aparecían en forma de hombre, animal o hibrido. Los antiguos filósofos griegos como
Sócrates, Hesíodo, Jenócrates y Plutarco también hablaron acerca de espíritus etéreos inmortales enviados a este mundo
por los dioses para cuidar y espiar a los hombres a los cuales llamaban demonios. La literatura gnóstica también está
influenciada por seres parecidos a los ángeles los cuales llaman Eones los cuales son descritos como seres inmateriales,
completos, infinitos y perfectos capaces de generar emanaciones de sí mismo produciendo seres espirituales de distintas
magnitudes. Por tanto, podemos ver que la creencia en seres semejantes a los ángeles era propia de las culturas cercanas
a Israel. En el caso de la tradición judía, sus escritos de la época antes y después del exilio están llenos de ángeles, así
como en el Islam la creencia de los ángeles es fuertemente aceptado y en el cristianismo esto es un hecho indiscutible.
Por tanto, nos parece a bien desarrollar un estudio de estos seres a la luz de la palabra de Dios.
Por tanto, podemos ver como la creencia de ángeles o seres similares era y sigue siendo aceptada en muchas
culturas por lo que su estudio a la luz de la Palabra de Dios se vuelve sumamente importante.