Morada de los Ángeles
“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los
cielos y en la tierra”.
Efesios 3:14-15
En su carta a los Efesios el apóstol Pablo alaba al Padre celestial creador de toda familia, tanto en los cielos
como en la tierra. Obviamente, la familia de los cielos a la cual se refiere está constituida por ángeles los cuales tienen su
principal morada en los cielos. Las referencias bíblicas nos indican este hecho. Por ejemplo, cuando Jesús se refiere a
ellos en Marcos 13:32 los llama “los ángeles que están en el cielo”, afirmando que su habitación es el cielo. También el
apóstol Pablo escribe “un ángel del cielo”, haciendo referencia a su habitación celestial en Gálatas 1:8, el profeta
Miqueas dice que vio a Dios sentado en su trono en los cielos y alrededor de El a todo “el ejercito del cielo”, es decir,
los ángeles, (2 Crónicas 18:18). De igual forma Gabriel afirmo que su morada estaba en el cielo cuando dijo: “Yo soy
Gabriel, que estoy delante de Dios”, (Lucas 1:19). El Dr. Arno Clemens Gaebelein comento referente a la morada
de los ángeles: “En los lugares celestiales, según la Epístola a los Efesios, están los principados y potestades, una
compañía de innumerables ángeles. Sus moradas están en esos lugares celestiales. El Dios que los creó, que los hizo
espíritus apropiándoles cuerpos conforme a sus naturalezas espirituales, tiene que haberles dado también sus
habitaciones”.
Organización y Clasificación de los
Ángeles
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles;
sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”.
Colosenses 1:16
e acuerdo a los textos de Hebreos 12:22 y Apocalipsis 5:11 existen millares de millares de ángeles los
cuales han sido creados por Dios y estos se encuentran organizados como un poderoso ejército. Puesto
que orden es la primera ley en el cielo se espera que estos seres celestiales se encuentren organizados de
acuerdo a su rango y actividad. En Colosenses 1:16 nos sugiere una organización de estos seres al decirnos que están
agrupados en tronos, dominios, principados y potestades y en Apocalipsis 12:7 se nos dice que Miguel es el que está a la
cabeza de ellos: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y
luchaban el dragón y sus ángeles”. Esta organización aplica tanto para ángeles buenos y caídos o demonios donde el
líder de estos últimos es Satanás. Además al considerar la evidencia bíblica nos podemos dar cuenta que existen
diferentes clases de seres angelicales los cuales tienen diversidad de funciones delante de Dios y es basado en estas
actividades que se ha sugerido una clasificación para cada uno de ellos. El estudio de su clasificación nos ayuda un poco
a comprender su naturaleza y funciones delante de la divinidad. La clasificación aplica tanto para los ángeles santos
como para los que se revelaron junto con Satanás y que hoy en día se les conoce como demonios.
Arcángel
“Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a
proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda”.
Judas 9
D
Angelología: La Doctrina de Ángeles y Demonios
Mundo Bíblico: El Estudio de su Palabra
9
La palabra arcángel proviene del griego arjángelos
(ἀρχάνγελος). Como arcángel, solamente Miguel es
designado con ese estatus de tal forma que no
existen más arcángeles de acuerdo al Canon
Sagrado. Aparece por primera vez en el Antiguo
Testamento específicamente en el libro de Daniel
como uno de los principales ángeles protectores de
la nación de Israel: “Mas el príncipe del reino de
Persia se me opuso durante veintiún días; pero he
aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino
para ayudarme, y quedé allí con los reyes de
Persia”, (Daniel 10:13). También el texto de Judas
9, donde se le llama arcángel, nos muestra a
Miguel contendiendo con Satanás por el cuerpo de
Moisés y a pesar de su gran poder no se atrevió a
proferir maldición sobre él, sino se apoyó en el
respaldo de Dios al decirle: El Señor te reprenda.
En tiempos de la gran Tribulación será el protector
de la nación de Israel:
“En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de
angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los
que se hallen escritos en el libro”, (Daniel 12:1). También lo vemos a la cabeza del ejercito celestial de Dios expulsando
a Satanás y sus ángeles caídos del cielo, razón por la cual se cree que Miguel es el comandante de los escuadrones
angelicales: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el
dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran
dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y
sus ángeles fueron arrojados con él”, (Apocalipsis 12:7-9). Finalmente, muchos creen que será el arcángel Miguel el
cual sonara la final trompeta el día de rapto dando por hecho que la iglesia consideraba desde sus inicios que solo
existían un solo arcángel: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero”, (1 Tesalonicenses 4:16).
Principados
“Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y
potestades en los lugares celestiales”.
Efesios 3:10
La palabra se traduce del griego arjé (ἀρχή) con la cual se distinguían los magistrados o gobernadores
principales de una aldea o nación. Sus referencias aparecen en Romanos 8:38; Efesios 1:21; 3:10; 6:12; Colosenses 1:16;
2:10-15, y se aplica tanto a los ángeles santos como a los demonios. Por el uso etimológico de esta palabra muchos
consideran que esta clase de ángeles tienen una incidencia directa sobre los asuntos de naciones o pueblos a tal punto que
pueden considerarse a la cabeza de ángeles en esas regiones geográficas. En el libro del profeta Daniel se hace una
referencia a una lucha que ocurrió entre estos principados: Debido a las grandes visiones apocalípticas que Daniel había
tenido quedo completamente exhausto y sin fuerzo, sin embargo, Dios dispuso que el ángel Gabriel fuera hasta él para
revelarle el significado de estas visiones, pero en su camino, otro ser al cual se le llama el príncipe de Persia se le opuso,
y no pudo vencerlo hasta que llego el arcángel Miguel que le ayudo. Obviamente la lucha que vemos aquí es entre
ángeles y demonios, donde el príncipe de Persia debe ser un Principado de maldad que ejercía la mayor autoridad sobre
los demonios de esa región: “Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí
Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. He venido para
hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días”, (Daniel 10:13-
14). Más adelante el ángel le dice al profeta que tiene que regresar a luchar con el príncipe de Persia y luego vendría el
príncipe de Grecia: “Él me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el
príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá. Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro
de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe”, (Daniel 10:20-21).
Angelología: La Doctrina de Ángeles y Demonios
Mundo Bíblico: El Estudio de su Palabra
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Poderes y Señoríos
“Sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino
también en el venidero”.
Efesios 1:21
La palabra poder (en ocasiones traducida como potestad) proviene
del griego original exousía (ἐξουσία) y era un título que se le daba
a una persona que tenía la capacidad y potencia de ejecutar su
autoridad en una región determinada. También la palabra señorío
se traduce del griego dúnamis (δύναμις) que literalmente describe
una poderosa fuerza eficaz. En este sentido se cree que esta clase
ángeles son seres que actúan directamente en los asuntos de los
seres humanos, ya sea para bien o para mal, de acuerdo a la
naturaleza buena o mala en el caso de los demonios. Sus
referencias bíblicas aparecen en Efesios 1:21; 2:2; 3:10; 6:12;
Colosenses 1:16; 2:10, 15; 1 Pedro 3:22. Podemos ver el caso de
un ángel malo que influyó en Acab rey de Israel para que este
fuera a la guerra actuando como una fuerza poderosa y eficaz en
boca de los falsos profetas para engañarlo y conducirlo a la
muerte.
“Entonces él dijo: Oye, pues, palabra de Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos
estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda. Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga en Ramot
de Galaad? Y uno decía de una manera, y otro decía de otra. Y salió un espíritu y se puso delante de Jehová, y dijo: Yo
le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué manera? Él dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus
profetas. Y él dijo: Le inducirás, y aun lo conseguirás; vé, pues, y hazlo así. Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu
de mentira en la boca de todos tus profetas, y Jehová ha decretado el mal acerca de ti”.
1 Reyes 22:19-23
Tronos y Dominios
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles;
sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”.
Colosenses 1:16
La palabra trono se traduce del griego zrónos (θρόνος) y precisamente significa eso, trono, mientras que la
palabra dominios viene del griego kuriótes (κυριότης), título de autoridad que se le daba a un amo o señor. Esta
designación enfatiza la dignidad y la autoridad de los gobernadores angélicos en el uso que Dios hace de ellos en su
gobierno. Las referencias bíblicas las encontramos en Efesios 1:21; Colosenses 1:16; 2 Pedro 2:10 y Judas 8.
Querubines
“Y el estruendo de las alas de los querubines se oía hasta el atrio de afuera, como la voz del Dios Omnipotente cuando
habla”.
Ezequiel 10:5
La palabra querubín proviene del hebreo kérub (ובּרְ כ (y son
descritos como seres alados de imponente presencia de acuerdo a Ezequiel
10:5 o como se muestran en el arca del pacto: “Y los querubines extenderán
por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el
uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los
querubines”, (Éxodo 25:20). Los querubines constituyen una orden de
ángeles poderosos, evidentemente de alto rango, puesto que Satanás era un
querubín (Ezequiel 28:14, 16). Aparentemente ellos funcionan como guardas
de la santidad de Dios, habiendo guardado el camino hacia el árbol de la
vida en el huerto de Edén: “Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente
del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por
todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida”, (Génesis 3:24).
El uso de querubines decorados en el propiciatorio del arca o en las cortinas del Templo nos sugieren una
función de protección: “Todos los sabios de corazón de entre los que hacían la obra, hicieron el tabernáculo de diez
cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; las hicieron con querubines de obra primorosa”, (Éxodo 36:8); “Hizo
también los dos querubines de oro, labrados a martillo, en los dos extremos del propiciatorio”, (Éxodo 37:7); “Puso
estos querubines dentro de la casa en el lugar santísimo, los cuales extendían sus alas, de modo que el ala de uno tocaba
una pared, y el ala del otro tocaba la otra pared, y las otras dos alas se tocaban la una a la otra en medio de la casa”,
(1 Reyes 6:27). Respecto a estos seres el Dr. Scofield dice: “El tema es algo obscuro, pero tornando en cuenta la
posición de los querubines en la puerta del Edén, en la cubierta del arca del pacto, y en Apocalipsis 4, se concluye
claramente que ellos se relacionan con la vindicación de la santidad de Dios contra el orgullo del hombre pecador
quien, a pesar de su pecado, podría alargar su mano para tomar del árbol de la vida (Génesis 3:22-24). Los querubines
que estaban sobre el arca del pacto, habían sido hechos de una pieza con el propiciatorio, y contemplaban allí la sangre
derramada que hablaba, tipológicamente, de la perfecta preservación de la justicia divina por medio del sacrificio de
Cristo”, (Éxodo 25:17-20; Romanos 3:24-26).